El sueño ha terminado pero la fantasía perdurará por siempre. Este día, en contra de todo pronóstico, el Auckland City llevó a San Lorenzo de Almagro, Campeón de América, hasta los 120 minutos y terminó cayendo 2-1 en un partido en el que los oceánicos tuvieron iguales opciones de ganar que los argentinos. Un gol de Matos recién iniciado el alargue acabó con las esperanzas de los neozelandeses de llegar a la final de manera histórica, aunque no borrará lo hecho por el equipo de Oceanía, el cual peleará por el tercer lugar ante el Cruz Azul de México.

Una sorpresa para los argentinos

El partido arrancó con un ambiente espectacular en las gradas del Grand Stade de Marrakech, donde miles de hinchas cantaron a todo pulmón durante el partido y no dejaron de alentar a ambos equipos. Con dos equipos claramente definidos, Ramón Tribulietx, entrenador del Auckland, sorprendió a propios y extraños al parar su típico esquema táctico con líneas muy adelantadas y un intentó por manejar la posesión de balón desde el arranque del partido. Por su parte, Bauza intentó adelantar igualmente sus líneas y pelear el esférico para sorprender al equipo oceánico en su salida con balón dominado.

El partido crecía en intensidad aunque la claridad y precisión todavía eran materias pendientes

El partido comenzaba a pelarse con toda la fuerza posible de ambos equipos desde el comienzo, siendo así como Dordevic ganaba tarjeta amarilla al 8', mientras ambos equipos empujaban en zona media. Vicelich intentó un remate de larga distancia al 12', pero Barrientos sorprendía con un debsorde por derecha que terminó en centro a manos de Williams al 18'. El partido crecía en intensidad aunque la claridad y precisión todavía eran materias pendientes.

De Vries sorprendía en velocidad al 23', pero el corte de Yepes y Mercier era oportuno antes que el delantero cediera para Tade sobre segundo poste. El mismo Tade lo intentaba dejando a Yepes en el camino al 25' y, luego, Ortigoza mandaba un balazo a la puerta de Williams que el meta tapaba de forma espectacular. Berlanga cortaba una acción de Cauterruccio al 30' y Payne lo hacía sobre Ortigoza al 33', en el pasaje del partido en el que San Lorenzo comenzaba a imponer condiciones sobre los volantes del Auckland.

Tribulietx reaccionaba desde el banco y ordenaba el retraso de De Vries sobre el centro, para oxigenar a Vicelich y Payne en la marca sobre el centro

Sin embargo, Tribulietx reaccionaba desde el banco y ordenaba el retraso de De Vries sobre el centro, para oxigenar a Vicelich y Payne en la marca sobre el centro del campo y empujaba con Tade y Tavano por las bandas, aunque con el argentino más incisivo que el mexicano. Con este movimiento, el Auckland manejó de nuevo el equilibrio en la zona media y comenzó a cerrarle los espacios a un San Lorenzo que no terminaba de entender las ideas de su rival y que se mostraba superado por su rival en muchas pasajes del primer tiempo.

Pero, sobre el final del primer tiempo, al 45+2', San Lorenzo apelaría a su mayor rodaje y experiencia sobre el terreno de juego y en una acción individual de Emmanuel Mas, el volante cedería el balón para la llegaba de Barrientos sobre el otro poste, quien definía fuerte y raso sobre la salida infrutuosa de Williams para poner el 1-0 en el marcador. Una gran definición en la única jugada del partido en la que se pudo romper a la defensa del Auckland en base al toque corto y la asociación de líneas, algo que San Lorenzo nunca pudo manejar con libertad.

Berlanga pone la esperanza y Matos, la realidad

La segunda parte volvió con el pincel del primer tiempo: partido parejo, disputado y sin un dominador claro de las acciones. San Lorenzo, históricamente más poderoso que su rival, no lograba imponer esas condiciones y se topaba con un conjunto oceánico diferente a lo que se esperaba. La rapidez, empuje, inteligencia defensiva, derroche físico y buen dominio del balón eran las armas que dejaban imprecisos a los argentinos y totalmente atónitos a lo que estaban enfrentando en Marrakech.

