Borussia Mönchengladbach y Schalke 04 se citaban para disputar el encuentro correspondiente a la 15ª Jornada de la Bundesliga. Un encuentro donde los locales querían seguir con el pleno de victorias en casa, mientras que los visitantes querían recortar distancias con los de arriba. Los pupilos de Lucien Favre acabaron llevándose los tres puntos en un encuentro donde fueron superiores aunque se acomodaron y acabaron sufriendo.
El encuentro comenzó con intensidad por parte de ambos conjuntos, intentando implantar su juego sobre la pista. Las ocasiones no llegaba en ninguna de las dos porterías hasta que en el minuto 16 Julian Korb agarraba dentro del área a Kevin-Prince Boateng, cometiendo penalti, que no desaprovecharía Jefferson Farfan para adelantar a los suyos. Este gol pareció dar vida al B. Mönchengladbach, quienes se fueron arriba, presionando desde la primera línea del rival y teniendo el balón en su poder. Este esfuerzo tuvo su recompensa en el minuto 24 cuando Raffael aprovechaba una rápido recuperación de su equipo para enganchar un disparo por toda la escuadra que pondría la igualada.
El Schalke se encontraba sin ideas sobre el terreno de juego, moviendo el balón en su propio campo y viéndose superado por un rival mejor replegado. Los locales tuvieron varias ocasiones de peligro pero el guardameta Fährmann mantenía con vida a su equipo, enfriando así el partido.
Segunda amarilla para Höwedes y remontada
Cuando todo parecía destinado a irse al descanso con la igualada en el marcador, el encuentro dio un giro inesperado. El defensa del Schalke, Höwedes, sacaba la mano dentro del área y cometía penalti, suponiendo esto su expulsión. Max Kruse no desaprovechaba la oportunidad y con un disparo raso conseguía poner por delante a su equipo en el marcador.
El colegiado pitaba el final de los primeros 45 minutos con el que llegarían al descanso con el marcador de 2-1. Jen Keller veía como su equipo se iba por debajo en el marcador a los vestuarios y con un jugador menos con toda una segunda parte por disputarse, duro golpe para el Schalke.
Schalke creo más peligro en la segunda parte con un jugador menos
La segunda parte empezaba con ambos equipos viéndolas venir. Kevin-Prince Boateng seguía perdido como referencia ofensiva, notándose la baja del killer Huntelaar. El Borussia Mönchengladbach pudo cerrar el encuentro con un gol de Raffael pero el colegiado pitó fuera de juego en una jugada muy dudosa. Los locales seguían encontrando espacios en la defensa rival y estuvieron a punto de marcar el tercero pero no conseguían materializar las oportunidades.
Conforme pasaban los minutos los locales se iban relajando y cometiendo muchos errores en la parcela defensiva, donde aparecían los jugadores más rápidos del Schalke para dar un susto pero les costaba ver puerta. Lucien Favre se desquiciaba viendo como sus jugadores no amarraban el partido y les daban vida al contrario, y es que el Schalke estaba siendo mejor sobre el terreno de juego.
Jens Keller se espera al final para buscar un revulsivo
El entrenador visitante parecía no tener prisa para buscar la igualada y fue en los minutos finales cuando dio salida a Fuchs, Szalai y Clemens para intentar rasgar algo del partido. Con todo ya perdido, los visitantes se volcaron al ataque, incluso subiendo Fährmann a rematar los córner, estando a punto de marcar de cabeza. Borussia M. tuvo que sufrir hasta los segundos finales, donde Ter Stegen tuvo que scar una mano salvadora al cabezazo de Kevin-Prince Boateng para salvar los tres puntos de su equipo.