Cada cuatro años, las selecciones más poderosas del planeta se reúnen para dirimir, en poco más de un mes, la hegemonía del fútbol mundial. Poco importa el equipo al que uno siga, poco importa, casi, si gusta o no el deporte rey, pues el espectáculo de un Mundial es algo que va más allá de todo eso; una realidad que poco podía imaginarse allá por 1930 cuando la FIFA hacía nacer la competición. Uruguay sería el país honrado con la concesión del primer torneo de la historia, algo que sucedía, entre otros motivos, como conmemoración al centenario de la jura de la Constitución que celebraba el país sudamericano.

Doce combinados más Uruguay, la organizadora, fueron los elegidos para dar el pistoletazo de salida a lo que terminaría por ser el mayor evento futbolístico del mundo, el único en aquella ocasión que no exigió de una fase previa de clasificación para participar, sino que sencillamente se atenía a las invitaciones del máximo organismo del fútbol mundial, la FIFA. Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Chile, Estados Unidos, Francia, México, Paraguay, Perú, Rumanía, Uruguay y Yugoslavia serían las que darían inicio al a leyenda mundialística.

Respuesta desigual en Europa y América

La confección final de los combinados que conformaron el primer torneo de estas características no estuvo exento de problemas ni de controversia. Si bien la FIFA recibió una pronta respuesta de los países sudamericanos a los que había enviado invitación, no fue así con Europa, para su sorpresa y decepción. Apenas dos meses antes del inicio del campeonato, ningún país del viejo continente había confirmado su presencia en el campeonato, alegando como motivo los altos costes que suponía un viaje a través del Atlántico, sumado a la fuerte crisis económica que les azotaba. La insistencia de la FIFA, sin embargo, acabó por dar algunos frutos: Francia acabó finalmente cediendo a la presión de Jules Rimet, aunque acudiría sin su gran estrella, Manuel Anatol y sin su entrenador, Gaston Berrau. Bélgica también fue empujada a su participaición, en este caso por la figura de Rudolf Seedrayers, vicepresidente de la FIFA.

La totalidad del torneo se disputó en Montevideo, tomando tres sedes distintas: el estadio Centenario, con capacidad para 90.000 personas; el estadio Gran Parque Central, con capacidad para apenas 24.000 y el estadio Pocitos con tan solo 1.000 asientos.

Foto: Nuevo Estadio Centenario | http://la-redo.net/

Desarrollo del torneo

Divididas en tres grupos de cuatro equipos -salvo el primero de ellos, compuesto por cuatro selecciones-, empezaría a disputarse la fase inicial del mismo. En el primero de ellos, el A, Argentina acabaría imponiéndose al resto, tras saldar sus tres encuentros con tres victorias (1-0 a Francia, 6-3 a México y 3-1 a Chile), el único combinado capaz de lograrlo en ese primer grupo. Chile siguió a la albiceleste en la clasificación, seguida por Francia y finalmente México, que cerraba la última posición, clasificándose únicamente el combinado con capital en Buenos Aires.

Selección Ptos. PJ PG PE PP GF GC Dif.
ARGENTINA 6 3 3 0 0 10 4 6
CHILE 4 3 2 0 1 5 3 2
FRANCIA 2 3 1 0 2 4 3 1
MÉXICO 0 3 0 0 3 4 13 -9

El grupo B fue propiedad de Yugoslavia, que se impuso a Brasil -segunda- y a Bolivia -tercera- merced de sus dos vicorias (2-1 a Brasil y 4-0 a Bolivia). La 'canarinha' se impuso al combinado boliviano, certificando una segunda plaza que no le sirvió de nada; así de discreta fue la participación de la que a la postre acabaría siendo -hasta la fecha- la pentacampeona del mundo.

Selección Ptos. PJ PG PE PP GF GC Dif.
YUGOSLAVIA 4 2 2 0 0 6 1 5
BRASIL 2 2 1 0 1 5 2 3
BOLIVIA 0 2 0 0 2 0 8 -8

En el grupo C, la anfitriona, Uruguay, acabó alzándose por encima de sus rivales con dos victorias en sus dos partidos ( 1-0 ante Perú y 4-0 ante Rumanía). Los rumanos y los peruanos concluyeron entre sí triunfo de los europeos por 3-0. Cerraron el grupo los peruanos tras la segunda posición de Rumanía.