La segunda parte volvió con el pincel del primer tiempo: partido parejo, disputado y sin un dominador claro de las acciones

Poco a poco, el complemento se volvió una lucha física y de inteligencia sobre el césped marroquí, con dos equipos cerrados en no cometer errores y buscando confundir al rival para provocar un agujero en el cual colarse y definir el partido. San Lorenzo no buscaba rematar el encuentro y optaba por adormecer las acciones y buscar la desesperación del rival. Sin embargo, Tribulietx, gran artífice del Auckland City, mandaba a sus muchachos con la misma idea ofensiva y bien plantados por las bandas, con Takuya y Berlanga en constante arribo y conjunción con Tade y Tavano, aunque, como en la primera parte, con el argentino Tade como mayor protagonista.

Pero, en medio de la confusión de las acciones, sobre minuto 67, una gran conexión colectiva de Tade, Tavano y De Vries le regaló el empate al Auckland y la esperanza de acariciar la semifinales. Tavano tomó el balón en tres cuartos de cancha y armó una serie de paredes con Tade, quien cedió a la espalda de los defensores argentinos. De Vries corrió a toda velocidad pero, ante la salida de Torrico, punteó el balón para la trepada de Berlanga, quien definió a puerta vacía y casi sin ángulo. Era el 1-1, un resultado justo y que resumía lo acontecido durante el partido.

Tras el gol, el Auckland echó mano de todo su ímpetu y empuje y se volcó sobre la puerta de Torrico para conseguir la victoria y evitar el alargue. Por su parte, San Lorenzo, anonadado y sorprendido por lo mostrado por el cuadro oceánico, estuvo a punto de verse fuera de la fiesta grande de Marruecos al 81', cuando De Vries se escapó de Buffarini y cedió para Tade que llegaba solo por el otro extremo. El argentino acomodó de derecha, pero su definición de zurda sobre la salida de Torrico salió totalmente desviada y perdía así la mejor chance de avanzar a la final del Mundial de Clubes. Con dicha acción se cerraban las emociones del tiempo regular y entrábamos al alargue.

El cansancio fue el factor clave que jugó a favor de San Lorenzo

Para el tiempo extra, los de Tribulietx comenzaban a dar muestras de cansancio, algo natural al llegar al partido tras tres encuentros jugados, un alargue, una tanda de penales y otro alargue sobre sus espaldas. Sin embargo, San Lorenzo percibió el agotamiento rival y, al 98', un centro de Romagnoli fue mal rechazado por Irving y quedó la pelota en pies de Matos, quien, de zurda y fuerte sobre el césped, colocó el 2-1 definitivo en el marcador. Williams no pudo contener el disparo y Takuya no reaccionó a tiempo para impedirlo. El cansancio fue el factor clave que jugó a favor de San Lorenzo.

Tras el gol, el Auckland no bajó los brazos e, incluso, tuvo un balón al poste tras disparo de Payne al 104', pero el cansancio no dejaba fluir las ideas y, más allá del ímpetu, los oceánicos no tuvieron opciones claras de gol y no pudieron remontar el marcador ni llevarlo a los penales. Con este resultado, San Lorenzo anota su nombre para enfrentar al Real Madrid en la Gran Final del Mundial de Clubes, enviando al Auckland City a pelear por un histórico Tercer Lugar ante Cruz Azul de México. San Lorenzo está en la final, sin embargo, lo obtuvo sin superior al Auckland y dejando dudas que, ante un equipo como el Real Madrid, podrían hacerle quedar fuera de tener opciones al título mundial.

San Lorenzo (2) Auckland City FC (1)
Torrico 6 Williams 8
Yepes 6 Takuya 7
Mercier 6 Bilen 7
Buffarini 5 Berlanga 8
Kalinski 5 Irving 6
Cauteruccio 5 Payne 7
Barrientos 6 De Vries 6
Kannemann 5 Vicelich 6
Ortigoza 5 Dordevic 5
Mas 5 Tade 8
Verón 5 Tavano 4
Remplaçants
Romagnoli 7 Browne 4
Matos 7 Issa 5
Quignon 5 Burfoot 5