Su llegada se anunció cuando aún se corría la mitad de la temporada 2012-2013. Además, fue cuando la maquinaria muniquesa, dirigida por Jupp Heynckes, mostraba sus mejores virtudes y preparaba el terreno para la consecución de un histórico triplete.
El Bayern de Múnich contrataba a Pep Guardiola luego de que, de la mano de Heynckes, alcanzarán el triplete de Liga, Copa y Champions de una manera autoritaria y sin discusiones. Campeón de liga con 20 puntos de diferencia por encima del segundo lugar (Borussia Dortmund), campeón de Pokal con victorias y buen fútbol y gran monarca europeo doblegando al Barcelona con un global de 7-0 en lo que se tomó como un traspaso de mando mucho más impetuoso de lo esperado. Guardiola llegaba a un club ganador para volverlo mucho más exitoso.
La Geometría Guardiolista: evolución bávara
Sin embargo, la llegada de Guardiola, más que títulos, implicaba una idea de evolución impulsada por Sammer y Rummenigge desde la dirigencia muniquesa. Con Heynckes, el Bayern daba muestras de ser un equipo envolvente, poderoso, imbatible pero ampliamente vertical. Con Guardiola, el Bayern esperaba mezclar la mentalidad ofensiva, propia de los bávaros, con la idea futbolística novedosa del genio del fútbol total en la era moderna. La meta era clara: lograr una evolución programada que, a partir de esta temporada 2013-2014, los ubicara en el mapa futbolístico mundial como el equipo más poderoso de la época.
Con Guardiola, el Bayern esperaba mezclar la mentalidad ofensiva, propia de los bávaros, con la idea futbolística novedosa del genio del fútbol total en la era moderna.
El detalle está en que cada evolución tiene sus movimientos claves y sus cambios estratégicamente necesarios. El de Guardiola sería un auténtica bomba sorpresiva para propios extraños. Como bien lo mandan sus manuales personales, Pep necesitaba un mediocentro técnico, dotado de habilidad con el balón en los pies y con más sentido de ubicación defensiva que músculo y fuerza. Un jugador que no arriesgara la pelota sino que tuviera criterio para quitar y salir jugando a la vez. El escogido para dicha función fue el capitán bávaro Philipp Lahm.
El cambio de Lahm de su demarcación oficial como lateral, ya sea izquierdo o derecho, fue producto de críticas y señalamientos. Con una estatura no superior a los 1.70 mts. y una contextura física frágil y más diseñada para correr por las bandas y generar desequilibrio, Lahm como mediocentro pintaba para ser el primer gran error de Guardiola como nuevo estratega bávaro. Sin embargo, para sorpresa de todos, ha sido su gran acierto hasta el momento.
Con Lahm como mediocentro, Guardiola ganó posesión de balón, anticipo y achique sobre la salida rival y la posibilidad de expandir su equipo. Lahm, parándose como un auténtico tercer central, permite que ambos zagueros se abran más sobre su eje, logrando que los laterales se convierten en auténticos volantes de llegada. A su vez, Lahm se convierte en el eje triangular de Pep, lo que le permite pedirle a sus jugadores un toque de balón en bloque para facilitar la salida y llegada a puerta rival como un solo armado y sin desdibujarse al momento de perder el balón. La geometría de Guardiola en el Bayern encontró en Lahm a su piedra angular.
Al establecer a Lahm como mediocentro, Guardiola optó por Kroos como conexión entre salida y ataque. El alemán encontró en Guardiola la continuidad y confianza para convertirse en el nexo creativo con el departamento ofensivos. Sin embargo, Guardiola logró que, en base a la geometría que dibuja en el terreno de juego, Kroos y el otro volante interior (puesto rotado entre Schweinsteiger, Götze, Müller y Thiago) se pararan en diagonal hacia el centro, dejando el acceso a portería libre para los extremos (Robben y Ribéry) para que ambos laterales (Alaba y Rafinha) penetraran en línea de fondo y, de esta forma, el Bayern poblara en totalidad de filas el campo del rival. El resultado: dominio absoluto y contención al contragolpe.
Guardiola evolucionó junto al Bayern.
En ataque Guardiola fue fiel a su estilo aunque flexible según las circunstancias. Consciente que Messi seguía en el Barcelona, Pep no se mostró reacio a la idea de jugar con un nueve natural. Por el contrario, alternó entre un nueve fijo y uno falso para lograr despistes en sus rivales, los cuales no sabían con que jugaría. Como falso nueve optaba por Müller o Götze. Como nueve natural las opciones eran Mandzúkic o Pizarro. Como sea, Pep Guardiola convirtió al Bayern en un equipo multifacético, con disparos de fuera de área, balones aéreos, goles de cabeza y, sin faltar, el estilo de toques orquestados que tanto caracteriza su estilo. Guardiola evolucionó junto al Bayern.
