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Los intocables de Lucien Favre

El Monchengladbach continua intratable, y a pesar de sus varios empates, aún no ha experimentado la derrota, ni en la competición local ni en sus duelos europeos. Su entereza defensiva está cada vez más consolidada y su área se ha convertido en terreno intocable.

Los intocables de Lucien Favre
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Por Marina García

Con el Borussia Dortmund fuera de combate y el Bayer Leverkusen buscando la regularidad desde la sexta plaza, la consolidación del Borussia Monchengladbach en el segundo puesto de la clasificación resulta un hecho palpable. Los “folhenef” han iniciado la temporada en una luna de miel, y es que los de Lucien Favre, tras ocho jornadas, todavía no han probado el amargo sabor a derrota. Los potros se mantienen intocables, pero no únicamente en liga, pues Europa tampoco han peridido ningún enfrentamiento. Por tanto, a pesar de un inicio de campaña un tanto dubitativo, lo cierto es que han conseguido encadenar una serie de victorias que les han elevado a lo más alto de la tabla, puesto que lucharan por custodiar.

Posesión sin control

Con la intención de mantenerse en tal privilegiada posición los potros visitaban la baja Sajonia, lugar donde les esperaba un Hannover necesitado de tomar aire y hacerse con algún punto en casa. Así lo reflejó el inicio del encuentro, donde los locales salieron decididos a llevar el ritmo del partido. Los de Tayfun tomaron la iniciativa durante los primeros minutos de encuentro, topándose una y otra vez con la inexpugnable línea de cuatro del Gladbach. Pero los potros, una vez asentados en el campo, no dieron tiempo a más preámbulos. Llegado el minuto 15 del encuentro, Álvaro Domínguez mandó un balón bombeado desde la izquierda al área, donde recibió Kruse, que coló el esférico en la portería local cabeceándolo al fondo de la red. El Hannover no se amedrentó y, lejos de venirse abajo tras el gol, fue a empatar el encuentro lo antes posible, sabedor de que los borussers adelantados en el marcador las tenían todas consigo.

La imprecisión empañó el encuentro. El Hannover dominaba la pelota, pero su descontrol y falta de idea en ataque no incomodó de modo alguno al Gladbach, que se mantuvo muy bien situado en el campo. La ocasión más clara de los locales llegó de la mano de Bittencourt que aprovechó uno de los pocos fallos defensivos de los potros para hacerse con un hueco en el área y chutar a puerta, obligando a la estirada de Sommer. No obstante, más allá de algún que otro tiro aislado, la defensa de los visitantes supo mantener a raya los ataques rivales, llegando al descanso con la portería infranqueable.

La línea infranqueable

Con algún espectador rezagado todavía haciendo cola en la cafetería del AWD-Arena, una desafortunada jugada aumentaría las diferencias entre ambos equipos en el inicio de la segunda parte. Un libre directo botado por Xhaka, que tocó muy ligeramente en la barrera, acabó colándose en el segundo palo debido a la mala colocación del guardameta. En apenas tres minutos, el Hannover se encontraba con un panorama ciertamente desalentador. Esta situación se vio reflejada en los instantes posteriores al tanto, en los que los potros, con todo a favor, disfrutaron de su fase de mayor dominio.

Tayfun Korkut volcó en sus extremos el peso de sus ataquesTranscurrido un tiempo, el Hannover logró sobreponerse lo suficiente como para intentar una última ofensiva. Con la zona central bien parapetada, Tayfun Korkut volcó en sus extremos el peso de sus ataques. Sin embargo, las continuas acometidas por banda no alcanzaban la profundidad suficiente como para amenazar desde la línea de fondo, dotando todos sus centros de una gran previsibilidad. Este hecho, sumado a las características de los delanteros del cuadro sajón, para nada unos superdotados en el juego aéreo, restó dificultad a la labor de la ordenada zaga visitante, muy segura durante los noventa minutos.

En la fase final del encuentro, los de Tayfun no cesaron en su empeño dando entrada del gigantón Sobiech, lo que no cambió el panorama del partido. El choque tocaba a su fin, pero todavía habría tiempo para un tanto más del Monchengladbach. Un buen balón en profundidad al recién ingresado Hazard iba a cerrar la aciaga tarde de Zieler, quien, desprotegiendo su portería, se lanzó como pollo sin cabeza a por el belga. Éste, inteligente, salió del área, alzó la vista y mandó la pelota a un desmarcado Kruse, que con el portero fuera del arco, colocó el definitivo 0-3 en el electrónico, con el que prácticamente se llegaría al final del partido.

Con la vista puesta en la próxima jornada

La "loca" Bundesliga sigue haciendo de las suyas y el Monchengladbach mientras tanto continúa haciendo sus deberes con excelencia. El Hannover, por su parte, deberá hacer frente a la crisis que está atravesando, tras tres partidos sin hacerse con ningún punto, dos de ellos como local. Ambos contendientes tendrán la próxima jornada duelos complicados.

A todo cerdo le llega su San Martín, y en este caso, al Monchengladbach le ha llegado el turno de vérselas con el todopoderoso Bayern. Los de Lucien Favre, juegan en casa, algo que siempre es un punto a favor, pero aún así deberán demostrar que son capaces de plantar cara a los bávaros. Mientras el Hannover se enfrentará al Borussia Dortmund, que si bien parece ir cuesta abajo y sin frenos, lo cierto es que las avispas no tardarán mucho en empezar a picar.