Argentina cayó derrotada en la final de la Copa del Mundo Brasil 2014 de una manera dolorosa: en la prórroga y tras haber plantado cara al gigante alemán. Las lágrimas inundaron las caras de todos los argentinos y, a la cabeza de ellos, Javier Mascherano. El jugador del Barcelona ha ofrecido un derroche de fuerza, sacrificio y corazón durante todo el Mundial y a pocos les dolerá la derrota más que a él.

Al finalizar el encuentro, Mascherano expresó su sentir: “El dolor va a ser de por vida porque era nuestra oportunidad. Lamentablemente, el fútbol tiene esto. Habrá que levantar la cabeza y tratar de soportar este dolor”.

“Es difícil de explicar. Pusimos todo para ganar y tuvimos las mejores chances. Dimos hasta donde nos aguantó el físico. Es inmenso el dolor. Queríamos llevar la copa a Argentina. Nos vaciamos e hicimos lo que pudimos y lo lamento por nosotros y por la gente. No tuvimos esa cuota de suerte, ellos si y se quedaron con la Copa”, expresó el futbolista argentino.

Finalmente, el Jefecito quiso destacar la satisfacción personal que sentía por el trabajo realizado por su selección: “Estoy orgulloso de haber vivido esto. Representamos al país de la mejor manera”.