Amsterdam. Principios de los 70. Para muchos, fue en esta época y en esta ciudad holandesa dónde nació el fútbol moderno. El Ajax ganaba tres copas de Europa consecutivas entre el 71 y el 73. Y no lo hacía de cualquier manera. Llevó al continente un estilo de juego totalmente rompedor en aquellos tiempos. Un estilo que le había hecho ser el gran dominador del fútbol neerlandés en el segundo lustro de la década de los 60.

Un estilo basado en la gran capacidad técnica de los futbolistas, que le permitía continuos cambios de posición y triangulaciones rápidas en ataque. Presión

Foto: UEFA

asfixiante a la salida de pelota rival, siempre con ayudas y dos contra uno. El visionario creador de esta forma de jugar fue Rinus Michels (1928-2005). Elegido en 2007 por The Times mejor entrenador de la historia y para muchos, el padre del fútbol moderno. Había nacido el fútbol total.

Nace la naranja mecánica

Era el momento de llevar esa superioridad, demostrada en competiciones de clubes, a la selección. Los tulipanes no llegaban a una fase final de Mundial desde 1938. Rinus Michels se hizo cargo del equipo. La mayoría de los jugadores del Ajax que maravillaron a Europa estaban en el conjunto naranja. El Mundial de Alemania Federal vio nacer una leyenda. Aunque no ganó el título, aquella selección es recordada por ser una de las que mejor juego desarrolló en toda la historia, siendo bautizada como la naranja mecánica.

Rinus Michel fue el creador de la Naranja mecánica

Johan Cruyff era el máximo exponente, como lo había sido en el Ajax, pero estaba rodeado de jugadores fabulosos: Rensenbrink, Rep Neeskens, Krol. Haan, Jansen... Todos futbolistas de primer nivel con un patrón común: una enorme calidad técnica y una gran versatilidad para cambiar de posición constantemente. Algo imprescindible para la idea de Michels. El dibujo de partida era 1-4-3-3, aunque variaba constantemente en el desarrollo del partido. 1-3-5-2, 1-4-5-1, 1-4-4-2, todos estos sistemas podían verse en fases de los encuentros porque todos ellos se englobaban en uno sólo: el fútbol total.

En los últimos tiempos, el FC Barcelona ha sido el máximo exponente de esta forma de jugar. El propio Cruyff a principios de los 90 con el Dream Team. Rijkaard y Guardiola más recientemente. El técnico de Santpedor tomó una decisión acertadísima al poco de empezar a dirigir a los blaugranas. Colocar a Leo Messi en una nueva posición, más centrada, como jugador más adelantado. Este nuevo rol se denominó falso nueve. Guardiola recibió elogios muy merecidos por ello. Fue llamado "visionario" y "revolucionario". Tal vez esos apelativos sean algo exagerados. 34 años antes Michels había hecho lo mismo con Johan Cruyff en aquel Mundial del 74.

Holanda jugó la final contra Alemania Federal. Ese partido es ya una leyenda. La primera jugada del partido: una conducción estratosférica del Flaco, con varios cambios de ritmo, que acaba en penalti. Transforma Neeskens. Luego Alemania remontaría con goles de Breitner y Müller. La belleza naranja contra el poderío aplastante de la Mannschaft. La poesía contra la prosa. La pelota contra el empuje. Cruyff contra Beckenbauer. Holanda perdió la copa, pero ganó el corazón de todos los amantes del fútbol. Johan fue nombrado mejor jugador del torneo. Ese mismo año se haría con uno de los tres balones de oro con los que fue galardonado el genio de Amsterdam.

Belleza sin premio

La historia de la selección holandesa en los Mundiales fue un remar y remar para morir en la orilla. En el 78, en Argentina, volvía a caer en la final contra los anfitriones. Fue un torneo lleno de polémica. La dictadura de Videla, con una violación continua de derechos humanos, condicionó la participación de muchos jugadores. Entre ellos Cruyff, que no jugó el torneo. Algunas decisiones arbitrales fueron bastante caseras lo que ayudó a la selección capitaneada por Kempes a alzarse con el campeonato.

Holanda en los Mundiales: remar y remar para morir en la orilla

En el 98 llegaron a semifinales con Brasil, tras ganar a Argentina con un gol antológico de Dennis Bergkamp. Fueron eliminados por penaltis. Recientemente en el Mundial de 2010, como todo el mundo sabe perdieron ante la selección española, traicionando a la camiseta naranja, con un juego brusco, trabado. Llegando a lo violento en ocasiones. Van Marwijk recibió duras y merecidas críticas por su planteamiento en la final.

¡Llegó el título!

Su mayor éxito fue la Euro del 88, disputada en Alemania Federal. Ya se sabe que la justicia es coja, pero llega. En el país donde había perdido el mundial 14 años antes, los naranjas levantarían el que es, hasta la fecha, su único título. Otra vez Rinus Michels en el banquillo. Otra vez los alemanes en el camino (esta vez en semifinales). Diferentes jugadores. Mismo juego. Fútbol total. El equipo holandés estaba compuesto por grandes futbolistas como Gullit, Rijkaard, Ronald Koeman o Wouters. Entre toda esa constelación, un Marco Van Basten estelar fue el que marcó las diferencias. El delantero hizo el mejor gol de la historia de las eurocopas en la final contra la URSS. Una volea hecha arte. Un hombre acostumbrado a la belleza como Michels con las manos en la cabeza. Un gol que llevaba por fin una copa a los Países Bajos.

Un manantial interminable

Es increíble como un país tan pequeño puede generar tal cantidad de superestrellas. Por supuesto Cruyff, uno de los más grandes de la historia. El cambio de ritmo. Una velocidad supersónica de pensamiento ejecutada con una técnica impecable. Con gran carácter. Líder por definición. Aparecía siempre, dónde y cuando quería. Marco Van Basten. El cisne de Utrecht es uno de los mejores delanteros centro de la historia. Al igual que el Flaco, ganó el balón de oro tres veces. Elegancia, técnica depurada y absolutamente demoledor en los últimos metros. Quién sabe donde habría podido llegar si las brutales defensas italianas no lo hubieran retirado del fútbol a los 29 años con los tobillos hechos añicos.

En los últimos tiempos han traicionado a su juego tradicional

Ruud Gullit, con una superioridad física y técnica descomunal. El tulipán negro ganó un balón de oro en el 87 y colaboró enormemente junto a Van Basten y Rijkaard a formar un equipo de leyenda: el A.C. Milan de Arrigo Sachi. Estos tres hombres son santo y seña de la prolífica cantera holandesa. Pero, a lo largo de la historia, ha habido jugadores inolvidables como Neeskens, Rensenbrink, Krol, Rijkaard, Ronald Koeman, Bergkamp, Van Nistelrooy... En la actualidad, Robben, Sneijder o Van Persie todavía demuestran que están entre la flor y nata del fútbol mundial.

Un naranjo inagotable. La cantera holandesa lleva dando jugadores fantásticos desde siempre. Aunque en los últimos tiempos la selección no ha seguido los pasos de sus precursores, aunque el fútbol de los Países Bajos en este Mundial esté bastante alejado de los cánones tradicionales, sigue habiendo futbolistas de mucha calidad en sus canteras y en su liga, para que el naranja vuelva a brillar con fuerza en el planeta fútbol.