Selección Ptos. PJ PG PE PP GF GC Dif.
URUGUAY 4 2 2 0 0 5 0 5
RUMANÍA 2 2 1 0 1 3 5 -2
PERÚ 0 2 0 0 2 1 4 -3

El grupo D, el último, cerró su participación con Estados Unidos alzándose en la primera posición, con dos triunfos, ambos por 3-0 ante Bélgica y Paraguay, que entre ellos establecieron un triunfo del equipo sudamericano por 1-0. Los belgas cerraron el grupo, habiendo certificado Paraguay la segunda plaza.

Selección Ptos. PJ PG PE PP GF GC Dif.
ESTADOS UNIDOS 4 2 2 0 0 6 0 6
PARAGUAY 2 2 1 0 1 1 3 -2
BÉLGICA 0 2 0 0 2 0 4 -4

Llegan las eliminatorias

La segunda fase del torneo dio inicio a las temidas eliminatorias que, para más inri, eran a partido único. El primer cruce de estas características sería la semifinal, el paso previo a la gran final, a la postre, el anhelo de todos. Montevideo sería testigo de la primera de las semifinales, la que enfrentó a Uruguay y Yugoslavia, imponiéndose de nuevo los anfitriones, que además hicieron buen uso del factor casa, por un contendente 6-1. Un hat-trick de Cea (el primero en un Mundial), el doblete de Stábile y el gol de Iriarte, ante los que de nada sirvió la diana de Vujadinovic, que había servido para adelantar a los suyos de manera temprana en el minuto cuatro de partido.


La otra semifinal, disputada también en la misma ciudad, fue testigo de -paradojas del fútbol- idéntico marcador entre Estados Unidos y Argentina. Los albicelestes le endosaron seis tantos más a sus rivales americanos, merced de los tantos de Monti, Scopelli y dobletes de Stábile y Peucelle, que hicieron inútil el solitario y 'honorífico' gol de Brown para los norteamericanos en el minuto 89.

Final con el 'Clásico de La Plata'

La final acabó midiendo a quienes hoy son dos rivales por antonomasia, los protagonistas del 'Clásico de La Plata': Uruguay y Argentina. Los primeros, además, con la presión y el plus añadido de estar jugando en casa la primera gran cita mundial de selecciones, un peso que no le estorbó y un aliciente que le aupó al primer título en una final sin concesiones pero muy disputada que pudo dar inicio tras acordar que en cada una de las mitades se jugaría con un balón distinto, dado que cada selección quería hacerlo con su propio balón; así las cosas, se arrancó con el argentino y se concluyó con el uruguayo.


No fue la única nota polémica del encuentro: Las amenazas sobre el capitán de Argentina, Luis Monti, cuyos compañeros preferían que no jugase -lo hizo aunque su presencia en el campo apenas se notó- o la petición del árbitro belga Jean Langenus de que un taxi le esperase en la puerta del estadio para marcharse rápidamente a Europa si Argentina resultaba ganadora

El Estadio Centenario de Montevideo albergó el gan partido, un choque que tuvo de todo: Dorado adelantó a Uruguay con tan solo 12 minutos de tiempo disputado para que Peucelle devolviera el equilibrio al marcador. Con las tablas de nuevo, Stábile sería el encargado de adelantar a la albiceleste por primera vez en el partido para que después Cea contrarrestase de nuevo el tanto con el 2-2. Y a partir de aquí, Iriarte y Castro dieron la estocada final a los argentinos con dos tantos más que ya no tuvieron réplica por parte del rival y que coronó a los charrúas como campeones de la primera copa del Mundo de selecciones.

Foto: infobae.com.


Por otro lado, la controversia sobre el tercer y cuarto puesto ha coleado prácticamente hasta la actualidad. Si bien la primera versión fue que este partido nunca se disputó -única edición en la que esto sucedía- fuentes de la FIFA habían anunciado en 1984, de forma errónea aparentemente, que el resultado final de dicho encuentro habría sido de 1-3 para Yugoslavia. No obstante, el libro escrito y publicado por Hyder Jaward en 2009 anunciaba que Yugoslavia había renunciado a disputar ese partido como forma de protesta por el arbitraje sufrido en el choque anterior ante Uruguay, mientras que Kosta Hadzi, jefe de la delegación de Yugoslavia en la Copa del Mundo de 1930 aseguraba que el combinado yugoslavo había recibido la medalla de bronce en la competición y que él mismo y su familia la habían custodiado por más de 80 años.