El Leverkusen visitaba el campo del penúltimo clasificado de la Bundesliga, en este caso en Copa. Los de Hyypia, uno de los equipos de moda en el fútbol europeo, comenzaban el partido enchufados y aprovechando un error de la zaga local que les pondría por delante en el primer minuto de partido.

Pifias locales nada más empezar

Sacaba el Friburgo de centro hacia Höfler, que daba un horrible pase atrás para que Kruse, más activo que los centrales, batiera a Baumann en el primer tiro a puerta del partido. Dos minutos después Son estaría a punto de volver a marcar. Se plantaba solo ante Baumann gracias a un pase en profundidad pero su tiro se iba rozando el poste. Además, la presión iba a dar otra oportunidad, a KieBling tras otro mal pase atrás esta vez de Diagne. El delantero chutaba y obligaba al guardameta local a realizar un paradón, desatando los silbidos en el Mage Solar Stadion.

El shock del gol le duró a Friburgo 9 minutos tras los cuales comenzó a crear peligro por medio de Coquelin. Pero la defensa seguía sin enterarse de que el partido había comenzado. Diagné daba otro pase atrás horrible y Kießling se plantaba ante Baumann, que la sacaba muy bien. Sin embargo los hombres de arriba del Friburgo intentaban maquillar los errores de su defensa, primero Donati tenía que sacar el balón del área con Darida en boca de gol y después Ginter sacaba un remate poco ortodoxo que  Emre Can repelía casi en la línea de gol.

Pasado el cuarto de hora, el Friburgo se hizo el dueño del balón combinando muy bien en el juego ofensivo con Mehmedi y Darida como jugadores más destacados. Poco se veía ya del Leverkusen arrollador de los primeros minutos.  En otra de estas combinaciones llegaría el merecido empate en una buena jugada de los locales. Darida recibía en la banda derecha con demasiado espacio y ponía un centro muy preciso a la cabeza de Ginter que no perdonaba. Gran inicio de ambos conjuntos que ofrecía un arsenal de fútbol ofensivo.

Tras el empate nada cambió para los de Streich que siguieron con el dominio del juego, pero que seguían perdiendo balones que levantaban el murmullo de sus aficionados. El Bayer llegaba por medio de balones largos buscando a Kießling que convertía en bueno cualquier balón que le llegaba pero que estaba demasiado solo. 

La presión de los locales cada vez era más agresiva, lo que originaba pérdidas constantes en un Leverkusen que estuvo a merced de su rival la primera parte. Y en unas de esas pérdidas llegaría la jugada polémica del partido. Ginter entraba sólo en el segundo palo y remataba a gol, Leno tocaba con la mano y el balón daba en la cabeza de Wollscheid, que estaba en la misma línea de gol. El propio Günter reclamaba enfadado el gol al asistente que no lo concedía. Los minutos finales de la primera parte fueron también para el Friburgo que reclamó una mano en el área y que mereció ir por delante al descanso.

Arrancaba la segunda parte con un juego demasiado embarullado y con demasiados parones por faltas. El Bayer se plantaba un poco más arriba en la presión pero el Friburgo, como si de los mejores equipos de Europa se trataba tocaba y tocaba el balón saliendo con una facilidad pasmosa hacia terreno rival.

Ginter era el mejor jugador de los locales durante todo el partido e iba a obligar en los primeros minutos de la segunda mitad a Leno a realizar una de las paradas de la temporada. El joven valor de los de Streich empalaba un balón a la escuadra izquiera de Leno que volaba de manera espectacular para meter una mano salvadora. El Bayer quiso responder inmediatamente y a la jugada siguiente Kruse centraba raso, pero Diagné esta vez no se dejaba sorprender y despejaba fuera. Sin embargo esa fue su mejor jugada en muchos minutos en la segunda parte en la que el Friburgo volvía a merecerse ir por delante en el partido.

Fernandes ganó en presencia en el medio campo, algo que agradeció el Friburgo que veía como su medio del campo era muy superior al de los visitantes. El aparecía por ambas bandas y creaba peligro con centros que la defensa despejaba con apuros. Los locales, rozarían el gol en una falta lateral pero la defensa sobresaliente de los locales, despejaba en área pequeña el balón. Acto seguido, Mehmedi se plantaba en el área del Leverkusen y buscaba la escuadra pero de nuevo el cuero no veía portería.  Los de Hyypia lo estaban pasando realmente mal perdiendo balones incluso en su propia área.

Injusto premio para los visitantes

Sin embargo, el fútbol iba a ser injusto con el Friburgo que vería como en la primera ocasión en veinte minutos, los visitantes iban a ponerse por delante sin merecerlo. Emre Can se plantaba en el área de Baumann y con la calidad que atesora, la colocaba pegada al palo donde nada podía hacer el joven portero. Este duro mazazo hizo que el Leverkusen estuviera cerca de sentenciar el partido a la salida de un córner pero Rolfes a escasos metros de la línea de gol remataba fuera de los tres palos.

Con empuje y casta, el Friburgo se fue en busca del empate, pero Mehmedi algo egoísta chutaba sin peligro sobre la meta de Len. En el tramo final, el Bayer de manera inteligente se dedicó a parar el partido y a dejar pasar el tiempo, llevándose un partido que resolvió por la calidad que le faltó al Friburgo.