Cuarto contra quinto, o lo que es lo mismo, un puesto por acceder a la próxima Champions League, es lo que nos tenía deparado este choque que aglutinaba todos los focos del domingo en la Bundesliga. Borussia Monchengladbach y Wolfsburgo se disponían a jugar uno de los partidos más esperados del fin de semana, que además, con el pinchazo ayer del Dortmund en casa, también se tornaba decisivo en aspectos clasificatorios. Ambos equipos llegaban en un buen estado de forma, los unos, después de llevar más de ocho jornadas sin conocer la derrota, los otros, tras ganar por 3-1 al Stuttgart y acrecentar su candidatura a lo más alto.
Cada cual a su estilo
El Wolfsburgo intentó generar peligro gracias a un gran juego asociativo, poniendo muchos jugadores por delante del balón
Entre tanta expectación, el partido comenzó de la única manera que pudo haber empezado, con los dos equipos bien armados, presionando la salida de balón del equipo contrario, y sin ceder ni un solo metro. Sin embargo, esta circunstancia apenas duró quince minutos, y pronto se pudo ver hacia que vertientes iba a dirigirse el partido. El Wolfsburgo fue quien comenzó ostentando la iniciativa, intentando generar peligro gracias a un gran juego asociativo, poniendo muchos jugadores por delante del balón y combinando sin descanso de un lado a otro del rectángulo de juego. En la esquina opuesta, el Monchengladbach esperaba atrás, quizá algo falto de intensidad, pero esperando su momento para robar y salir rápido al contraataque.
En la primera mitad, el plan pareció resultarle más eficaz al Wolfsburgo, que poco a poco logró acercarse a la meta defendida por ter Stegen con varias aproximaciones. La primera de ellas, una magnífica combinación de los lobos iniciada por Ricardo Rodríguez, que fue a parar a los pies de Caligiuri, y éste, tras meterse dentro del área, se mostró incapaz de batir al meta visitante. Los de Hecking lo intentaron una y otra vez de la mano de un Diego muy activo, que completó una primera mitad magnífica. En los visitantes, sólo Raffael, valiéndose de su indudable calidad individual, era capaz de poner en ciertos problemas a la zaga que hoy vestía de verde, lo demás, lentitud, previsibilidad y falta de ideas. Los minutos pasaron, pero el hacendoso Wolfsburgo fue incapaz de adelantarse en el marcador ante un Borussia con muy poco que ofrecer, con lo que se llegó al final del primer tiempo.
A base de zarpazos
La segunda mitad comenzó de una manera inmejorable para los visitantes, que vieron como a los pocos minutos de arrancar, un gran balón raso de Ricardo Rodríguez fue a parar a los pies de Diego, que, tras revolverse en el área, ajustició la meta de ter Stegen. Era un primer gol esperado, tras el cual, el Wolfsburgo reculó ligeramente, dejando toda la papeleta a los de la Renania del Norte-Westfalia. Tuvo suerte el equipo dirigido hoy por Lucien Favre, pues a los pocos minutos de darse esta situación, un balón recibido por Raffael a unos 25 metros del área, acabaría significando el empate. El brasileño encaró a Knoche y Rodríguez, que una vez más se vieron superados, y terminó sacando un magnífico latigazo con la derecha, que superó a Benaglio. Mención aparte merece hoy el partido de Ricardo Rodríguez, que si bien estuvo notable en ataque, en defensa sufrió y mucho, ante el escurridizo delantero brasileño.
Un libre directo sacado de una manera magistral por el venezolano se coló por la escuadra derecha
Por si esto fuera poco, apenas tres minutos después de este gol, un libre directo sacado de una manera magistral por el venezolano Arango, totalmente desapercibido hoy, se coló por la escuadra derecha de la meta de Benaglio. Este tanto llegó para incredulidad de unos, que no se explicaban como había podido pasar esto, y algarabía de otros, que veían muy cerca la victoria en un partido, en el que ni mucho menos las habían tenido todas consigo.
Reacción justo a tiempo
En ese momento, el técnico visitante intentó de todas las formas posibles reanimar a los suyos, que ahora sí, deambulaban por el campo como si un tren les hubiese pasado por encima. Tuvo que ser Caligiuri, en una jugada de más coraje que calidad, quien empujase el balón dentro del área, para que Luiz Gustavo rematara contra el pecho de ter Stegen, hasta que finalmente Dost recogiera el rechace, poniendo el definitivo empata a dos en el electrónico. Ese empate a dos, conseguido a escasos tres minutos de los noventa reglamentarios, significó el final de un partido, donde ambos parecieron acabar satisfechos por el resultado.
Este marcador permite a los potros adelantar al otro Borussia en la clasificación, que ahora ostenta la cuarta posición, separado a tan solo dos puntos de un Wolfsburgo, que cada día más, parece empezar a creérselo. Este partido es el último que nos brinda esta Bundesliga antes del parón invernal, que mantendrá la competición en stand by durante un mes, con una clasificación que luce de esta manera:
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