Final de año atípico para el Borussia Dortmund que no pudo despedirse de este 2014 con una victoria ante sus fieles aficionados. Y no lo hizo porque delante estaba el Wolfsburgo de un Dieter Hecking, que está llevando al equipo a ser uno de los más fuertes que hay en Europa en este momento.
Con mentalidad ganadora
Así salió el Borussia Dortmund a este partido ante uno de los rivales más duros de Alemania, con la victoria impuesta como una obligación, pues los puestos de Champions League cada vez están más lejos. Inalcanzable el Bayern, pero también el rival que Klopp tenía enfrente. 'Los lobos' ya se encuentran a 15 puntos y salvo tropiezo mayúsculo, el Borussia Dortmund no será capaz de pillarlos. Por eso, a los cuatro minutos, Hummels dio un pase en largo a Immobile y éste, con mucha calma, vio como el gabonés Aubameyang llegaba al segundo palo y hacía el primer tanto de partido. Éxtasis. Pero este gol tempranero a la larga, fue un handicap para los de Klopp.
El gol tempranero de Aubameyang resultó ser un handicap, ya que el paso de los minutos la intensidad del Dortmund fue desapareciendo. Los locales fueron de más a menos en el partido. Todo lo contrario que el Wolfsburgo, que con el paso de los minutos se hizo con la pelota y metió en su área a un Dortmund que perdió la confianza en defensa hace ya mucho tiempo, ni se sabe. Kehl, el más veterano, cometió un error de juveniles. Hizo una falta en el borde del área innecesaria, ya que no tenía demasiado peligro la jugada visitante, y su equipo lo pagó caro. De Bruyne, un artista en el balón parado, le pegó pillando descolocado a Langerak, que no pudo atajar el balón.
Los últimos quince minutos antes del respectivo descanso fueron un duelo para ver como ambos equipos perdonaban lo infallable. Tónica habitual en el Borussia Dortmund este año. Immobile pilló un balón dentro del área y, completamente solo delante de Benaglio, mandó el balón al cuerpo del portero cuando tenía infinitas opciones para marcar por cualquier ángulo que no fuera ese. El Wolfsburgo respondió en la siguiente jugada. De Bruyne, tras una serie de recortes de infinita calidad, driblando defensas, se metió en el área, pero su tiro lo despejó Mats Hummels a saque de esquina. Si no hubiera estado en ese momento ahí el alemán probablemente se hubieran ido al descanso los lobos con victoria.
Pudieron ganar los dos
Ciro Immobile pese a que la sombra de Lewandowski cada dia es más grande, tiró de su equipo en el segundo tiempo y marcó un gol tras varias oportunidades.En la segunda parte, fueron los visitantes los que tomaron pronto la iniciativa. La inestable pareja Bender-Kehl no pasa por su mejor momento y ante un equipo como el Wolfsburgo perder balones es casi un suicidio. Vierinha puso a prueba a Langerak, que con un paradón evitó el segundo gol de los de Dieter Hecking. Los visitantes daban la sensación de poder marcar el segundo gol en cualquier momento y certificar la remontada ante un impasivo Dortmund, que pasó momentos atragantado, sin saber muy bien que hacer en el partido. Pero aguantó este arreón de los lobos y llegó al tramo decisivo del partido con la confianza de su público por moentera, que un día más no los dejó solos.
No obstante, los protagonistas de la noche iban a ser un italiano y un suizo. El italiano Ciro Immobile está gafado de cara al gol. En este partido volvió a tener varias oportunidades para reivindicarse, pero la sombra de Lewandowski es larga, y se tardará mucho tiempo en volver a ver a un delantero metiendo goles a pares en el Signal Iduna Park. Immobile lo intenta, pero en cada partido aparece el portero de turno que evita sus goles con paradas prodigiosas. Y en este le tocó al suizo Benaglio. Sin embargo, llegado el minuto 68 de patido, el suizo no podría hacer nada para evitar el segundo gol del Borussia Dormund. Immobile sacó la garra característica en un italiano, y tras recibir un pase de un Kirch que llevaba menos de dos minutos en el terreno de juego, disparó desde 20 metros y la coló por el poste izquierdo.
Naldo remató de cabeza un corner a falta de 5 minutos para el final y arruinó la fiesta amarillaLa mayoría en el estadio, de nuevo repleto hasta la bandera, festejaba la victoria, y entonces llegó el peor momento de desconcentración para la defensa borusser. Ricardo Rodriguez sacó un saque de esquina en el minuto 85 y Naldo, completamente solo, remató en el área pequeña de cabeza, colandolo en la meta de un descontento Langerak, que 'echó pestes' por la boca dado el significado ese gol. Jarro de agua fría, uno más para la parroquia amarilla, que se despide de este 2014 con muchas dudas sobre el rendimiento del equipo y que espera que en el año próximo cambie la dinámica, acercándose así a lo que era antes. Un equipo tan competitivo como lo es el Wolfsburgo, que se distancia ya en 11 puntos del Bayern, seguirá siendo el líder de los mortales.