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"El Cazador" revivió la sonrisa en Gelsenkirchen

Con tres goles de Klass-Jan Huntelaar, el Schalke 04 se impuso 4 por 0 a un Hoffenheim que perdió el brillo con el que destrozó al Wolfsburgo la fecha pasada. El triunfo le viene bien a un equipo goleado y vapuleado en sus últimos compromisos.

"El Cazador" revivió la sonrisa en Gelsenkirchen
jjlaguan
Por Jonathan Josué Laguán

En una tarde espléndida para "El Cazador" Klass-Jan Huntelaar, un herido equipo del Schalke 04 sanó sus heridas, recuperó la confianza y enfiló una victoria por goleada ante un Hoffenheim que lució descafeinado y sin brillo a comparación del equipo que le colocó 6 goles al Wolsfburgo la fecha anterior.

Los tres goles del centrodelantero holandés y uno más de Obasi fueron suficientes para que el equipo de Gelsenkirchen limpiara un poco la imagen que venía arrastrando luego de caer 1-6 ante Real Madrid por Champions League y 5-1 ante el Bayern de Múnich la fecha anterior del torneo local.

Un inicio con gol, pero de poco voltaje

El partido inició con poca brillantez y con dos equipos a la expectativa de lo que traía el rival para afrontar el encuentro. La posesión era dividida y se caía en la imprecisión al momento de desarrollar el juego con el balón en los pies. Los primeros minutos carecían de llegadas y pintaban un panorama gris en un partido que, parecía, acabaría deslucido y sin emociones. Sin embargo, en ese contexto, fue el Schalke el pegó primero.

Fue al minuto 5, luego de un tiro de esquina rechazado por Strobl. El balón lo recogió Kolasinac en el centro del campo, envió un balón largo que ganó Huntelaar, quien armó una auténtica pared al borde del área con Matip usando la cabeza.

La devolución medida y quirúrgica del central dejó a Huntelaar solo frente a Casteels, quien nada pudo hacer para contener el disparo de pierna derecha del centrodelantero. Era el 1 a 0 y el grito de toda la afición del Schalke se hizo sentir en el Veltins Arena.

Era el 1 a 0 y el grito de toda la afición del Schalke se hizo sentir en el Veltins Arena.

La respuesta del Hoffenheim no se hizo esperar. Apenas dos minutos después del gol del local, Volland le ganaba el duelo a Kolasinac por izquierda, tocaba para Firmino sobre el borde del área y el "10" del Hoffenheim conectaba un disparo que fue tapado por Färhmann, pero, en el rebote, Modeste no logra conectar con comidad y deja el balón suavemente en los guantes del guardameta.A partir de ese momento, el partido volvió a caer en el bache de impresiciones y poca intensidad con el que comenzó, dejando el gol de Huntelaar y la respuesta de Firmino y Modeste como un momento aislado en el desarrollo del encuentro.

Un nuevo golpe del local

Lo más destacado a partir del minuto 15 fue únicamente una volea de Modeste a pase de Firmino que se fue sobre la portería del Schalke y una amarilla para Draxler por una falta extremadamente fuerte sobre Sebastian Rudy. Por lo demás, sería hasta el minuto 27 cuando las emociones volverían a subir de nivel. Fue en un intento de salida de Herdling que fue interrumpido por Boateng y la buena marca del Schalke. El volante ganés cedió el balón para Julian Draxler quien, apenas controló el esférico, cedió en diagonal sobre la izquierda para la llegada de Huntelaar que no acomodó el balón, sino que conectó de primera intensión y la clavó junto al poste izquierdo de Casteels para decretar el 2 por 0.

El golpe anímico lo resintieron los dirigidos por Markus Gisdol y, apenas, dos minutos después del gol, una buena conexión de pases entre Draxler y Boateng permitió a Neudstädter sorprender a la espalda de Rudy y Polanski, pero éste último lo bajó dentro del área y el árbitro no dudó en decretar la pena máxima. Sin embargo, bien dice el dicho que "hasta los grandes fallan", siendo ésta vez Huntelaar el ejemplo de ello.

El Schalke dejaba ir la posibilidad de irse 3 por 0 al descanso y Huntelaar la de poder convertir un hat-trick en apenas 30 minutos.

El goleador de Gelsenkirchen se paró frente a Casteels y se tomó con tranquilidad el cobro de la pena máxima. No obstante, la tranquilidad fue tanta que, en un intento por amagar, Huntelaar frenó antes de patear y le permitió al guardameta visitante leer sus intensiones y lanzarse hacia su poste izquierdo para tomar el suave disparo de "El Cazador". El Schalke dejaba ir la posibilidad de irse 3 por 0 al descanso y Huntelaar la de poder convertir un hat-trick en apenas 30 minutos.

