La era de Thomas XIII

Los Mundiales lo aman tanto como él a ellos. Se dio a conocer al mundo hace cuatro años y, ahora, se está estableciendo como el nuevo sinónimo de gol de Alemania. Thomas Müller ha comenzado a trazar un camino en el que la estética futbolística no lo acompaña, pero el gol parece ser inherente a su naturaleza aguerrida y luchadora.

La era de Thomas XIII
Thomas Müller es el nuevo referente goleador de Alemania en los mundiales. // (Foto de www.focus.de)
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Por Jonathan Josué Laguán

La época moderna ha dejado de lado las monarquías y las realezas. A diferencia de años anteriores, la humanidad ve con menos brillo el uso de una corona y el título real en un individuo. Sin embargo, en el mapa futbolístico, la presencia de un rey siempre será bienvenida. Desde Pelé, Maradona, Cruyff y Beckenbauer, ese gran Olimpo del Fútbol Mundial, hasta Zidane, Messi, Ronaldo o Iniesta, parte de la gloria contemporánea, la geografía futbolística y las páginas de su historia, tienen un espacio diseñado para contar las gestas épicas de sus máximos exponentes, de sus Reyes del Balón.

Dentro de ese contexto, nace la figura de un jugador poco preciosista a comparación de la nueva realeza del fútbol. No tiene el regate y control en velocidad de Messi, carece de la fineza y visión de juego de Iniesta, no es tan veloz y potente como Ronaldo y tampoco es ese baletista estético que era Zinedine Zidane. Sin embargo, el gol parece ser marca personal y, en un deporte donde el gol lo es todo, este hombre se convierte en un rey con la corona más brillante de todas. Este hombre es: Thomas Müller.

La marca singular de Thomas XIII

Con el dorsal 13 en su selección, Thomas Müller es un jugador que dista mucho del preciosismo de Özil o Götze y de la precisión quirúrgica de Kroos o Schweinsteiger. Sin embargo, a pesar de no ser un arte visual el verlo jugar, es una garantía de gol, entrega, lucha y pasión, palabras que se han visto traducidas en hechos a través de su presencia en el campo. Alemania tiene en Thomas XIII a un rey goleador, uno que encajaría en cualquier equipo, uno que encajaría en cualquier época, uno que tiene mucho por delante para trazar su propia línea temporal en los libros históricos del fútbol teutón y del mundo entero.

Sin lugar a dudas, Thomas Müller es el delantero más completo de la era actual del fútbol mundial

Más allá de no ser un dotado técnicamente, la habilidad de Müller va desde su polivalencia táctica, su versatilidad en el campo, su entrega, coraje y corazón y su movilidad de cara al gol, algo que le da la ventaja de ser el hombre a buscar para romper la meta rival o de abrir espacios para la llegada de alguien más hacia el gol. Ya sea de "nueve natural" o de falso nueve, Müller sabe moverse dentro del área. Ya sea para crear jugadas, asistir a un compañero o definir de cara a portería, Müller es mortalmente efectivo. Sin lugar a dudas, Thomas Müller es el delantero más completo de la era actual del fútbol mundial y uno de los más complicados de marcar para cualquier defensa.

Thomas Müller acumula ya 9 goles en apenas dos Copas del Mundo. // (Foto de excelsior.com.mx)

La peligrosidad de Müller va más allá de su goleo. Se expande hacia su capacidad creativa mediante la generación de espacios.

Dentro del área, Müller es una especie de cazador en constante movimiento. Es capaz de confundir a los centrales y descolocarlos. Su incansable labor de cara a gol hace que pase en constante movimiento, algo que lo convierte en un jugador difícil de marcar en uno contra uno o en zona. De igual forma, su movilidad sirve para habilitar a otros. Prueba de ello es el gol de Mario Götze ante Ghana o el de André Schürrle ante Argelia, en este mundial. En ambas ocasiones, Müller salió del área hacia una banda, corrió en diagonal hacia afuera, recibió, controló, centró y encontró a alguien frente a portería para definir a placer. La peligrosidad de Müller va más allá de su goleo. Se expande hacia su capacidad creativa mediante la generación de espacios.