Títulos, récords y hegemonía territorial: resultados de la evolución
Bajo el sistema táctico de Guardiola, el Bayern alcanzó a firmar una temporada llena de récords. A excepción del récord de mayor número de jornadas invicto (compartido con el Bayern de Heynckes) Guardiola fue el autor de todos los récords de esta temporada. He aquí el detalle de algunos de ellos:
- Campeónato más prematuro: El Bayern de Múnich fue el primer equipo en establecerse como campeón de liga en el Mes de Marzo y a 7 jornadas de finalizar el torneo, superando al Bayern de Heynckes tan solo una temporada después.
- Mayor número de jornadas invicto: El Bayern de Múnich logró el récord de permanecer invicto 53 fechas consecutivas en Bundesliga, quedando a tan solo 5 partidos del récord absoluto ostentado por el Milan (58 partidos)
- Mejor arranque de liga: El "Pep-Bayern" no perdió en 28 jornadas de liga, siendo el mejor arranque en el torneo local. Su primera derrota llegó en la fecha 29.
- Mayor racha de victorias consecutivas: Con Guardiola, el Bayern logró hilvanar 19 fechas consecutivas con victorias. Esta racha se rompió ante el Hoffenheim con un 3-3 en Allianz Arena.
A estos récords, cabe sumarle el hecho de que fue el equipo más goleador, el menos goleado, el más ganador, el de mejor promedio de goles (2,96) por partido y el equipo con mayor número de pases concretados (628 pases en promedio por partido) y el de mayor posesión de pelota (78% en promedio por partido), números que respaldó con la obtensión del 24° Título de Bundesliga para el equipo bávaro y el primero para Guardiola fuera de España.
Junto al título de liga, Guardiola alzó la Pokal, la Supercopa Europea y el Mundial de Clubes, siendo títulos igualmente importantes. La cosecha de conquistas de Guardiola en su primer año como entrenador bávaro ha dejado un balance positivo. La propia dirigencia del Bayern, pese a las críticas de gente importante como Beckenbauer, ha dado su total respaldo al catalán en su gestión deportiva. "Ha tenido una temporada espectacular. Estamos orgullosos con su trabajo. Guardiola es el mejor entrenador que pudimos fichar para un club ganador como el Bayern", ha expresado Rummenigge en las semanas posteriores al cierre de liga.
La Pokal no fue la excepción. La victoria ante el Borussia Dortmund en tiempo extra le permitió a Pep Guardiola cerrar con doblete su primer año en Alemania. La última vez que el Bayern cerró el año conquistando doblete fue en 2010 con Van Gaal a la cabeza. Además, Guardiola permitió que el Bayern lograra un nuevo doblete consecutivo como el alcanzado en 2004-2005 y 2005-2006. Además, el logró del Mundial de Clubes y el establecimiento del Bayern como una de las máximas fuerzas europeas y mundiales será otro de los grandes aciertos del catalán en su primer año. Guardiola ha mantenido el éxito de Heynckes y ha hecho evolucionar a su equipo.
El punto negro del éxito
Sin embargo, a pesar de toda la trayectoria impresionante de Guardiola con el Bayern en su primer año, siempre, como en todo en esta vida, nada es perfecto. La eliminación dolorosa a manos del Real Madrid en Champions League y las derrotas ante el Augsburgo y Borussia Dortmund, que impidieron el cierre invicto de liga, fueron las deudas que ha dejado Pep en su primer año para con la hinchada bávara.
Guardiola, como buen capitán de barco, asumió la responsabilidad de la catástrofe al permitir cierta "relajación" en sus jugadores
El sueño de un triplete consecutivo era real. La dirigencia, jugadores, aficionados e, incluso, el propio Pep, parecían soñar con dicha ilusión. Sin embargo, el Real Madrid apagó sus fantasmas bávaros y cortó la ilusión. Guardiola, como buen capitán de barco, asumió la responsabilidad de la catástrofe al permitir cierta "relajación" en sus jugadores, algo que pareció confundirse con una posible "dosificación" luego de conseguir la Bundesliga tan anticipadamente.
Pero, más allá de la eliminación, Guardiola montó una orquesta bávara que dio sus mejores conciertos a nivel europeo y que sumó una trayectoria envidiable en su andar continental. Semifinales luego de alcanzar el título y la noción de poder alcanzar el cetro europeo en esta temporada que viene, son las mejores recompensas para un equipo que fue ampliamente superado por su rival. Quedará por esperar lo que Guardiola pueda retocar en su plantilla de cara a un año futbolístico mucho más duro que el recientemente terminado.
Apuntes Finales
En general, Pep Guardiola firmó un gran año con el Bayern de Múnich. La transformación evolutiva del equipo, la renovación en su idea táctica y perfil de juego, lo multifacético de sus variantes ofensivas y la convicción en la idea táctica establecida han sido los logros tácticos de Pep, a los cuales, se le suman los cuatro título de esta temporada: Supercopa Europea, Mundial de Clubes, Bundesliga y DFB Pokal.
La próxima temporada Guardiola deberá ratificar dicha evolución con más títulos. El panorama se ve prometedor y todo queda a lo que pueda hacer el club bávaro para reforzarse, algo que sus rivales, al menos en Alemania, han empezado a hacer. Llegan Lewandowski y Rode. Habrá que ver quienes salen y que otras novedades nos prepara el "Bundes-Pep-Team".
