A pesar de los cambios realizados a lo largo de la temporada tanto en defensa como bajo los palos, el Valencia lleva 20 jornadas consecutivas encajando por lo menos un gol y es que no es problema de la defensa o del portero o del entrenador. El problema de encajar tantos goles es problema de equipo porque en un equipo atacan todos y defienden todos y cuando no defienden todos esto es lo que pasa. En numerosas ocasiones es cuestión de actitud, de jugadores que no defienden o que lo hacen de forma pasiva pensando que ya defenderá otro compañero y es así como al fin y al cabo llegan los goles en contra y con ello los lamentos.
Muchos de los goles han sido encajados a balón parado, otros han sido por falta de actitud de algunos jugadores en tareas defensivas y otros han sido encajados por fallos individuales y en zonas comprometidas donde los fallos estan penados con una ocasión manifiesta de gol.
De sobras es conocida la fragilidad defensiva del Valencia a balón parado, pero un equipo como el Valencia con aspiraciones a competir en una gran competición europea no puede encajar tantos goles porque luego esos tantos en contra no se compensan con goles a favor. Ha quedado claro que con una defensa tan experimentada con jugadores de gran nivel como Mustafi, Abdennour, Gayá o Siqueira y otros jóvenes prometedores como pueden ser Cancelo, Santos o Vezo no es suficiente para forjar un equipo seguro en defensa, además de los excelentes guardametas que el Valencia tiene este año en plantilla. También es cierto que alguno de ellos no esta al nivel que se esperaba y es por esa razón por la que más que nunca debe defender todo el equipo y es que muchas veces el mejor ataque es una buena defensa y esta temporada en Mestalla no se esta cumpliendo.