Paco Alcácer es el prototipo de canterano ejemplar. Chico de la casa, que triunfa, tira del grupo sin ser capitán y logra la gloria con el brazalete en su poder; que se gana el respeto de los suyos, la titularidad y el rol de líder a través de trabajo y no con millones de por medio. Ese es Paco Alcácer.
En la irregular campaña que está realizando el Valencia, hace falta empaparse de los valores de la casa para que todo vuelva a su cauce. ‘Paquito’ ha demostrado que con trabajo se puede ser muy grande siendo humilde.
El pasado domingo, ante el Atlético, nos dejó un precioso detalle de calidad al ceder con el pecho un balón a Cheryshev, que anotaba el momentáneo empate a uno. La derrota final no puede empañar la gran labor de Alcácer, de lo poco salvable en aquel encuentro.
Los números, como sucede con otro ‘currante’ como Álvaro Negredo, no reflejan por sí solos el trabajo que conlleva ser la referencia ofensiva. Así, once goles y ocho asistencias lucen en su currículum tras 34 partidos. En la Liga sale a un gol cada dos partidos.
El mal paso por la Champions le penalizó, con cinco partidos sin anotar. Tras volver de la lesión, ya como capitán, ha dado tres asistencias en cinco partidos: a Parejo ante el Granada y a Kameni en aquella jugada tan extraña, además de la ya citada a Cheryshev.
La Euro 2016, el mayor sueño
Vicente del Bosque es otra persona que valora el trabajo, y sabe que detrás de la carrera del de Torrent hay mucho. Por ello, si no hay una irrupción meteórica (Aduriz aparte), todo parece indicar a que el murciélago estará entre los 23 elegidos para tratar de renovar el título de Campeón de Europa junto a Diego Costa y Álvaro Morata. El horizonte, esa preciada convocatoria para el gran torneo que se avecina en junio, debe servir para espolear a Paco a seguir trabajando. Y a tirar del carro como solo él sabe.