Con solo cinco jornadas por jugarse en la Bundesliga, todo hacía indicar que antes del partido que les enfrentaría, tanto Schalke como Eintracht de Frankfurt ya habían hecho sus deberes este año. Los unos, situados en las plazas que dan el acceso directo a la Champions League, con una renta más que suficiente con el cuarto clasificado. Los otros, instalados en la mitad de la tabla, lejos de los puestos que dan acceso a Europa, y con ocho puntos de ventaja sobre el descenso. De ahí que el partido se planteara de una forma un tanto especial, sin presión más allá de escalar alguna posición, y mejorar una temporada que bien se podría calificar como positiva para ambos.

Los oscuros

La sensación de que era poco lo que se jugaba en el partido, fue determinante en el devenir de la primera parte, que ofreció un pobre espectáculo. Ambos equipos salieron totalmente faltos de intención e intensidad, a consecuencia de la escasa tensión competitiva. El Schalke asumió su condición de local y se hizo con el dominio del choque, ante un Eintracht muy ordenado. Los de Veh cedían mucho espacio a los mineros hasta llegar al último tercio del terreno de juego, donde su buena colocación defensiva y su gran orden táctico, cortocircuitaba las ideas del trío de mediapuntas azules, impidiéndoles filtrar juego entre líneas.

Hasta once centros, de los cuales ninguno acabó en buen puerto, volaron sobre el área del Eintracht

El Schalke dominaba el partido, exceptuando alguna contra sin peligro de los visitantes, pero sus llegadas sobre la portería de Trapp concluían con demasiada asiduidad en centros laterales, totalmente inaccesibles para Huntelaar. Hasta once centros, de los cuales ninguno acabó en buen puerto, volaron sobre el área del Eintracht. En el último tramo de la primera mitad, ambos equipos dispondrían de las primeras ocasiones del partido, pero bien Trapp, bien el poco acierto de los delanteros, marraron cualquier posibilidad de anotar tanto a unos como a otros. Así se llegaría a final de una primera mitad, en donde los 22 jugadores fueron despedidos del terreno de juego con música de viento.

Felipao Scolari, seleccionador brasileño de gira por Europa, se dejó ver por el Veltins-Arena. | Imagen: schalke04.de

Y los claros

Después de una primera parte infame por parte de unos y otros, la segunda mitad sufrió un giro radical. En el Schalke debió de hacer mella la charla de Keller en el descanso, y los de Gelsenkirchen salieron del túnel de vestuarios a por todas. El equipo se volcó por completo sobre el área de Trapp, con más hambre e intensidad, y la movilidad de los mediapuntas, unida a la alta presión, comenzó a hacer estragos sobre el entramado defensivo de las águilas. Pronto daría sus frutos este cambio de mentalidad minera, que gozó de dos muy buenas oportunidades de la mano de Draxler, antes de anotar el primer gol del partido, obra de Meyer en el minuto 58.

El equipo se volcó por completo sobre el área de Trapp, con más hambre e intensidad

Kolasinac disparó desde lejísimos contra la madera y Huntelaar se hizo con el rechace, pero su disparo fue atajado por Trapp, hasta que a la tercera, Meyer, anotó el primero de su equipo. El gol dio paso a los mejores minutos del Schalke en el partido, gracias en parte a la descomposición sufrida por el once de Veh, que se vio incapaz de hacer frente a las estiradas mineras. En el minuto 61, Draxler vio como le fue anulado un gol por posible fuera de juego, y cuatro minutos después, Huntelaar pifió una pena máxima tras mano dentro del área.

El penalti errado, unido a la entrada de Kadlec en el terreno de juego en el lugar de un gris Meier, supuso un punto de inflexión en el partido, pues permitió al Eintracht rehacerse y empezar a gobernar el mismo. Sin embargo, este dominio territorial de las águilas, no sirvió más que para mostrar las carencias de su centro del campo, más físico que imaginativo, y los de Veh apenas inquietaron las meta defendida por Fährmann. Ya en los minutos finales de partido, con ambos equipos dando el partido por concluido, se pudo vivir el regreso de Farfán a un terreno de juego tras su larga lesión, que sirvió además, para cerrar una gran noche en el Veltins-Arena, después de que el peruano incrustara el 2-0 de la mano de un magistral libre directo.

Jueces por el descenso

Así concluyó un partido en el que nuevamente el Schalke dio buena cuenta de su bipolaridad, ofreciéndonos un partido repleto de claroscuros, que sin embargo, les resultó suficiente como para vencer con facilidad. El resultado final apenas trasciende en la clasificación, dejando a ambos equipos en una posición prácticamente idéntica a la que ocupaban antes de empezar. La próxima jornada, a ambos equipos les tocará hacer de jueces en la lucha por el descenso, pues se enfrentarán a Stuttgart y Hannover respectivamente, en dos duelos que prometen ser de vital importancia para sus rivales.

Los goles del partido:

1-0, Meyer. 2-0, Farfán.

Imágenes: schalke04.de