Si hay algo que está caracterizando a esta alocada Bundesliga 2014/15, es la presencia de un buen número de equipos calificables como divertidos, los cuales están ofreciendo partidos para el recuerdo semana sí semana también. Un grupo de equipos, el de los divertidos, del que sin ninguna duda forman parte Bayer Leverkusen y Hoffenheim. Dos conjuntos muy ofensivos, dos productos ambiciosos y dos equipos, en definitiva, agradables de cara al espectador, que en la 16ª jornada de la Bundesliga se cruzarían las caras para medirse en duelo. Gisdol frente a Schmidt, Hoffenheim frente a Leverkusen.

Bajo el guión establecido

Tal y como prometía el choque en sus días previos, Hoffenheim y Leverkusen ofrecieron un partido muy abierto. Prácticamente sin centrocampismo en ninguno de los dos equipos, ambos fueron desde el minuto uno directos contra la portería rival y las ocasiones no tardaron en sucederse. Ocasiones que llegaron, sobre todo en la primera fase del encuentro, por parte del cuadro aspirinero, que un día más se topó con su falta de acierto en los metros finales. No obstante, el Hoffenheim sería quien mandaría el primer aviso, pero a Firmino le faltó una pizca de precisión en su remate.

Gracias a su capacidad para descolgar balones del cielo, Kiessling cuajó un primer tiempo formidable

Una ocasión, la del brasileño, que daría el pistoletazo de salida a la primera gran fase de dominio del Bayer Leverkusen. Los de Schmidt, sabedores de su teórica superioridad, se lanzaron como de costumbre sobre la meta rival y cerca estuvieron de adelantarse en el electrónico en varias ocasiones. Stefan Kiessling protagonizaría las dos primeras oportunidades, pero Baumann en una, y su falta de precisión en otra, desbarataron cualquier opción de anotar. En lo relativo a Kiessling, y salvando su poca efectividad, el tanque alemán cuajó un primer tiempo formidable. Muy activo en cada una de las acciones, molestando continuamente a la pareja de centrales, y lo que es más importante, siendo pieza fundamental en la creación aspirinera, gracias a su capacidad para descolgar balones del cielo.

Pese al buen hacer de los de Schmidt, el pequeño asedio aspirinero no duró más de media hora. Los de Gisdol se sacudieron la presión y dieron un pasito al frente, igualando así las tornas. El partido entró entonces en una dinámica menos vistosa, cargada de interrupciones, disputas insustanciales y poco fútbol, con la que el choque se iría al tiempo de descanso.

Kiessling destroza la igualdad

En el segundo tiempo el Bayer Leverkusen pareció salir del túnel de vestuarios dispuesto a llevarse el partido, y nada más comenzar, Castro tendría en sus botas el 1-0. Un mero espejismo la salida del conjunto de Schmidt, que parecía estar jugando con el freno de mano echado, y pese a las oportunidades, en ningún momento dio esa sensación de dominio abrumador que acostumbra a mostrar en el resto de sus partidos. Este hecho espoleó al Hoffenheim, que serenados tras el movido arranque, pasaron a hacerse con la manija del encuentro al poco de la reanudación. El cuadro local se tranquilizó, y poco a poco comenzó a intentar trenzar jugadas de ataque más elaboradas.

Una acción positiva de Schwegler, otra de Firmino, una enérgica subida de Kim, las acciones positivas del Hoffeneheim se acumulaban

Alguna acción positiva de Schwegler, otra de Firmino, una enérgica subida de Kim por su carril, las acciones positivas de los azules se acumulaban y las ocasiones no tardaron en llegar. Szalai, en dos ocasiones tuvo el primer gol de partido en sus botas, pero su lentitud una vez, y la milagrosa intervención de Toprak bajo palos otra, evitaron el tanto. El Leverkusen echaba mucho de menos a Kiessling, que tras una gran primera mitad, parecía totalmente desconectado. Fue entonces, cuando menos sensación de poder marcar daban los renanos, el momento en el que Kiessling reapareció en el partido. Entorno al minuto 79, una acción aislada de las aspirinas terminó con un gran centro raso desde la derecha, el cual, tras pasearse por el área, acabó en los pies de Kiessling, para que éste, sin oposición, pusiera el 1-0.

En su primera intervención en la segunda mitad, Kiessling adelantaba a los suyos en el marcador en un momento clave. El Hoffenheim lo había intentado, e incluso había estado mejor que su rival, pero el gol cayó como un jarro de agua fría. Ya en la fase final del choque, los locales probaron su última ofensiva, lanzándose con todo contra la meta rival (subida del portero inclusive), pero el Leverkusen logró sellar su portería, y el partido terminó muriendo para tristeza de la hinchada local.

Victoria final del Leverkusen que se podría calificar de justa, si bien los renanos disfrutaron de más ocasiones que su rival, pero que tampoco refleja la igualdad reinante entre ambos equipos durante la mayor parte del choque. El Bayer tiró de galones y ya se sitúa cuarto en la clasificación, a cuatro puntos del Wolfsburgo, mientras que el Hoffenheim permanece séptimo a un punto de los puestos europeos. Este fin de semana los chicos de Gisdol cierran el año 2014 con una visita a Berlín, mientras los de Schmidt recibirán en casa al siempre divertido Eintracht de Schaaf.