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Premio a los momentos de intensidad

El Paderborn se llevó los tres puntos en un partido en el que las ganas de vencer en tramos clave de los locales se sobrepusieron a la apatía del Hertha de Berlín.

Premio a los momentos de intensidad
Bakalorz celebra el primer gol. | Foto: kicker.de
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Por Roberto Prieto

Nuevos tres puntos para el Paderborn en un partido en el que marcó justo en el momento en el que lo necesitó, ya que la impresión fue que podría haberse exigido más en ataque si hubiese sido necesario marcar más. Justos vencedores ante un insustancial Hertha de Berlín que, exceptuando el gol, no creó ninguna ocasión seria de peligro prácticamente en todo el partido.

Salidas rápidas del Paderborn

El partido comenzó con un Hertha de Berlín que no se sabía muy bien a lo que quería jugar, y con un Paderborn con las ideas muy claras en su cabeza: esperar, cerrar huecos, robar y salir a toda velocidad a la contra para sorprender a un rival descolocado. Y a la vista estaba que la estrategia estaba dando sus frutos, ya que nada más empezar avisó Kachunga con un remate de cabeza a bocajarro que inexplicablemente se fue fuera. Los locales continuaron atacando de esta forma, casi siempre por banda derecha, donde Stoppelkamp y Wemmer superaban en acciones de dos contra uno a un desubicado Pekarik. Y llegó el uno a cero. Un balón largo llegado a Wemmer, que tras una disputa aérea en el área rival, y un rechace posterior, agarraría Bakalorz que fusiló a placer la meta de Kraft. Los chicos de Breitenreiter se adelantaban justamente antes de la media hora.

El conformismo llevó al empate

Dio la impresión que con el gol, el Paderborn no quisó continuar por el mismo camino, ya que las transiciones rápidas tras robo, se convirtieron en lentas y monótonas, lo que hizo acomodarse sobre el campo a un Hertha que hasta el momento no había existido. Y de esta forma comenzaron los visitantes a crear peligro, la mayoría con centros desde banda derecha, donde Beerens comenzaba a hacer daño. Y con estas, en el minuto 40, N’Djeng conseguía doblar por banda a Beerens y sacar un centro al primer palo que Kalou remató en plancha poniendo el empate. Buen gol del marfileño que había estado desaparecido hasta el momento.

Kalou remata para poner el 1-1. | kicker.de

El Paderborn quiso reaccionar antes del descanso, y por poco lo consigue en un final loco, con una falta al borde del área que tras tocar en la barrera se fue a córner, y el posterior remate del saque de esquina que casi es gol.

El Hertha se volvió a esfumar

La segunda mitad arrancó igual que lo había hecho la primera. Volvía el Paderborn ambicioso y de transiciones rápidas, con Stoppelkamp y Wemmer inspirados y creando peligro por banda derecha. Y así, en el minuto 52, un centro de este último llegó a la cabeza de Kachungaque cruzaba el balón al segundo palo, poniendo por delante a su equipo.

Kachunga celebra el 2-1 con Brückner y Meha. | kicker.de

Y como si de un bucle se tratara, de nuevo el conjunto local dejó de atacar con el mismo ímpetu y pareció conformarse con el dos a uno. Pero esta vez el Hertha no reaccionaría. Luhukay lo intentó desde el banquillo, dando entrada a Ronny por Horogai para hacer más ofensivo al equipo, pero sin efecto alguno. El partido se volvió monótono, sin ocasiones de renombre en ninguna de las dos porterías. Solamente Meha, a un cuarto de hora del final lo intentó (y lo logró), con una diagonal partiendo de banda izquierda que terminaría con un disparo desde el borde del área para poner el definitivo tres a uno.

Y se acabó. Solamente una ocasión más para cada equipo. Primero Lustenberger peinó un balón de Ronny que se fue rozando el larguero, y más tarde Kraft detuvo un disparo a bocajarro al recién ingresado Saglik. Justo resultado al final que premió la iniciativa local frente a la pasividad y escasa intensidad visitante.