Argentina y Bosnia y Herzegovina se enfrentaron en la ciudad estadounidense de Saint Louis, en un partido amistoso con vistas al Mundial de Brasil, para el que ambas selecciones están clasificadas. Un encuentro en el que Bosnia, con una lista muy corta de 18 futbolistas, se ponía a prueba ante la bicampeona mundial Argentina, que contaba con ausencias destacadas como la de Leo Messi, el crack del FC Barcelona.

Ante la ausencia del rosarino, Agüero se destapó como el relevo natural del atacante barcelonista. Con el 10 a la espalda, el exrojiblanco, enrolado actualmente en las filas del Manchester City, fue el gran protagonista del partido, en el que pudo reivindicar su categoría como uno de los mejores jugadores del planeta con los dos goles que anotó. No pasaron ni dos minutos para que el "Kun" avisara de sus intenciones a Begovic y su guardia pretoriana.

En el minuto 2, recortó hacia dentro para picar la pelota por encima del meta bosnio en su salida. El portero del Stoke City se mostró acertado en su intervención, y evitó con su cuerpo que la pelota le superase y se introdujera en la portería del combinado de Safet Susic. Era el primer aviso serio de un partido que tuvo un arranque trepidante. Poco después, eran los europeos los que querían ponerle picante al duelo. Hasta en tres ocasiones pudieron adelantarse los bosnios en el marcador, pero su falta de puntería les privó de la ventaja en el marcador.

Primero, Ibisevic, en un balón largo al área del "Gato" Romero, remataba excesivamente cruzado con su pierna derecha cuando estaba en posición franca para el remate frente al meta argentino. Nuevamente, Ibisevic dispondría de una buena oportunidad de gol que marró; y posteriormente, era el compañero de Agüero en el City, Edin Dzeko, el que cruzaba mucho su remate con la pierna izquierda tras el buen pase entre líneas de Haris Medunjanin, exjugador del Real Valladolid.

Agüero resuelve el encuentro

No habían ni transcurrido 15 minutos de partido cuando todo eso ya había sucedido en Saint Louis. Los espectadores vivían el partido de pie, sin tener un mínimo atisbo de tranquilidad en un duelo disputado y atractivo. El fuerte arranque del partido dio paso a un periodo de relativa calma, que Agüero se encargaría de romper cerca del descanso. Palacio recibía un balón largo ante la salida de Begovic. El meta del Stoke evitaba el remate del atacante del Inter de Milan, pero en el rechace, Agüero estuvo listo para fusilar a Begovic, a pesar de que Emir Spahic quiso sacar la pelota en el último momento.

Con el 1-0 en ventaja para la albiceleste, Argentina se dedicó a controlar la ventaja temporizando el juego y dando prioridad a tener la pelota para no sufrir en exceso ante un combinado bosnio que apretaba y mordía con fiereza, pero al que le faltaba “punch” en las inmediaciones del área argentina para convertir sus buenas intenciones en oportunidades peligrosas de cara al marco defendido por Sergio Romero.

En otro balón largo que habilitaba al "Kun", el delantero del Manchester City voleaba con la pierna izquierda y ponía el 2-0 en el marcador mediada la segunda mitad del encuentro. Fue el golpe definitivo a una Bosnia y Herzegovina muy combativa, que no le regaló ni un ápice de terreno al conjunto dirigido por Alejandro Sabella. Con el gol de Agüero, Argentina apenas sufrió en defensa, y tampoco pudo hacer mayor daño al ataque.

El carrusel de cambios y el ritmo reservón del segundo periodo, en contraste con la viveza del inicio del partido, restaron el interés y la emoción a un partido que no defraudó a nadie, y que dejó un poso de que Bosnia, con organización y suerte de cara al gol, puede ser un equipo duro de batir en la Copa del Mundo para sus rivales, incluida una Argentina que tiró de oficio y calidad para resolver el encuentro en dos buenas acciones. El espíritu guerrero de ambos equipos será uno de sus principales pilares para competir en Brasil.