La selección iraní, entrenada por Carlos Queiroz, no pudo puntuar en la última jornada del grupo F y acabó perdiendo por 3-1 ante Bosnia&Herzegovina. Pese a dar una buena imagen en los primeros partidos y llegar con opciones para conseguir la clasificación en este envite, se vio ampliamente superada en el mediocampo y sin capacidad de reacción tras los goles encajados. Se va de Brasil con un punto, cuatro goles en contra y sólo uno a favor, en última posición del grupo.
(0-3: Muy mal / 4: Mal / 5: Regular / 6: Bien / 7: Bastante bien / 8: Muy bien / 9: Fantástico / 10: Excelente / S.C: Sin clasificar).
Alireza Haghighi
4 | El cancerbero iraní no transmitió seguridad a sus compañeros. Encajó gol en las oportunidades en las que Bosnia se acercó mínimamente a su portería y no supuso una garantía total para los suyos. En algunas ocasiones acusó precipitación.
Jalal Hosseini
3 | No formó una buena pareja de centrales junto con Amirhossein. Durante los primeros minutos sufrió por la envergadura de Dzeko, que le un nivel de atención demasiado alto para sus atributos. El desnivel era evidente y, además, fue responsable directo del segundo gol bosnio, obra de Pjanic, pues falló el pase que propició la reacción de los europeos. También estuvo dubitativo en los balones aéreos.
Amirhossein Sadeghi
4 | Al igual que Hosseini, no supo contener ni a Dzeko ni las prolongaciones bosnias hacia su espalda. Sí que acertó al corte en varias ocasiones, pero en definitiva se mostró lento e inseguro en la salida de la bola.
Pejman Montazeri
6 | Sería injusto no destacar a Montazeri como uno de los jugadores más activos de Irán, pese que descuidó su banda cuando se sumó al ataque, situación que aprovechó Bosnia. Sin embargo, se mostró participativo y robó balones que posibilitaron ataques armados de su selección.
Mehrdad Pooladi
5 | El lateral izquierdo también sufrió con el repliegue hacia atrás, dejó huecos y le ganaron la espalda en ocasiones críticas. No obstante, hizo un buen trabajo en la presión en campo contrario y se sumó con asiduidad al ataque, aunque sin un rendimiento verdaderamente importante como para crear peligro: un par de centros que Bosnia pudo despejar.
Masoud Shojaei
5 | Perdió la batalla en mediocampo, pero consiguió dar equilibrio a su equipo en la salida de la pelota. Arrancaba desde atrás, en segunda línea, y tuvo la ocasión más clara de Irán en la primera parte, justo después del gol de Dzeko, que estrelló en el travesaño. Además, se mostró agresivo en la presión, pero la velocidad de combinación bosnia terminó desordenándolo.
Javad Nekounam
5 | En un rol similar a Masoud, el capitán no pudo hacer frente a los mediocampistas bosnios, mucho más técnicos, rápidos y ágiles que las piernas iraníes. De vez en cuando subió al ataque, aunque sin verdadero fruto más allá de una volea fallida. El capitán iraní ejerció como tal, pero las limitaciones de su equipo son insalvables cuando la presión y la desconcentración ahogan.
Andranik Timotian
7 | Timotian es un verdadero pulmón. Siempre está agasajando al rival, evitando que piense, agobiándolo, cercándolo cerca de él, presionando hasta que la pelota se aleja y no se le ve atisbo de cansancio durante todo el partido. Durante la primera parte se le vio mucho más presente, pero se fue diluyendo en la influencia porque el juego del segundo acto estuvo más alejado de la contención. Ofreció alternativas en ataque, como balones enviados a área rival, pero sus compañeros no fueron efectivos.
Ehsan Haji Safi
6 | Uno de los jugadores más técnicos de la selección iraní necesitó de varios minutos para entrar en calor y ayudar a generar juego, cosa que sólo se logró después del primer gol y que hubiese sido idóneo antes del mismo. La desesperación le cegó en algunas acciones, pero actuó como cerebro y coherencia durante muchas fases del encuentro. Hizo coberturas interesantes y provocó robos. Fue cambiado en la segunda parte.
Ashkan Dejagah
2 | Un desastre. Pedía la bola constantemente, pero no hizo más que perderla por su afán protagonista. No sumó nada especial a su equipo, pese a que se encargaba de botar las faltas, lo que debería haber supuesto más peligro para los intereses de su conjunto. Tuvo libertad para moverse, pero no aprovechó su habilidad para resquebrajar la defensa europea y ofrecer algo nuevo. Cayó constantemente en fuera de juego.
Reza Ghoochannejad
4 | Demasiado solo. No pudo hacer nada más allá de bajar balones llovidos desde la defensa, incomodado por los defensas bosnios. Aun así, fue autor de los pocos disparos iraníes. Falló un pase decisivo en un contraataque que hubiera supuesto el empate a uno y adoleció de pérdida de nervios cuando arremetió con una patada a Spahic. Anotó un gol, sí, a puerta vacía, pero su contribución no fue del todo positiva.
Khosro Heydari
5 | Salió desde el banquillo con energías nuevas y mucha movilidad. Se ofreció constantemente tanto en el repliegue defensivo como al armar las jugadas de ataque. No tuvo suerte en los centros propulsados, pero su rapidez y la creación de espacios supusieron un desahogo para Irán.
Alireza Jahan Bakhsh
3 | Sus aportaciones no fueron un par de disparos flojos que Begovic detuvo sin ningún tipo de problema. No se asoció con Reza, que es lo que esperaba Queiroz y fue más de lo mismo.
Karim Ansari Fard
2 | Apenas entró en juego y, cuando lo hizo, fue para simular y protestar alguna acción. Se llevó una amarilla, pero su presencia sobre el césped fue prácticamente testimonial.
Entrenador: Carlos Queiroz
3 | No motivó a su equipo, que inició el encuentro como si no necesitaran la victoria, abatidos por no se sabe qué y siempre replegados a merced de lo que hiciera el contrario. Perdieron fácilmente el mediocampo, con demasiada inferioridad, asumiendo que no estaba en su mano ganar tal contienda. Eso provocó que Bosnia se posicionara sin oposición y fuera dueña de la pelota, ergo, del partido. La defensa iraní, además, acusó de una desorganización total en las transiciones defensivas, lo que le llevó a encajar los goles. Carlos Queiroz no acertó con los últimos dos cambios, pues su equipo no consiguió más fluidez ni se acercó más al área adversaria.