La octava jornada de la liga australiana nos ha dejado una clasificación aún más apretada de lo que estaba antes de comenzar. El fin de semana ha estado marcado por las muestras de condolencias tras el fallecimiento de Phillip Hughes, el jugador de críquet (deporte muy seguido en Australia) que falleció esta semana pasada tras el impacto de una bola en su cabeza en pleno partido. En todos los campos de la A-League se ha guardado un minuto de silencio, además de un minuto de aplausos por parte de los aficionados en el minuto 63 de cada encuentro.

Tres de los cuatro primeros clasificados no pudieron ganar sus partidos, por lo que el quinto en discordia -que sí lo hizo- les ha recortado dos puntos. Grandes partidos como el derbi de Sydney, el duelo entre el segundo y el tercero y el estreno de Frans Thijssen como local en el banquillo de Brisbane Roar ante el líder de la categoría han marcado este fin de semana en el país más grande de Oceanía.

La jornada comenzaba el viernes con un duelo fraticida entre Melbourne Victory -segundo- y Adelaide United -tercero- en el AAMI Park de Melbourne, donde una primera parte en la que los ataques destrozaron a las defensas marcó un espectáculo muy atractivo para el espectador. La mala suerte se alió con los hombres de Gombau, que concedieron el primer gol muy temprano merced a un mal despeje de cabeza de Boogaard tras el saque de una falta que acabó colándose en su propia portería. Pese a ello, se repusieron rápidamente y apenas cinco minutos más tarde lograban empatar por medio de Mabil, que aprovechó una buena internada de Goodwin por la parte izquierda que terminó poniéndole un pase raso al segundo palo al joven keniata, quien le ganó la posición a Georgievski para rematar a placer y batir al cancerbero.

No obstante, nada le duró la alegría a Adelaide, ya que en la siguiente jugada inmediata, de nuevo la mala suerte se cebaba con ellos y, concretamente, con el español Sergio Cirio. Un centro al área lo despejó Boogaard con el pie, pero el esférico rebotó en la espalda de Cirio introduciéndose en su propia portería y volviendo a poner en ventaja al Victory. Los locales seguieron apretando en busca del tercero, y a la media hora de juego lo consiguieron por medio de Broxham, que remató completamente solo un centro de Fahid Ben Khalfallah. El partido tomaba color azul marino, pero antes del descanso Leijer derribaba a Cirio dentro del área, y el colegiado señaló un penalti que Carrusca se encargó de transformar, poniendo el 3-2 con el que se llegaría al descanso. En la segunda parte, pese a las acometidas de Adelaide, Melbourne tuvo el partido bien controlado y consiguió amarrar los tres puntos que les aúpan al segundo puesto, superando precisamente a su rival en este encuentro.

(Foto: Adelaide United)

En el primer turno del sábado, el líder Perth Glory visitaba al vigente campeón, un Brisbane Roar en horas extremadamente bajas y que estrenaba inquilino en el banquillo. Tras un saque de esquina, le cayó un balón a Marinkovic que golpeó de volea directo a puerta, pero Djulbic metió el pie en última instancia para desviar la trayectoria y despitar al portero para poner el primer tanto en el luminoso y adelantar al conjunto visitante. Los de Kenny Lowe pudieron ampliar distancias en los minutos posteriores, pero ante la falta de precisión fueron echándose cada vez más atrás hasta ceder el dominio a su rival. Brisbane, pese a desperdiciar -al igual que su rival- buenas ocasiones para marcar, tuvo como revulsivo salido desde el banquillo a Kurtishi, que sirvió un balón franco a Henrique cuando el tiempo expiraba para que éste definiese tranquilamente y pusiese el empate final que permite a Perth seguir en lo más alto de la tabla al menos una semana más, mientras que el Roar sigue sin levantar cabeza.

