Nueva victoria del Eintracht de Frankfurt ante su público en un partido muy disputado ante un Colonia siempre combativo y que deja a los de Schaaf con 12 puntos en quinta posición.
El partido comenzó muy parejo. El Eintracht planteó un encuentro con una defensa quizás demasiado adelantada que pasó muchos apuros ante los balones a la espalda del Colonia. En uno de esos balones nada más comenzar el partido, Wiedwald se tenía que emplear a fondo para detener el mano a mano a Zoller. Respondía Meier pero su chut lo repelía Hector, muy activo en defensa en toda la primera mitad.
El Colonia seguía filtrando balones a la espalda de la zaga local y en uno de ellos, Risse recibía entre líneas y la colocaba al palo largo del cancerbero para colocar a su equipo por delante en el marcador. Sin embargo, el Eintracht de la mano de Seferovic se fue a por el empate y así lo intentó durante toda la primera parte. El delantero suizo se sacaba un latigazo que detenía muy bien Horn, guardameta visitante que sacaría otra buena mano a Meier en la siguiente jugada. El Eintracht avisaba de nuevo con un disparo de Inui que sacaba el incombustible Hector de debajo de los palos con Horn haciendo la estatua y cuando el cuero ya se colaba.
Solo en el tramo final de la primera parte, una genialidad de Seferovic permitió a los locales irse con el empate al descanso. El Suizo veía muy bien a Meier y se la colocaba con el exterior entre los defensas para que el ariete solo tuviera que poner la cabeza y colocar el empate con uno de los llamados goles psicológicos.
La segunda parte arrancó con un nuevo revés para los visitantes que veían como a los nueve minutos de juego, Meier iba a colocar el 2-1 en el marcador. Seferovic ponía otro centro medido y el tanque alemán volvía a no perdonar. Iba a ir de goles la segunda parte, hasta tres se verían en unos 45 minutos vibrantes y que se decidieron del lado del Eintracht.
Los visitantes supieron ganar otra vez la espalda a la defensa de Schaaf y Hector colocaba el empate superando de manera magistral la salida de Wiedwald. Fue entonces cuando los locales gozaron de las mejores ocasiones por medio del suizo Seferovic que fallaba un mano a mano que hubiera colocado a los suyos por delante. Meier lo intentaba de cabeza pero sus remates esta vez no eran certeros. Y fue entonces cuando la suerte se alió con los de Frankfurt. Inui ponía un gran córner al área y el cuero rebotaba en Wimmer que introducía el balón en su propia portería. Parecía que el partido moriría con ese gol pero instantes después, Anderson evitaba de manera providencial el empate con un pase de la muerte que cortaba tirándose con todo. Tres puntos para el Eintracht que mereció la victoria ya que supo sobreponerse a un 0-1 inicial y buscó a su rival en todo momento.