El triunfo de los porteros

Un continuo intento de reverdecer viejos laureles. Ese es el objetivo actual de Saint-Étienne e Inter de Milán, dos equipos en cuyo pasado vivieron momentos repletos de éxito y gloria, y que ahora deambulan sin rumbo fijo por sus respectivas ligas. La competición europea permite comprobar con mayor precisión cuál es el nivel de un equipo, y franceses e italianos se dieron cita en la cuarta jornada de la fase de grupos de la UEFA Europa League.

Ruffier salva a los franceses

El conjunto lombardo, que intenta demostrar que poco a poco puede alcanzar de nuevo la zona de cabeza del fútbol italiano, comenzó el encuentro en tierras francesas dominando la posesión del balón y protagonizando varias ocasiones. Mbaye y Kuzmanovic, en dos ocasiones, intentaron poner en apuros a Ruffier, pero sus disparos no inquietaron al guardameta francés. La primera ocasión clara de gol llegó en el minuto 12 por mediación de Palacio, pero su disparo se encontró con la buena intervención del portero local. El Inter seguía acosando la portería rival y disfrutó de algunas ocasiones más en la primera media hora de juego, mientras que el Saint-Étienne se defendió como pudo, realizando su primer disparo en el minuto 25.

El dominio visitante iba en aumento y en el minuto 33, Dodô logró poner por delante a su equipo y hacer justicia tras lo ofrecido por ambos equipos sobre el terreno de juego. El defensa brasileño recogió un rechace de Ruffier a disparo de Palacio para establecer el 0-1 en el marcador, lo que supuso el segundo gol encajado por el cuadro francés en la presente edición de la UEFA Europa League. El tanto no hizo variar el guión del encuentro, y los transalpinos siguieron asediando la portería rival en busca de ampliar la ventaja en el marcador. Sin embargo, la defensa francesa y Ruffier realizaron un gran trabajo y el marcador al descanso se mantuvo en el 0-1.

Cambio de tornas

Tras el paso por los vestuarios, el partido cambió radicalmente. A los cinco minutos de la reanudación, Bayal Sall logró el tanto del empate para el Saint-Étienne. El jugador del cuadro francés aprovechó un mal despeje de Vidic para establecer la igualada en el marcador a falta de 40 minutos para el final del encuentro. El gol de los locales provocó que la balanza se equilibrase, y ambos equipos dispusieron de ocasiones claras de gol.

Los franceses, espoleados por el gol, llegaron a poner en aprietos a Carrizo, que tuvo que realizar varias intervenciones de mérito para evitar la remontada gala. De hecho, el último tramo del partido fue de claro dominio del Saint-Étienne. El costamarfileño Gradel rozó el gol en varias ocasiones, al igual que sus compañeros Van Wolfswinkel y Diomande. Sin embargo, el guardameta del cuadro milanés se mostró muy seguro durante toda la noche y evitó la victoria francesa.

Una parte para cada uno y reparto de puntos. Los italianos pudieron sentenciar el encuentro en la primera parte, pero se encontraron con el buen hace de Ruffier. En la segunda mitad, fueron los franceses los que llevaron el peso del encuentro, pudiendo incluso conseguir la victoria. Con este empate, el Inter de Milán se mantiene líder del grupo F con ocho puntos en su casillero, mientras que el Saint-Étienne es segundo con cuatro puntos, empatado con los otros dos equipos del grupo.