Con sólo 19 años, Dani Ceballos es una de las principales promesas del fútbol español. Pese a llevar sólo dos campañas en la élite, su carrera ha estado repleta de altibajos con su propia club e incluso con la afición. La temporada pasada, la de su debut como componente de la primera plantilla, el bético firmó unos registros excepcionales con 5 goles en 33 partidos, un número de encuentros muy elevado para ser un canterano en su año de debut, lo que demuestra la enorme influencia de este jugador diferencial.

Este destacado rendimiento y el enorme porvenir que se le intuye, provocó el interés de los trasatlánticos europeos en su contratación, especialmente interesado se mostró el Real Madrid. El Betis, intentó por todos los medios posibles renovarlo y blindarlo, pero este proceso de megociación no resultó nada fácil para ambas partes lo que provocó un deterioro en la relación entre la perla y la afición; incluso Ceballos tuvo que escuchar algunos pitos.

Finalmente, tras unas arduas conversaciones, Ceballos renovó con el Betis hasta la campaña 2019-2020 aumentando su cláusula de rescisión y por tanto, volviendo las aguas a su cauce. Tras la renovación, el mediapunta se centró, otra vez, solamente en hacer lo que mejor sabe: jugar al fútbol.

Aunque pese a la tranquilidad que da el saberse blindado, el de Utrera no ha vuelto a mostrar su mejor versión durante esta temporada, los números así lo reflejan, ya que solamente ha proporcionado una asistencia y no ha anotado ningún gol, es más, todavía no ha realizado ningún disparo entre los tres palos en toda la temporada. Además, ha protagonizado algún acto de indisciplina y Juan Merino ya le ha dado algún aviso, por ejemplo dejándole fuera de la convocatoria contra el Villarreal tras el mal derbi copero.

Otro de los aspectos que se critíca del andaluz, es sus excesivas protestas a los colegiados y las amonestaciones que este hecho conlleva. Para muestra un botón, ya que en el partido de la primera vuelta ante el Valencia, próximo rival de los béticos, Ceballos fue expulsado por doble amarilla, aunque pese a esta circunstancia su equipo pudo aguantar el 0-0 en Mestalla.

Para el encuentro que se disputará en el Benito Villamarín, la zaga valencianista tendrá que estar muy atenta a este joven talento, ya que puede volver a explotar en cualquier momento y un rival delibitado anímicamente como es el Valencia actualmente, sin un pivote defensivo definido, puede resultar el contexto propicio para que Ceballos campe a sus anchas por los tres cuartos del terreno de juego y resulte decisivo en el resultado final.