Lo cierto es que la selección mexicana únicamente ha sido capaz de alcanzar la ronda de cuartos de final en las dos ocasiones en que ha actuado como anfitriona. Tanto en México 70 como en México 86 caía eliminada por la selección que luego se proclamaría subcampeona mundial.

De cara a Brasil 2014 el objetivo viene condicionado por un sorteo tremendamente desfavorable. Conseguir la primera plaza del grupo A teniendo como compañero de viaje a Brasil parece una utopía, con lo que el objetivo razonable no es otro que terminar segundos, algo que tratarán de impedir Croacia y Camerún. Si se consiguiese llegar a octavos aguardaría un cruce realmente complicado, con Holanda, España o Chile como posibles rivales, con lo que la tarea se presenta ardua.

Miguel Piojo Herrera llegaba al banquillo a finales de 2013 con el único objetivo de superar la repesca y situar a México en la fase final, tras el desastroso hexagonal que protagonizó el Tri con Chepo de la Torre al frente, salvado milagrosamente gracias a los goles estadounidenses en Panamá una vez sobrepasado el minuto 90. La eliminatoria frente a Nueva Zelanda se superó sin problemas, tirando de jugadores de la liga local. Pero de cara a la fase final Herrera busca un equipo competitivo y capaz de plantar cara a cualquiera, pese a que la premura de tiempo le condiciona para poder moldear un once de su completa confianza.

El verdadero peligro para el contrario llega cuando los interiores consiguen asociarse con los puntas y los laterales

Herrera parte de la base de un 1-5-3-2, con laterales de largo recorrido, un mediocampo muy guerrero a la hora de defender y no exento de calidad ofensiva. La lentitud de los 3 centrales se constituye como el punto débil del equipo, mientras que en punta 5 futbolistas se repartirán 2 puestos, uno de los cuales parece reservado para Oribe Peralta. La base de la selección cuenta con una nutrida representación del América, aunque las últimas convocatorias muestran las intenciones del Piojo de integrar a varios de los futbolistas que se desenvuelven en Europa.

Análisis individual

La portería es una de las grandes incógnitas a resolver con 4 buenos guardametas peleando por los 3 puestos disponibles y también por una titularidad que no tiene dueño. Las pérdidas en mediocampo son el verdadero talón de Aquiles de México Guillermo Memo Ochoa (Ajaccio) ha ganado muchos puntos en el amistoso de marzo contra Nigeria, donde mostró una gran seguridad en todos los aspectos. Sin embargo, las dudas que deja en el juego aéreo le pueden lastrar en la decisión del Piojo. La regularidad de Jesús Corona (Cruz Azul) podría brindarle una plaza en la lista definitiva, aunque Alfredo Talavera (Toluca) y Moisés Muñoz (América) gozan de la confianza del seleccionador, por lo que la margarita permanecerá sin deshojar casi hasta el último día.

La línea de 3 centrales estará comandada por Rafa Márquez (León), todo un veterano de 35 años y fundamental sacando el balón jugado desde atrás, tanto en corto como con sus precisos desplazamientos en largo. También destacan sus incorporaciones para rematar jugadas a balón parado, sus compañeros buscan su cabeza con insistencia. Más problemas muestra a la hora de defender, nunca se distinguió por su velocidad y menos a estas alturas de la película. Muy probable que sus escoltas sean Héctor Moreno (Espanyol) y Francisco Maza Rodríguez (América), centrales que se caracterizan por su anticipación y colocación respectivamente pero que tampoco van sobrados de piernas.

Esperan su opción Juan Carlos Valenzuela (América) y Diego Reyes (Porto), con más opciones para este último si supera los lógicos nervios que conllevan sus 21 años. Sin duda un central de futuro, con buen toque de balón, aunque todavía muy inexperto. Su temporada ha transcurrido mayoritariamente en la Liga de Honra portuguesa con el filial del Porto.

En el lateral derecho la titularidad parece garantizada para Paul Aguilar (América), futbolista incisivo –aunque inconstante– en las ofensivas y muy correcto defendiendo. No parece posible a estas alturas que Rogelio Chávez (Cruz Azul) le desbanque, pese a que mostró buena intención en sus centros durante el reciente amistoso ante Estados Unidos.

