La selección croata ha recibido hoy la noticia que esperaba desde el pasado día 12 de diciembre. La FIFA ha sancionado a uno de sus jugadores con más repercusión, el defensor de 1'95 metros de estatura Josip Simunic, que se perderá los próximos diez encuentros oficiales de su selección, siendo el próximo el primer partido de la fase de grupos del Mundial ante la anfitriona Brasil.

El zaguero se perderá todo el Mundial de Brasil

El pasado 19 de noviembre se disputó el partido Croacia - Islandia, que acabó con el resultado de 2-0 y dando así el pase definitivo al Mundial a la selección de Kovac. Tras el partido, Simunic y varios aficionados que se encontraban en las gradas del Maksimir Stadium realizaron ante los aficionados islandeses el saludo croata utilizado en la Segunda Guerra Mundial, utilizado por el movimiento fascista Ustaše a pleno pulmón. Esto fue tomado como una conducta discriminatoria cuando llegó a la FIFA, que trató su actitud como que "ofende la dignidad de un grupo de personas por razón, entre otras, de su raza, religión o lugar de nacimiento, lo que representa una clara infracción del art. 58, apdo. 1a) del Código Disciplinario".

Mientras esté en vigor la sanción impuesta, el jugador de 35 años tendrá totalmente prohibido el acceso a los partidos que dispute su selección, ya sean durante el Mundial o fuera de este. Añádase una multa económica de 30.000 francos suizos, que equivaldría a unos 24.514 euros aproximadamente, que el jugador deberá abonar.

Con esta sanción y la edad del jugador (35 años), ya se especula con que el partido de vuelta ante Islandia, el que le trajo la correspondiente sanción, fue el último partido de Simunic con el cuadro ajedrezado. El próximo partido que podría disputar le llegaría con 36 años y su retirada de la selección no es algo muy descabellado. El capitán dejaría así sitio a una nueva generación tras disputar más de 100 partidos con la escuadra balcánica, donde ha marcado tres tantos.