Argelia lo logró. Ha hecho historia. El pueblo argelino puede estar más orgulloso que nunca de lo hecho por sus jugadores. Los Zorros del Desierto han accedido a los octavos de final, por primera vez en un Mundial, tras cuatro participaciones contando la presente. Tras la clasificación para Brasil y el posterior sorteo, Argelia tenía como objetivo mejorar el rendimiento de ediciones pasadas, logrando al menos una victoria, marcando algún gol. El tanto llegó en la primera jornada, el triunfo en la segunda. Y en la tercera, la clasificación. Algo sencillamente histórico, que tan solo algunos agoreros podrían haber predicho, viendo a sus rivales en el grupo.

Halilhodzic apostó por el mismo bloque

El técnico bosnio, visto el buen resultado que lograron los once hombres que alineó ante Corea, apostó por dar continuidad a los mismos. Acierto total, puesto que su equipo defendió bien y a la vez tuvo opciones en ataque, algo que no tuvo en el primer encuentro y sí en el segundo. Tan solo una permuta, quizás por cuestiones físicas, la de Belkalem por Bouguerra, que salvo en el gol rayó a un buen nivel por alto, aunque sí estuvo algo más dubitativo defendiendo su espalda.

Su equipo no tuvo las mismas facilidades que ante el conjunto asiático, pero supo aprovechar las debilidades en defensa de Rusia, el balón parado. Dos fueron los avisos de Slimani, hasta que encontró el gol. El ariete del Sporting es el auténtico héroe de Argelia, que con dos goles ha conseguido meter a su selección en los octavos de final. Por su parte, Feghouli peleó con alma de guerrero hasta la extenuación, mientras que Brahimi hizo todo lo posible por encontrar la vía de ataque. Pero los atacantes también defendieron en los minutos finales, como fue el caso de Ghilas o el propio Feghouli, que finalizó el choque como lateral zurdo junto a Mesbah.

Medjani y Bentaleb, pareja de baile ya consagrada, ejercieron como capataces en la medular, cortando y distribuyendo. Tanto con el balón en sus pies como cuando tuvieron que recorrer kilómetros sobre el verde para evitar el segundo tanto ruso. Hasta M’Bolhi, criticado por la prensa argelina antes del comienzo del Mundial, puso su grano de arena, con soberbias paradas, al igual que en anteriores encuentros.

Por primera vez en octavos

Y es que Argelia nunca ha estado en esta situación. Nunca había pisado los octavos de final de un Mundial, en sus tres anteriores participaciones. En la primera, se quedó a las puertas, mientras que en las dos siguientes ni siquiera logró una victoria. Todos los récords de Argelia han sido batidos en esta edición. Una victoria, 32 años después, ante Corea. Cuatro goles, en un mismo encuentro de un Mundial, siendo el primer africano en hacerlo. Y el pase a octavos, soñado, deseado y llorado con alegría por jugadores y afición.

Lo que llegue para el cuadro de Halilhodzic es ya un regalo. El Mundial de Brasil ya tiene un primer ganador, Argelia. Para el conjunto magrebí, su Mundial ya ha sido ganado, el trabajo ha sido realizado y solo queda disfrutar de ello. Pero el destino ha sido caprichoso, y enfrente tendrá a la misma selección que le privó de los octavos en el Mundial de España de 1982, Alemania. Aquel equipo al que derrotó en su debut, siendo el primer africano en vencer a un europeo en un campeonato mundial. Aquel conjunto que tuvo que tirar de bochorno, vergüenza y amaño para pasar a la siguiente fase al verse superado ante los argelinos. Mucho han cambiado las cosas desde entonces, pero qué mejor rival para disputar unos octavos. Lo lógica invita a pensar en un conjunto germano como vencedor, pero a veces esta no cumple con lo predicho.

Los héroes del 82 celebran ahora la gesta de los del 2014, consagrados ya como la mejor generación de todos los tiempos del fútbol argelino. Muchos nacidos en Francia, otros pocos en territorio magrebí, pero todos ellos identificados con la causa que les ha juntado en Brasil. Defender los colores de Argelia, alcanzar los octavos y honrar a todo un pueblo con su participación en la segunda fase.