El resto del primer tiempo fue con la misma tónica sin brillantez ni emociones. Solamente un disparo seco de Obasi tras un gran centro de Draxler fue lo más cerca que estuvo el Schalke de la puerta de Casteels. Por su parte, el Hoffenheim seguía sin generar fútbol ofensivo y no poseía ideas claras para llegar a la puerta de Färhmann con peligrosidad.

Un paseo de campo en el complemento

La segunda parte fue un dominio total del Schalke y un intento infructuoso del Hoffenheim por tan siquiera causar sensación de peligrosidad. Markus Gisdol intentó corregir su planteamiento haciendo ingresar a Vestergaard y a Salihovic para tratar de enmendar los huecos defensivos y la falta de creatividad mostradas en la primera parte. Sin embargo, fue el equipo de Jens Keller el que encontró algo al frente que le permitió afrontar con mayor comodidad el resto del encuentro.

Era el 3 por 0 en apenas 10 minutos del segundo tiempo y el partido lucía ya sentenciado.

Sobre minuto 55, Boateng se coló por banda derecha, le ganó la posición a Beck y, tras una serie de rebotes y de disputa por el balón entre el ganés y el lateral zurdo del Hoffenheim, fue Boateng quien envió un centro en diagonal que encontró Obasi para conectar un derechazo seco y a ras de piso que se coló como un misil en la esquina del poste derecho de Casteels y entró a portería. Era el 3 por 0 en apenas 10 minutos del segundo tiempo y el partido lucía ya sentenciado.

La euforia fue evidente en el público del Veltins Arena quienes, instantáneamente, comenzaron a corear la victoria y a recuperar la confianza tras las espantosas actuaciones de su equipo, en especial el sector defensivo, de los encuentros anteriores. La respuesta de Gisdol no se hizo esperar y se llevó a un gris Modeste, que no pudo emular la actuación de la fecha anterior ante el Wolfsburgo, para dar paso a Schipplock y buscar algo más en el sector ofensivo. El Schalke dominaba el balón. Neudstädter y Boateng le ganaban el duelo a Rudy y Polanski y el resultado era un claro 3 por 0 y la nula respuesta del equipo visitante.

Comodidad y Dominio del Schalke

A partir del gol de Obasi, el Schalke 04 comenzó a dominar a tranquilidad el encuentro. Draxler y Obasi seguían ganando las bandas y Huntelaar tuvo dos mano a mano que Casteels logró ganar para evitar una goleada aún mayor. La única respuesta aislada del Hoffenheim fue un zurdazo de Firmino (Desparecido totalmente hasta ese momento) tras una gran asistencia de Kevin Volland (igual de inexistente) Por lo demás, el equipo visitante se veía reducido a impedir que el local ampliara demasiado la ventaja.

Kolasinac tuvo una clara aproximación al minuto 74 pero su zurdazo se fue desviado del poste derecho de Casteels. Tres minutos después, Huntelaar, Draxler y Boateng tuvieron una oportunidad cada uno en la misma jugada, pero el poste, Casteels y Vestergaard rechazaron sus intentos. El cuarto gol se veía venir y no tardaría en llegar.

Era la estocada final y el cierre de una gran actuación del ariete holandés y de un equipo necesitado de una demostración contundente.

Sobre minuto 78, una grandiosa jugada de Draxler dejó sin opciones a Süle y Polanski, quienes únicamente pudieron apreciar el quiebre de cintura de Draxler y la forma en como la joven perla del equipo de Gelsenkirchen enfilaba a toda velocidad por banda izquierda, tomaba línea de fondo y enviaba un centro retrasado para que Huntelaar se anticipara al cierre de Vestergaard y decretará el 4 por 0. Era la estocada final y el cierre de una gran actuación del ariete holandés y de un equipo necesitado de una demostración contundente para despejar las dudas que se cernían sobre ellos luego de los fiascos anteriores.

El partido cerró con bronca en ambos lados. Una durísima entrada de Schipplock sobre el recién ingresado Meyer y una respuesta de Kolasinac sobre Volland fueron sancionadas con amarilla por el árbitro, pero calentaron los ánimos de un Hoffenheim que lucía frustrado e impotente ante un Schalke completamente dominador del partido. El encuentro cerró con un 4 por 0 que sabe a bálsamo en las heridas del Schalke. Lo rescatable será la pegada mostrada por el equipo de Jens Keller, pero, más que todo, la capacidad de dejar su portería en cero ante uno de los equipos más goleadores de la Bundesliga. Gelsenkirchen recupera confianza.

Todas las imágenes tomadas de Fan Page Oficial de Schalke 04