La conquista de Balaídos

El club che tomó el estadio del Celta por la fuerza y con un contundente 1-5 se llevó los tres puntos a casa, en la que fue la última victoria de Nuno al frente del equipo valencianista.

La conquista de Balaídos
Los jugadores valencianistas celebran uno de los cinco tantos - Fuente: Valencia CF
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Por Adrian Gisbert

El encuentro de ida entre Celta de Vigo y Valencia CF fue el perfecto ejemplo de una de las máximas del fútbol, la que hace de las apuestas un lucrativo negocio: absolutamente cualquier cosa puede pasar, y de nada sirven estadísticas y trayectoria una vez el árbitro pita para dar inicio al partido. Un Celta en tercera posición, que había vencido al Barcelona en su estadio por cuatro goles a uno y en un momento álgido de su juego se enfrentaba a un Valencia alicaído, en la tónica de esta temporada, y que necesitaba sumar para alejarse de los puestos peligrosos de la clasificación. Todo apuntaba a una cómoda victoria del equipo vigués, pero nada más lejos de la realidad. El conjunto aún dirigido por Nuno sacó su versión más letal para castigar cada fallo del Celta con un gol. 

Paco Alcàcer y Dani Parejo, por partida doble ambos, y Mustafi al final rubricaron una manita que sin embargo no sirvió al Valencia para recuperar la confianza y iniciar su remontada en Liga. A la victoria en Vigo le siguió un empate en Mestalla ante la UD Las Palmas y la derrota en el Pizjuán ante el Sevilla, en lo que fue la despedida de Nuno como entrenador del Valencia. Llegó Neville, pero el Valencia siguió sin ganar en Liga hasta el 13 de febrero, cuando venció por fin al Espanyol

El 1-5 fue efectivamente un castigo excesivo para un Celta que, en realidad, fue claro dominador del partido. La grada de Balaídos despidió a su equipo entre aplausos a pesar de la dura derrota, una muestra de lo exagerado del resultado. El conjunto entrenado por Berizzo se adueñó del balón desde el principio, supo reaccionar al tanto inicial de Alcàcer y empató el partido a través de Augusto Fernández. Sin embargo, un grave fallo del árbitro al no aplicar la ley de la ventaja les privó del 2-1, y el golazo de falta de Parejo justo antes del descanso fue un duro mazazo para la moral celtiña. Alcàcer, a los treinta segundos de la segunda parte, se aprovecharía de una mala cesión de Jonny para sentar a Sergio con un excelente amago y anotar el tercero del Valencia. De esta ya no se recuperó el Celta, a pesar de que continuó monopolizando el cuero, y el Valencia redondeó la tarde con otros dos tantos, a cargo de Parejo y Mustafi. 

El equipo che, apoyado en sendas excelsas actuaciones de Alcàcer y Parejo, consiguió pues llevarse los tres puntos en la goleada probablemente más inmerecida de la temporada. Los de Berizzo, aún en buena posición en la tabla, intentarán hoy tomarse su particular revancha para mantenerse en puestos europeos a costa de un Valencia ya sin más aspiración que asegurar la permanencia cuanto antes para empezar a pensar en la próxima temporada.