En la banda contraria la primera opción pasa por Miguel Layún (América) pese a su condición de diestro. Futbolista con buena llegada y capacidad para ofrecer buenas asistencias, tampoco descuida el aspecto defensivo. Los otros candidatos al puesto son Andrés Guardado (Bayer Leverkusen) y Miguel Ponce (Toluca). El primero constituye la variante más arriesgada, ya que su excelente zurda se ve eclipsada por unas flojísimas prestaciones en defensa. Mientras, no parece muy probable que Ponce goce de minutos aunque sí debería entrar en la convocatoria ya que jugó en la selección que conquistó el oro en Londres y, por tanto, el futuro del carril izquierdo del Tri está en sus manos.

Por delante de la zaga Herrera sitúa a un único pivote. Juan Carlos Negro Medina (América) parte con ventaja con respecto a Jesús Zavala (Monterrey) y José Juan Vázquez (León). Demarcación clave para equilibrar al equipo, Medina conoce perfectamente lo que debe ofrecer a Herrera, básicamente seguridad defensiva. Las pérdidas de balón en su zona se convierten en letales para México y ahí Medina se comporta como un seguro de vida. Será complicado que Zavala le arrebate el puesto, más teniendo en cuenta su floja actuación en el amistoso de abril. En cuanto a Vázquez, ni siquiera está claro que vaya a figurar en la lista definitiva del Piojo.

Para los interiores el seleccionador maneja varios futbolistas interesantes, ninguno de ellos intocable. Carlos Gullit Peña (León), todoterreno que combina trabajo con calidad técnica, habitualmente ofrece buenos pases desde el interior derecho. Luis Chapo Montes (León) se entiende a la perfección con él partiendo desde la zurda. Interesante futbolista, de inconfundible estirpe mexicana, interviene mucho en el juego soltando rápido la bola y disparando con peligro a puerta con su zurda. Héctor Herrera (Porto) abarca una zona más amplia, maneja ambas piernas y también destaca por su disparo a puerta aunque en ocasiones retiene en exceso la bola y provoca pérdidas peligrosas.

Con menos opciones de entrar en el once titular aparecen Marco Fabián (Cruz Azul), Isaac Brizuela (Toluca) y Javier Aquino (Villarreal). Fabián aporta llegada y posesión de pelota, mientras que Brizuela, de solo 23 años, apunta muy buenas maneras. Su inteligencia, cambio de ritmo y desborde podrían venirle bien al Piojo para refrescar los interiores en los segundos tiempos aunque su participación en el amistoso contra Estados Unidos no fue brillante. Más complicado todavía lo tiene Aquino, sin incidencia durante el juego en los pocos minutos de que ha disfrutado con el nuevo seleccionador.

En punta jugará Oribe Peralta (Santos Laguna), emblema del Tri en la actualidad. Jugador de raza, su capacidad de lucha y de remate permanecen fuera de toda duda. Falta conocer quién le acompañará de inicio, posición a la que optan principalmente Giovani dos Santos (Villarreal) y Javier Chicharito Hernández (Manchester United), futbolistas de características bien diferentes. La movilidad y las travesuras de Gio poco tienen que ver con las cualidades de delantero puro de área de un Chicharito que no ha completado una buena temporada, lo que otorga un cierto favoritismo al jugador del Villarreal. Pero Herrera también contará en el banquillo con dos muy buenas alternativas del fútbol local. Raúl Jiménez (América) sabe rematar muy bien de cabeza y con su diestra aunque su trabajo y su movilidad son tan importantes para el equipo como sus goles, ayudando enormemente a su compañero en la punta. Algo parecido a lo que aporta Alan Pulido (Tigres UANL), goleador al que le gusta también combinar y participar en la elaboración. En definitiva, una delantera muy completa y con registros realmente variados y complementarios.

Funcionamiento colectivo

México es un equipo al que le gusta jugar con balón. Sus posesiones se sustentan desde atrás con Rafa Márquez como iniciador del juego, buscando rasear el juego hacia uno de los interiores o bien jugando en largo hacia una banda, donde acostumbran a esperar los laterales bien abiertos. Mucho más extraño resulta que Medina intervenga en la circulación, el miedo a una pérdida de balón y su escasa creatividad le invitan a ofrecerse poco y a reservarse para otro tipo de tareas.