La máxima expectación sabatina estaba situada en el Oeste de la ciudad de Sydney, donde Western Sydney Wanderers y Sydney FC dirimieron una edición más del derbi de la capital de Nueva Gales del Sur. Las bajas de Gameiro y Dimitrijevic obligaron a Graham Arnold a presentar un once inicial con Brosque en una posición más adelantada a la que acostumbra y Smeltz de extremo izquierdo. Ali Abbas tuvo que retirarse lesionado tras una feísima entrada de La Rocca nada más empezar el choque, y tras habérsele realizado pruebas, se ha conocido que estará varios meses alejado de los terrenos de juego. Cuando más peligro estaba causando Sydney, el Wanderers golpeó primero con un gol de Juric tras un rechace. A punto estuvieron de marcar el segundo en la siguiente jugada, pero el dispro de Rukavytsya se estrelló en el poste. A cambio, recibieron el gol del empate con una jugada personal de Ibini tras un córner. Los sky blue pudieron llevarse la victoria en los últimos minutos, cuando estrellaron un balón en el larguero. Justo reparto de puntos que mantiene al reciente campeón de la Champions asiática como colista de la división y a sus vecinos metidos de lleno en la pelea por el título.

Juric celebra el gol ante Sydney FC en el derbi. (Foto: WSW)

La goleada del fin de semana se vivió en Nueva Zelanda, donde el único equipo de este país que juega en la liga australiana, Wellington Phoenix, destrozó a Melbourne City con un hat-trick de Nathan Burns. Encarrilaron el partido en el primer tiempo, con un gol del propio Burns regateando al portero y marcando a puerta vacía, y pese a que el asistente señaló fuera de juego, el árbitro concedió el tanto. Unos minutos después, Bonevacia, desde la parte izquierda del área, disparó y le coló el balón al guardameta por el ángulo corto para irse con dos goles de ventaja al entretiempo. Tras la reanudación, Burns y Krishna pusieron punto y final al encuentro con sendos tantos, y los penalties convertidos por Williams -haciendo el tanto del honor para los visitantes- y nuevamente de Burns resultaron intrascendentes. El resultado podría haber sido bien diferente si, en el primer minuto de juego, Dugandzic no hubiese fallado una oportunidad clarísima dentro del área tras un magnífico pase de Williams. Los de van't Schip siguen decepcionando profundamente en este inicio de campaña, en la que se esperaba mucho más de ellos, ya que partían como uno de los candidatos al título final.

En el partido que cerró la jornada, Newcastle Jets y Central Coast Mariners se repartieron los puntos en un partido frío y sin emoción ni apenas ocasiones. Montano abrió la lata tras el descanso, aprovechando la nula capacidad de despeje de la zaga visitante, pero poco después Vernes ponía las tablas definitivas llevando al fondo de la red una pelota que le sirvió un compañero por bajo al primer palo. Los Mariners podrían haberse llevado la victoria de no haber sido por una magnífica intervención de Ben Kennedy en la última jugada del choque tras un buen intento de Matt Sim. El punto no sirve a ninguno de los dos conjuntos para abandonar la mediocridad y empezar a despertar, ya que ven cómo los de arriba se alejan demasiado.

Tras ocho jornadas, Perth Glory se afianza en la primera posición con 19 puntos. Con uno menos le sigue Melbourne Victory, que aún no conoce la derrota en esta liga. Con 17 y en tercera posición encontramos a Adelaide United, y con uno menos -16- está Sydney FC, también sin saber lo que es perder, y cerrando así el cuarteto que encabeza la A-League. A cuatro puntos, en quinto lugar, se sitúa Wellington Phoenix, que le saca seis a sus máximos perseguidores, que son Central Coast Mariners y Melbourne City. Con cuatro puntos están Brisbane Roar y Newcastle Jets, si bien los primeros habrán de jugar este miércoles partido aplazado precisamente ante el equipo que, con tres puntos, cierra la clasificación: Western Sydney Wanderers.