Su precocidad a la hora de entrar en la honda del grupo es un hecho. Siete días le han valido para hacerse un hueco en el once titular. La insensatez de Neville de sacarlo con el marcador tan abultado, a sabiendas del morbo que fuera a causar la entrada del ruso en el terreno de juego, le sirvió a este para afrontar con una profesionalidad plasmante dicho episodio angustioso. A pesar de las marcadas adversidades, dejó buenas sensaciones en el terreno de juego tras ser un ejemplo de garra y velocidad. Incluso advirtió encajando una diana que fue anulada por fuera de juego.
El Valencia continuó en su línea habitual, pero esta vez contra uno de los equipos con más dudas de la competición doméstica. El Valencia visitaba el feudo bético con la esperanza de firmar una victoria a domicilio y calmar, de esta manera, las tensiones que se respiran en el entorno del club. Un caos estructural, líneas desordenadas y sin ningún patrón a la hora de elaborar con balón. El equipo che tan solo se aferraba a las intentonas de Cheryshev por la banda izquierda a base de fuerza y velocidad. Negredo seguía siendo incapaz de ver puerta y se mostró invisible entre la zaga blanquiverde. El joven Zahíbo, situado en el centro de la medular, era un mar de dudas y a punto estuvo de acabar el partido desde la grada del Villamarín. Los atacantes locales, en especial los jóvenes Dani Ceballos y el recién incorporado Musonda Jr., consiguieron deshacerse con facilidad de la zaga valencianista una y otra vez con todo tipo de detalles. José Luís Gayá, quien entró en detrimento de Siqueira por lesión, acabó expulsado por doble amarilla tras una escapada vertiginosa de Musonda.
El Valencia gozó de una ocasión privilegiada minutos después del gol del rival tras una cabalgada de André Gomes y este dejársela en bandeja a Cheryshev para que se la cediera en boca de gol a Negredo. El infortunio o desatino del tiburón de Vallecas volvió a jugarle una mala pasada. El Valencia con esta derrota se asoma con pies de gigantes al abismo del descenso. El único aspecto positivo del partido para el conjunto che fue la adaptación del ruso.