Tanto Augsburgo como Schalke partían con su habitual 4-2-3-1. Al margen de compartir sistema, también compartían el tipo de hombres que ocupaban las posiciones. Los laterales, estaban ocupados por jugadores que no dudan en incorporarse como Baba y Verhaegh por parte del Augsburgo, y Uchida y Aogo por parte del Schalke. La posición del doble pivote, estaba cubierta por hombres físicos con un objetivo más defensivo. La línea de tres para los jugadores más verticales y habilidosos y un delantero con gol, habilidoso pero también corpulento.

Premio inmerecido

El partido se iniciaba con la lesión de Julian Draxler, que no iba a aguantar más de medio minuto sobre el césped del Veltins Arena. El Augsburgo intentaba aprovechar la inferioridad que tenía el Schalke por el carril izquierdo, y por ahí encontró la primera ocasión. Tras crear superioridad en banda, Bobadilla recibía el balón en el medio y con un disparo a media vuelta probó a Fährmann. Entro Obasi al campo y se restableció la igualdad numérica, pero no en el juego. Kohr sería el siguiente en intentarlo, sin éxito porque Höwedes bloqueaba su tiro.

El Schalke esperaba en su campo para salir rápido a la contra y no tenía ningún problema en ceder la iniciativa al Augsburgo. De modo que era el conjunto de Weinzierl era quien buscaba la portería contraria una y otra vez. Baba por la banda izquierda, colgaba un centro que se paseaba por el área y Esswein en el segundo palo no acertaba a meterlo.

El Augsburgo seguía intentándolo y el Schalke lo esperaba en su campo para presionarlo. Sin embargo, el conjunto de Roberto Di Matteo dejaba muchísimos espacios y el conjunto visitante superaba con cierta facilidad las líneas de presión. Además, a la hora de contratacar, los mineros no lo hacían con claridad y en muchas ocasiones terminaban frenándose. Una vez que se encontraban atacando en estático, no había ni fluidez ni velocidad en la circulación de balón y Huntelaar venía a recibir. Nadie ocupaba su espacio y lo único que conseguía con esto era achicar espacios.

Cada vez que el Schalke conseguía salir, era sinónimo de contra para el Augsburgo. La línea de tres apenas replegaba y Höger y Kichhoff jugando como pivotes, que no destacan precisamente por su velocidad, no llegaban a hacer la cobertura a las bandas. Así llegó la ocasión de Werner, Bobadilla conducía y cambiaba el balón hacia el extremo izquierdo. Este recortaba a Uchida y disparaba desde fuera del área, pero Fährmann atrapaba sin problemas. En una nueva contra, Kohr recortaba a su par y disparaba contra el cuerpo de un defensa.

El Augsburgo estaba mereciendo el gol, y estuvo a punto de conseguirlo Werner. Su disparo se marchó demasiado cruzado y como suele pasar, el que perdona tanto lo suele acabar pagando caro. En el minuto 36, Uchida realizaba una brillante cabalgada por la banda derecha y tras llegar a línea de fondo, ponía el centro. Por el segundo palo aparecía un tal Jan Huntelaar que ponía en ventaja a los mineros. Así se llegó al descanso, con un Schalke que había conseguido un excesivo premio para lo mostrado en el terreno de juego.

Querer y no poder

Fcaugsburg.de

El segundo tiempo comenzó con el mismo guion que siguió toda la primera mitad. El Augsburgo salió con sed de empate y ello se puso desde el primer segundo. La primera ocasión clara de todo el segundo tiempo fue para Bobadilla. Sin embargo, el delantero no consiguió que su disparo acabase en gol.

La réplica del Schalke llegó en la siguiente jugada, enn la que Obasi tras desbordar en banda disparaba al lateral de la red. A la hora de partido, Huntelaar estuvo a punto de hacer el 2-0. El delantero holandés se encontró el balón a la salida de un córner y poco le falto para hacer el segundo.

A partir de aquí comenzó el monólogo del Augsburgo. Bobadilla realizó con algo de fortuna una pared en la banda izquierda y centró al punto de penalti. Allí aparecía Halil Altintop para rematar a las manos de Fährmann.

El partido se rompía desde muy pronto, tan cerca estaba el empate para los visitantes como el segundo para los locales. El partido era un corre calles y la ocasión llego para el Schalke de la mano de Choupo-Moting. El camerunés arrancaba en medio campo y tras caracolear ante dos defensas no conseguía conectar un buen disparo.

Ambos equipos contagiados mutuamente, entraron en una dinámica en la que cometían constantes imprecisiones y ninguno conseguía terminar sus jugadas. Ni siquiera Werner cuando ya encaraba a Fährmann, iba a aparecer Uchida para bloquear el disparo. El Augsburgo no se rendía y la volvió a tener. En un saque de falta lateral, Klavan remataba por encima de la portería ante la mala salida del guardameta.

Con el Augsburgo ya volcado al ataque, el Schalke pudo matar el partido. Obasi pudo marcar tras regatear a dos contrarios, pero su disparo fue muy flojo y Hitz lo atrapó sin problemas. El partido iba a acabar con una ocasión no apta para cardiacos. Matavz, que había entrado sustituyendo a Esswein, Regateaba por partida doble a su par y centraba raso. Caiuby, otro de los cambios realizados por Weinzierl, no llego al balón por los pelos y los tres puntos se quedaron en Gelsenkirchen.