Van Gaal apunta a la estrella

Holanda y Costa Rica disputaron un intenso partido de cuartos de final. Ninguna de las dos selecciones llegaba como clara favorita, y ambas tuvieron oportunidades de conseguir estar en semifinales. Pero al final sólo puede quedar uno, y la suerte de los penaltis decantó la balanza en favor de los europeos, que alcanzan la penúltima ronda del Mundial por segunda edición consecutiva.

Van Gaal apunta a la estrella
Foto: BBC
albertogomez89
Por Alberto Gómez Torres

Las trayectorias de Holanda y Costa Rica a lo largo de la historia son totalmente opuestas. El combinado europeo lleva más de 40 años situada en la élite de las selecciones mundiales, mientras que los centroamericanos van dando pequeños pasos cargados de trabajo y esfuerzo para acercarse a los mejores.

El peso de la historia obligaba a Holanda a ser la principal favorita para conseguir el triunfo, pese a que su rival había dado cuenta durante el Mundial de selecciones como Uruguay o Italia. Esta presumible superioridad fue el principal motivo del cambio en la alineación de Louis Van Gaal, que apostó por colocar a Sneijder en el doble pivote y dar entrada a Memphis Depay en el extremo izquierdo para ganar verticalidad en la parcela ofensiva.

La concesión del balón

El partido comenzó según el guión previsto. Ninguno de los dos equipos se siente cómodo con el balón, como ambos han demostrado durante el campeonato, pero Holanda asumió el control del esférico desde el primer minuto, intentando poner tierra de por medio en el electrónico desde el pitido inicial.

Los holandeses intentaron crear peligro mediante dos vías diferentes cuando tenía el balón en su poder. La mayoría de jugadas de Holanda tenían como eje principal a Wesley Sneijder, el jugador encargado de crear el juego oranje. La segunda alternativa pasaba por hacer llegar el balón a Robben, que se mostró en los primeros compases del encuentro como el faro holandés gracias a sus continuas galopadas por banda derecha.

Pero los holandeses tenían un problema enfrente. Costa Rica se siente muy cómoda cuando concede el peso del juego a su rival, y un excelente orden táctico, especialmente en las tareas defensivas, le permite sentirse seguro en defensa, con un excelente trabajo de Tejeda, y confiar en sus posibilidades de salir al contraataque. Por si esto no fuera suficiente para frenar las ocasiones rivales, bajo palos cuenta con Keylor Navas, que a estas alturas ya es el mejor portero del torneo y que clasificó a su equipo para cuartos de final ante Grecia.

Holanda movía el balón de una banda a otra intentando encontrar un desquicio en la defensa costarricense, pero los hombres de Jorge Luis Pinto estaban muy bien plantados sobre el terreno de juego y no concedían espacios atrás. Holanda tocaba y tocaba, y el primer hueco en la zaga de Costa Rica llegó tras una gran jugada colectiva. El balón llegó a Van Persie dentro del área, pero el zurdazo del tulipán se topó con Navas, que volvió a reaccionar a la perfección al posterior disparo de Sneijder desde la frontal.

La ocasión de Van Persie espoleó a los holandeses, que vieron una rendija e intentaron aprovecharla para adelantarse en el marcador. Robben y Kuyt llegaban continuamente por banda derecha, el lado más débil de Costa Rica en esta fase del encuentro. Un centro del reconvertido carrilero derecho dejaba a Van Persie frente al portero, pero el asistente levantó el banderín señalando fuera de juego.

Pero Holanda es un equipo diseñado para correr, y los errores rivales los suelen castigar con asiduidad. Cerca estuvieron de hacerlo en el minuto 28, cuando una pérdida en el centro del campo de Bryan Ruiz ocasionó un contragolpe holandés. El balón llegó hacia Memphis Depay, que entró por banda izquierda y disparó hacia la meta tica, pero el balón volvió a encontrarse con Navas.

El balón parado

El único peligro de Costa Rica, además de las arrancadas de Joel Campbell, eran las jugadas a balón parado, donde el buen golpeo de Bolaños posibilitaba las ocasiones del conjunto centroamericano. Y precisamente en una falta lateral llegó la mejor oportunidad de los costarricenses. Bolaños envió el balón hacia el segundo palo, donde Borges cabeceó hacia el centro del área. Allí apareció Bryan Ruiz, que intentó una semichilena que sacó el defensor holandés bajo palos.

Pero sólo fue un oasis en el desierto. El dominio de Holanda seguía siendo bastante notable, si bien es cierto que sin crear demasiado peligro a la defensa de Costa Rica. Sólo hubo una ocasión más antes de finalizar la primera parte, y también llegó a balón parado. Esta vez el turno fue para Sneijder, que golpeó de manera magistral un lanzamiento de falta desde la frontal. El esférico buscaba el poste izquierdo de la portería tica, pero apareció de nuevo Keylor Navas para volar y mandar el balón a saque de esquina.

