No era el día para Portugal. Cualquier intento por intimidar al meta rival se esfumó por la precipitación de Cristiano y los infortunios de Nani.
Era uno de esos días en los que ninguna explicación científica podría descifrar la imposibilidad de que un equipo abra la lata en los noventa minutos. Ni la pena máxima puede con este tipo de maldiciones en el fútbol a pesar de que fuera ejecutada por uno de los mejores tiradores de penaltis como lo es Cristiano. Stoyanov volvió a adivinarle las intenciones al ariete de Madeira tras pararle uno la temporada pasada en el encuentro que enfrentó al Real Madrid ante el Ludogorets. Y ya van tres en lo que llevamos de mes. Las alarmas empiezas a dispararse en Chamartín tras ver que una de sus bazas en ataque está en plena racha negativa de cara a puerta en sus últimos encuentros.
André Gomes vio como su entrada en el terreno de juego se truncaba por la necesidad de hacer realidad el debut de Renato Sanches. La joven promesa portuguesa que milita en las filas del Benfica fue la única noticia de agrado para los 20.000 asistentes al partido. Stoyanov culminó su gran noche tras detener un mano a mano a Cristiano de nuevo.
Una noche en vano para los portugueses que incrementan aún más las dudas de cara a la próxima Euro. El combinado dirigido por Felipe Santos tratará de ofrecer una versión más convincente de cara al próximo encuentro que enfrentará a Portugal ante Bélgica en el mismo escenario el martes. André Gomes estará preparado para ayudar a los suyos en una nueva ocasión por vestir la camiseta de la selección.