Decía Paulo Coelho que, cuando realmente se quiere algo, el universo entero conspira para que se haga realidad. Una excelente metáfora para unos, un recurso barato de manual de auto-ayuda para otros. Independientemente de cómo lo valore Fran Villalba, el chico se trata de uno de esos afortunados que pueden decir que el autor brasileño tenía razón con la máxima de 'El Alquimista'. Aunque, sin duda alguna, al joven mediapunta del Cabanyal no le gustaría demasiado que se le achacara a ese tal Universo todo el mérito del sueño que está viviendo. A base de trabajo, esfuerzo, constancia y, sobre todo, una enorme dosis de talento futbolístico, el jugador de diecisiete años del Valencia ya ha disfrutado de minutos con el Valencia CF a una tempranísima edad.
La 2015-2016 es una de las peores temporadas de la historia reciente del Valencia CF. Sin embargo, para Villalba tendrá por siempre un significado especial: el del año que le vio nacer como jugador del primer equipo che. La vuelta de semifinales de la Copa del Rey fue el último encuentro en que el joven mediapunta pudo demostrar su clase ante la parroquia valencianista, en un encuentro en el que fue el único atractivo para el espectador de una eliminatoria sentenciada en la ida. Villalba, de '10' tras el delantero, dio un recital de visión y toque y pudo marcar en una jugada que acabó con el balón cerca del travesaño. Una gran actuación tras ya destacar ante el Barakaldo en octavos, su debut oficial con la camiseta del Valencia. En la entidad valencianista son muy conscientes del potencial que guarda en sus botas Villalba, y desde la secretaría técnica ya empiezan a mover los hilos necesarios para asegurarle a Villalba un futuro blanquinegro.
El apodado 'mago del Cabanyal' tiene mucho del último ilusionista que maravilló al público de Mestalla. Las comparaciones con David Silva, el segundo mago de Arguineguín, son inevitables en una parroquia enamorada de este tipo de jugadores bajitos, pero endiabladamente buenos. Villalba parece, de hecho, destinado a heredar ese dorsal '21' que Aimar y el propio Silva elevaron al Olimpo del fútbol valenciano, y es solo cuestión de tiempo que empiece a sumar méritos para merecerlo. No hay que olvidar, sin embargo, su insultante juventud. Es el Valencia ahora quien debe proporcionarle un crecimiento futbolístico apropiado, para que en no mucho sea Villalba quien haga crecer con él al club che.