El verdadero peligro para el contrario llega cuando los interiores consiguen asociarse con los puntas y los laterales, encargados estos últimos de abrir bien el campo. A partir de ahí la riqueza individual del equipo le permite disponer de múltiples soluciones. Aguilar y Layún siempre tienen la opción de buscar a Peralta o Chicharito pero también pueden mirar hacia la frontal, donde Montes o Herrera esperan para armar el disparo. En cuanto a filtrar pases el más preciso quizá sea Peña aunque para imprimir rapidez en tres cuartos destaca el Chapo Montes. La opción de Brizuela también resulta golosa por los muchos aspectos del juego que domina pero posiblemente le falten todavía kilómetros. En cuanto a Marco Fabián, su incorporación al mediocampo genera una mayor sensación de dominio, asegura más balón a costa de perder un punto de intensidad en el repliegue.

Muy interesantes también los matices que ofrecen los distintos delanteros. Con Oribe como indiscutible, Giovani potenciará la creación de espacios con su movilidad mientras que la entrada de Chicharito obligará a trabajar un poco más al de Santos Laguna, constituyendo una dupla cuya mejor virtud sería la eficacia de cara a puerta. Aunque como punta de desgaste ninguno como Raúl Jiménez, a sus 22 años tiene una pinta excelente. Y si lo que se busca es un delantero que baje unos metros a descargar y prolongar el ataque el idóneo es Alan Pulido, también joven y con proyección.

Defensivamente los problemas son bastante mayores. La zaga, lenta y veterana, sufre muchísimo si se ve obligada a correr hacia atrás. De ahí que la función del pivote se entienda como crucial, tanto en el aspecto destructivo como en el de no poner en peligro la posesión en su zona con pases arriesgados. Las pérdidas en mediocampo son el verdadero talón de Aquiles de México y para llegar a octavos de final no se pueden cometer errores de ese tipo. Medina, jugador bastante oscuro, suele cumplir bastante bien su función concentrando sus esfuerzos en evitar desbordes que coloquen a los delanteros rivales en situación de encarar a los centrales. Inestimable en esta tarea la ayuda de los interiores. En este sentido, Montes y Peña ofrecen un plus con respecto al resto de opciones. Viéndolos desenvolverse se reconoce en ellos la auténtica identidad de México, futbolistas con casta, mordedores natos cuando tienen que defender y con hambre de cara al marco contrario. Y con una virtud que agrada a cualquier seleccionador, el espíritu de equipo. Gente con más calidad técnica como Héctor Herrera descuida un poco más las labores defensivas y provoca más pérdidas de balón, generando oportunidades a la contra para el contrario. El Piojo deberá seleccionar muy bien a los interiores en función del rival que tenga enfrente.

Como último apunte, una llamada de atención sobre el balón parado. Pese a contar con centrales altos México no acaba de defender bien estas jugadas, la concentración en este aspecto debe mejorar de cara a Brasil. Paradójicamente, las incorporaciones de Rafa Márquez cuando la jugada tiene lugar en el área rival suelen sembrar el pánico y ocasionar situaciones claras de gol. Un punto más a favor.

Revisando los encuentros de la era Piojo Herrera uno se pregunta cómo es posible que México haya sufrido tanto para llegar a Brasil. Jugadores no faltan y equipo tampoco. Pero en la fase final nadie les ganará con facilidad. El Tri es una de esas selecciones a medio hacer y que seguramente consolidará el once en plena vorágine mundialista. Comenzar ganando a Camerún se antoja una necesidad, no parece descabellado que el partido con Croacia se pueda convertir en una final. Y a partir de ahí a seguir creciendo y complicando la vida a los rivales. Porque alcanzar los cuartos de final, como cuando eran anfitriones, supondría un rotundo éxito para una selección que por su alegría y espíritu de lucha jamás debería faltar en una Copa del Mundo.

Fotos del cuerpo: Kevin C. Cox, Christian Petersen, Jamie Sabau, Jeff Zelevansky, Hannah Johnston, Hagen Hopkins | Getty Images