Foto: FIFA

Mismos actores, mismo guión

Así terminaban los primeros 45 minutos, que dejaban la sensación de dominio infructuoso de Holanda y una Costa Rica que se siente a la perfección cuando le toca defender. Estas sensaciones no variaron un ápice tras el paso por los vestuarios, y Holanda siguió sin inquietar a la zaga costarricense. El combinado oranje no demostraba demasiada ambición con el balón en los pies, y comenzó a crear peligro únicamente por las bandas y en acciones a balón parado.

La pizarra de Van Gaal tampoco funcionó en un saque de falta de Robben, y el disparo de Sneijder se marchó alto. De Vrij también pudo marcar tras el saque de esquina, pero la defensa centroamericana despejó sin complicaciones. El agobio holandés provocó la reacción de Costa Rica, que apostó por mantener la posesión del balón durante más tiempo e ir creciendo en el partido.

Los Ticos han demostrado durante el Mundial que también son peligrosos con el balón en los pies, y que pueden crear ocasiones a balón parado gracias al excelente golpeo de Bolaños. El centrocampista costarricense llevó el peligro al área holandesa en dos ocasiones consecutivas, una con un lanzamiento directo que se marchó alto y otra con un balón al segundo palo que cabeceó González fuera.

Los dos equipos parecían darse una tregua mediada la segunda mitad, y las posesiones eran totalmente estériles para las dos selecciones. El balón parado aparecía como único arma de holandeses y costarricenses, y la selección oranje estuvo cerca de adelantarse en el marcador con un cabezazo de Vlaar a centro de Sneijder que se marchó cerca de la portería de Keylor Navas.

El salvador toca madera

El partido transcurría sin ocasiones para ninguno de los dos equipos, pero de nuevo el peligro llegaba con un lanzamiento de falta. Corría el minuto 82 y Wesley Sneijder colocó el balón en el pico del área. El centrocampista del Galatasaray ejecutó un lanzamiento magistral y el balón se estrelló en el poste, suponiendo la mayor ocasión de toda la segunda parte del partido.

Foto: FIFA

La ocasión de Sneijder espoleó a Holanda, que veía como se terminaban los 90 minutos reglamentarios y comenzó a inclinar el campo hacia la meta defendida por Navas. Van Persie volvió a probar fortuna con un fuerte disparo desde dentro del área, pero el “9” volvió a encontrarse con Keylor Navas, que estaba completando un partido excepcional. El delantero holandés tuvo en sus botas la mejor ocasión del partido en el descuento. Un centro raso de Blind desde la parte izquierda se paseó por el área de Costa Rica para terminar en los pies de Van Persie, que golpeó de primeras. Con Keylor Navas fuera de la portería, emergió la figura de Tejeda, que salvó sobre la línea el gol de Holanda y envió el partido a la prórroga.

En el tiempo extra, el partido continuó donde lo dejaron ambos equipos, con los holandeses volcados hacia la meta costarricense y Keylor Navas aumentando su protagonismo en el partido. El guardameta del Levante envío a córner un cabezazo de Vlaar, manteniendo a su selección con vida en el partido. El cansancio comenzó a hacer mella en los jugadores, y los primeros 15 minutos de la prórroga terminaron sin claras ocasiones.

Pero unos cuartos de final de un Mundial no entiende de cansancio, y Holanda afrontó los últimos 15 minutos de juego con una clara vocación ofensiva. Van Gaal apostó por dar entrada a Huntelaar en sustitución de Martins Indi, y los primeros minutos de esta segunda parte de la prórroga se tiñeron de color naranja, aunque de nuevo sin superar el entramado defensivo de Costa Rica. Pero los centroamericanos no se resignaron a aguantar el empate, y comenzaron a acercarse peligrosamente al área de Cillessen. Bolaños, con dos grandes jugadas, puso en aprietos a Holanda, pero la mejor ocasión la tendría en sus botas Marcos Ureña, que obligó al guardameta holandés a desviar con los pies un buen disparo del delantero costarricense. La prórroga guardaría una oportunidad más de evitar los disparos desde los 11 metros. Holanda acarició en pase a los cuartos de final con un tremendo disparo de Sneijder, pero el balón acabó estrellándose en el larguero.

Quién no arriesga, no gana

Van Gaal sorprendió antes del fin de la prórroga cambiando al portero para la tanda de penaltis, por lo que Tim Krul sería el encargado de detener los lanzamientos de Costa Rica. Esta decisión del seleccionador holandés funcionó a la perfección, porque el portero del Newcastle, apodado Goyco, detuvo el segundo y el quinto lanzamiento, dando a su selección el pase a semfinales.