De igual forma, sus formas de conseguir al gol van desde los ataques de exquisitez pura hasta la idea más cavernaria pero crucialmente efectiva para anotar. Desde una magistral volea hasta un auténtico puntazo, Müller siempre sabrá de qué forma definir, convirtiéndolo en el arma goleadora más temida de toda Alemania. De cabeza, en el área o fuera de ella, simplemente el gol es el aporte propio de Müller a esta nueva generación de futbolistas alemanes, tan tocadores como faltos de definición la mayoría de las veces, pero donde Müller se encarga de corregir las deficiencias en definición de forma acertada. El gol lo ama y él se entrega al gol en cuerpo y alma, algo que se muestra en su efusiva forma de celebrar cada anotación que consigue.

Los Mundiales, su auténtico reinado

Sus cualidades ya eran conocidas en Alemania, sin embargo, hacía falta una vitrina mundial para que el mundo autenticara su reinado. Esta vitrina fue la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Para esa ocasión, Michael Ballack, flamante líder y figura de Alemania hasta ese momento, sufrió una lesión que lo marginó del máximo evento futbolístico, dejando la interrogante sobre quién tomaría la estafeta en liderazgo y notoriedad en una generación todavía muy joven.

Es ahí donde Thomas Müller, ocupando el típico dorsal 13 del propio Ballack, tomó el rol de gol y eficacia en la joven Alemania. Le marcó a Australia, doblete a Inglaterra, uno a Argentina y cerró con gol ante Uruguay en el partido por el Tercer Lugar, terminando con 5 goles en Sudáfrica 2010 y siendo galardonado como el Mejor Jugador Joven del torneo. El despegar de Müller en una Copa del Mundo, ante rivales de peso e historia y dentro de un equipo sin mayores figuras conocidas, fue la máxima ratificación de su reinado. Su capacidad goleadora y su potencia y juventuda garantizaban que Alemania tendría al Señor del Gol en los Mundiales por mucho tiempo, ocupando el lugar que Klose dejara tarde o temprano.

La habilidad ofensiva de Müller sienta el precedente del nuevo delantero alemán

La gran ganadora de toda esta historia ha sido Alemania. El apellido "Müller" ha confirmado su significado de "GOL" dentro de la nación teutona y encuentra en Thomas un espécimen evolucionado, un delantero con movilidad y disciplina táctica, uno que, aunque menos brillante con el balón en los pies, se vuelve mortalmente efectivo frente a portería, lejos de ella o merodeando sus cercanías. La habilidad ofensiva de Müller sienta el precedente del nuevo delantero alemán, tal y como la idiosincracia futbolística de Kroos impone la nueva marca del volante teutón en la nueva era. Dentro de unos años, cuando Alemania madure la idea de su nuevo delantero, los libros de la historia del fútbol contarán que Thomas Müller fue el gran modelo a seguir.

Hay que hacer una aclaración: Thomas Müller no es solo delantero de Mundiales. La Eurocopa de 2012 también dejó en claro su potencia como fabricador de espacios. Desde la banda derecha, Müller era capaz de desbordar en profundidad, perforar en diagonal, arrastrar la marca enfilando hacia el centro y dejar en su costado una auténtica autopista para la llegada de Lahm, como lateral derecho, o de los volantes sobre el centro. Sea cual sea la competición que dispute, Müller siempre responde.

Apuntes finales

Thomas Müller, el rey Thomas XII de Alemania, es el nuevo emperador del gol en Baviera y todo el reinado teutón. Sus goles, su movilidad, su habilidad para crear espacio y su instinto definidor dentro del área, lo vuelven un auténtico dolor de cabeza para sus rivales. Dado a conocer al mundo en 2010, Müller ya había dado muestras de sus capacidades en Alemania con el Bayern de Múnich y simplemente necesitaba una vitrina más amplia para que todos vieran de lo que es capaz.

Thomas XIII expandirá su reino y sus hazañas serán recordadas en los grandes libros de las Crónicas del Fútbol Mundial.

Hoy, en la Copa del Mundo de Brasil 2104, Müller no ha hecho nada más que ratificar su título. Hat-Trick ante Portugal, luego de que Klose, en 2002, fuera el último alemán en firmar tres goles en un mismo partido mundialista. Luego, su gol ante Estados Unidos y sus asitencias a Götze (contra Ghana) y a Schürrle (ante Argelia) dan fe de su versatilidad y polifuncionalidad en el terreno de juego. Con 9 goles en dos mundiales, Thomas Müller apenas llega a acercarse a la mitad de su carrera futbolística, la cual promete que, dentro de poco, estaremos cambiando el nombre del máximo goleador de las Copas del Mundo.

Thomas XIII expandirá su reino y sus hazañas serán recordadas en los grandes libros de las Crónicas del Fútbol Mundial.