Arrancaba el partido con un Hertha bien situado en la clasificación y un Werder Bremen que llegaba con muchas dudas al encuentro. Los primeros instantes fueron de mucho respeto entre ambos equipos, que convirtieron los primeros quince minutos en un partido soso. Ninguno de los conjuntos era capaz de combinar con éxito ni de llegar con peligro al área rival. Sin embargo, según fue avanzando el partido, este se rompió y dejó diez minutos espectaculares que trajeron tres goles y mucho futbol.
Partido roto
Serían los visitantes, que había tenido menos presencia en el juego incluso que los locales los que se adelantarían en el marcador. Petersen llegaba muy bien al área de Kraft y sacaba un chut potente tras recibir un pase desde la banda colocando el 0-1 en el marcador.
Sin embargo, sin casi tiempo para asumir el gol, el Hertha se volcaba en ataca tras el saque de medio y Gebre Selassie les ponía en bandeja el gol con un penalti muy inocente que Ramos se encargaba de transformar. Los locales tomaron el mando en el juego llegando cada vez con más peligro y remontando en diez minutos. Ramos, el hombre de la primera parte para los de Luhukay, combinaba muy bien con Hosogai se colaba en el área y cruzaba muy bien el balón ante un Wolf que nada podía hacer. 2-1, remontada local, y partido nuevo en el Olympiastadion.
Con el Werder Bremen en Shock, parecía que la primera parte iba a ser algo más placida para los locales. Pero nada más lejos de la realidad, Hunt aprovechaba una pérdida en el medio campo del Hertha para lanzar una gran contra que culminaría en gol después de recibir un genial pase de Petersen. De nuevo el empate en el marcador, en unos minutos para el espectador, de goles ocasiones y buen juego. Después la igualada en el marcador, ambos equipos se preocuparon más de no conceder ocasiones que de crearlas, y en los minutos finales las jugadas de peligro sólo llegarían a balón parado, sin embargo, el marcador no se movería.
Tras el inicio de la segunda parte, el partido comenzó con ocasiones para ambos equipos. Primer Peterson, a la salida de un córner veía como su remate se iba lamiendo el poste en la primera ocasión de los visitantes. Y de ahí hasta el final, pocas o ninguna noticia se tuvieron del Werder Bremen que estuvo a merced de su rival, eso sí sin sufrir casi en defensa. Entonces sería el Hertha el que cogería el timón del partido, y gozaría de las mejores ocasiones en la segunda parte.
Los locales, por medio de Ronny, se encargarían de desequilibrar el marcador con un gol a los pocos minutos de iniciarse la segunda parte. Pekarik remataba un centro medido desde la izquierda y Wolf realizaba una gran parada, pero Ronny en el lugar y en el momento idóneo recogía el rechace y ponía el 3-2 a portería vacía. El gol tempranero no hizo despertar a un Werder Bremen muy conservador, que parecía conformarse por momentos con la derrota.
En los locales, Lustenberger y Ndjeng no acertaban a sentenciar el marcador y veían como dejaban vivos a los de Robin Dutt que pese a todo, iban a tener oportunidades en los minutos finales. Hunt lanzaba una falta y Kraft con apuros la despejaba con tan buena suerte que el cuero daba en el palo y salía rechazado hacia fuera. La última para los noroeste de Alemania, llegaría por medio de Elia pero la defensa rápida se encargaría de repeler el tiro y de asegurar unos importantes tres puntos en la lucha por mantenerse en la parte alta de la clasificación.