El camino a la Euro 2016 que se disputará en Francia ha comenzado a lo largo y ancho del Viejo Continente. Los anfitriones del torneo, más que nadie, desean llegar a tan importante cita mejor preparados que nadie. Ante los galos, casi dos años sin competir de manera oficial. Las lagunas de concentración mostradas ante Serbia, los aspectos a corregir en Francia.
Didier Deschamps ha optado por altenar rivales de primera línea, como España o Portugal, con otras de menor nivel. La victoria ante España insufló una gran dosis de moral, a un equipo que corría el riesgo de caer en cierta depresión tras la dura eliminación del Mundial en cuartos ante Alemania, proclamada nueve días después campeona del torneo.
Serbia vivió con curiosidad el choque, tanto por la entidad del rival, como por ver el debut del holandés Dick Advocaat en el banquillo balcánico. La línea fue claramente continuista, como parece lógico en un debut, sin embargo las sensaciones fueron muy positivas.
Marcar y guardar la ropa
Deschamps presentó ocho cambios respecto a los hombres que vencieron a La Roja. Hugo Lloris, Raphael Varane, Moussa Sissoko y Paul Pogba fueron los que repitieron. Superado el susto inicial en un error de Lucas Digne, el lateral del PSG regaló la pelota a Dusan Tadic, obligando a Morgan Schneiderlin a corregir, Francia dominaba la situación ante una voluntariosa Serbia.
La defensa gala jugaba muy arriba, lo que hizo lucir las cualidades de Mathieu, con Remy Cabella y Loic Remy conectando arriba. Serbia intentaba apretar y salir rápido, con Zoran Tosic como hombre más activo en esos minutos, partiendo desde los costados. Advocaat confió todo al orgullo y la entrega, sin embargo, no lograba peligro real en ataque.
Cabella demostró menos de lo que se esperaba en su debut como titular en les bleus. Su contribución se limitó a poner un buen saque de esquina, que la sucesión de errores serbios, convirtieron en el gol de Paul Pogba. El centrocampista de la Juventus apareció totalmente sólo en el segundo palo para remachar a la red.
Hasta el descanso, Francia se limitó a esperar atrás y buscar la contra. El empuje de Serbia colaboró en gran medida al planteamiento de Deschamps. Empujados por su afición, los pegadores serbios, crearon auténtico peligro con lanzamientos de media distancia. Dusan Tadic la mandó rozando el poste al filo del descanso, poco antes Branislav Ivanovic falló en inmejorable posición. El central del Chelsea fue de nuevo pieza clave tanto en defensa como en ataque.
Serbia no se rinde nunca
El caracter balcánico planteó una segunda mitad muy movida. El segundo acto se inició con una gran oportunidad para Remy y Cabella, que solventó soberbio Stojkovic. Los locales siguieron atacando en busca del empate sin complejos.
El entramado defensivo francés se las apañó con cierta solvencia gracias a un renacido Raphael Varane, que emergió al mismo ritmo que se apagó Mathieu. Tosic con su enorme zurda era el único que lograba ver puerta, más allá del omnipresente Ivanovic.
Deschamps decidió refrescar arriba con Karim Benzema y Alexandre Lacazette. Advocaat, por su parte, optó por meter más calidad en la construcción con Zdravko Kuzmanovic. Ninguno de los tres aportó demasiado. Los cambios ralentizaron el ritmo del partido y Francia se desconectó.
Los galos se relajaron ante la inoperancia ofensiva, plena de voluntad pero inoperancia, de los serbios. El ambiente ya era casi soporífero cuando emergió un cañón. Una falta indirecta a la que Blasise Matuidi es el único con la concentración de salir, se convirtió en un obús imparable para Hugo Lloris. Aleksandar Kolarov sorprendió a los franceses con un disparo tan espectacular como habitual en este jugador.
Por delante diez minutos de dos equipos partidos. Una locura táctica con dos escuadras que no se conformaban con el empate, los franceses, demasiado tarde. La primera victoria de cualquier selección que formara parte de la antigua Yugoslavia (10 victorias y 5 empates) contra Francia, estuvo en la cabeza de Ivanovic.
El central, no lateral, no delantero centro, ¿quien lo sabe a estas alturas?, que ganó todas por arriba los 90 minutos, enganchó un complicadísimo cabezazo picado que Lloris sacó con un pie milagroso de portero de balonmano.
El empate final deja descontentos a los dos equipos. Francia mostró viejos vicios en algunos minutos que deben preocupar a Deschamps, mientras que Serbia debe continuar en el camino que Advocaat marque, jugadores tiene para volver a una Eurocopa 16 años después.