Nigeria ofreció una caída digna ante un rival de altura como Francia. La selección africana aguantó durante varios minutos y, durante varios tramos del partido, fue la dueña y señora del mismo. No obstante, la mala suerte y la calidad del combinado galo acabaron decantando la balanza en favor de los hombres de Didier Deschamps, que certificaron su pase a cuartos de final del Mundial de Brasil 2014.

Ogenyi Onazi, sin embargo, se llevó algo más que la honra en el partido, tras una durísima entrada del francés, Blaise Matuidi, que sobre el terreno de juego derivó en una cartulina amarilla y en la retirada del jugador nigeriano sobre la camilla. Poco después se conocería que Onazi sufría una rotura de tibia y peroné que le mantendrá alejado de los terrenos de juego durante varios meses.

El jugador nigeriano publicaba en su cuenta de Twitter una fotografía con el estado de su pierna, poco después de que Matuidi se disculpase públicamente y lamentara una entrada fuera de lugar: "No quise hacerle daño, estoy decepcionado porque no soy un mal jugador”. “Pido disculpas. Fui a su vestuario para disculparme. Debí haber corrido, pero elegí disputar el balón”, explicaba el galo.