Llegaba el Stuttgart al encuentro pleno de moral tras su victoria de la jornada anterior y dispuesto a mostrar su mejor versión ante los casi 45.000 espectadores que iban a presenciar el encuentro. Huub Stevens se plantaba en su feudo con una semana más para haber fijado sus ideas frente al Schalke de Di Matteo que no terminaba de convencer pese a su más que desahogada clasificación en liga.
Dos golpes que noqueaban al Stuttgart
El partido empezaba mal para los suevos, ya que en una falta lateral botada por Barneta, un leve toque con la espuela de Choupo-Moting hacía que el balón se colara en la portería de Ulreich. Era el cero a uno y los equipos no habían tenido tiempo ni de situarse. El Stuttgart tenía que remar a contracorriente desde el inicio, situación que se agravaría a los diez minutos de juego con el gol de Meyer. Una internada por banda izquierda del joven centrocampista terminó en un balón elevado tras la salida del portero, que el propio Meyer remató a placer con la cabeza hacia gol. Dos goles que dejaban en evidencia a una defensa incapaz de frenar las acometidas visitantes y que marcaban las pautas de lo que sería el resto del encuentro: Sufrir, sufrir y sufrir.
Tan solo Sararer intentaba inquietar, sin suerte, a la defensa rival, pero parecía haber olvidado a sus diez compañeros, ya que pecó de individualismo en cada una de sus acciones que terminaban en nada. La más peligrosa era un disparo desde la esquina del área que el meta despejaba a córner.
Problemas a balón parado
El Schalke no concedía contras a su rival, que además era incapaz de trenzar una jugada colectiva. Con el partido totalmente controlado, los mineros dispusieron de varias jugadas a balón parado, y en una de estas jugadas llegaría el tercero: córner que botaba Barnetta y Choupo-Moting de nuevo, pero esta vez de cabeza, hacía gol. Otro mazazo para un Stuttgart ineficiente en ataque y fallón en defensa. Era el minuto veintiuno y la remontada ya se antojaba imposible, tanto por resultado, como por sensaciones.
De aquí hasta el descanso la tónica fue la misma. Control y tranquilidad del Schalke que seguía atormentando a los locales a base de saques de esquina. Primero Huntelaar alto, y luego Gentner rozando el palo pudieron hacer el cuarto.
Choupo-Moting apaga la reacción del Stuttgart
Al descanso, Stevens dio entrada a Oriol Romeu por Sararer y atacó todo el segundo tiempo con una especie de 3-3-4. Los primeros diez minutos de este segundo periodo el equipo tuvo sometido al Schalke, con alguna ocasión bastante clara como una volea de Romeu que se iba fuera por poco.
Pero otra vez el camerunés Choupo-Moting remataba picado con su cabeza un centro lateral de Barnetta y firmaba su hat-trick, que terminaba además con las esperanzas y la reacción de los suevos. Duro golpe para los mejores minutos del Stuttgart.
A partir de aquí los equipos se dejaron ir y permanecieron casi impasibles al paso de los minutos, con alguna ocasión de Harnik para los locales, siempre desbaratada por Fahrmann.
Cero a cuatro y buen partido de los jugadores de Di Matteo , con un Choupo-Moting espectacular, que se aprovecharon de los continuos errores en defensa y de la incapacidad para llevar el mando del partido del Stuttgart, que sigue hundido en el fondo de la tabla.