El Schalke consiguió la campaña pasada los objetivos marcados al principio de la temporada, pero sin convencer en exceso. El conjunto dirigido, hasta entonces, por Jens Keller comenzó el año 2014 mejorando la imagen demostrada en el primer tramo de temporada, consiguiendo 36 de los 51 puntos posibles en la segunda vuelta. Los problemas del Schalke se centraban sobre todo en la zona defensiva. El Schalke finalizó la temporada habiendo encajado 43 goles en contra, una marca que subraya esos problemas en la zaga.

Así todo, el Schalke terminó la temporada en la tercera posición, obteniendo de modo directo la clasificación para la siguiente edición de la UEFA Champions League. De esta manera, los mineros iban a tener la oportunidad de redimirse de la pésima imagen mostrada ese año en la máxima competición europea. En esa edición de la Champions League, las sensaciones no fueron las mejores, ya que fueron eliminados por el Real Madrid de Carlo Ancelotti casi sin oponer resistencia con un contundente bagaje total de 9-2, 1-6 en la ida y 3-1 en la vuelta.

Imagen: Schalke

Trabajo en las oficinas

El mercado de fichajes dejó grandes esperanzas en la afición y en todo el entorno que rodea al conjunto de Gelsenkirchen. Las únicas bajas importantes fueron las de Szalai y Kyriakos Papadopoulos. En cambio llegaron jugadores de muchísima calidad como Sidney Sam, Choupo-Moting, Tranquillo Barnetta (que volvía de cesión) y Denis Aogo (fichado en el mercado invernal).

No obstante, algo que sorprendió fue que todos los fichajes estaban pensados para la parcela ofensiva, sobre todo teniendo en cuenta los grandes problemas defensivos que había evidenciado el equipo. Si a eso se le suma la venta de Papadopoulos, nos encontramos con una situación difícil de comprender, la cual tendría consecuencias.

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Temporada nueva, mismos problemas

Esta temporada no ha empezado de la mejor manera para el equipo de Renania del Norte, que solo ha obtenido 27 de los 51 puntos posibles en la primera vuelta. Aparte de los mejorables resultados, el equipo sigue sin convencer y sigue dando esa muestra de inseguridad en el juego. A causa de esa inestabilidad, el técnico del conjunto minero, Jens Keller, fue sustituido el 7 de octubre por Di Mateo.

Di Mateo sí, aquel entrenador que logró conquistar la Champions League con el Chelsea exhibiendo un juego poco vistoso para lo que gusta ver en el Veltins Arena. Desde que el nuevo técnico tomase las riendas del equipo, el conjunto minero no ha experimentado mejoría alguna y sigue siendo prácticamente el mismo que era cuando Keller estaba al mando.

Si es verdad que en cuanto a resultados se refiere, el equipo ha progresado. Pero ha sido gracias en gran parte al buen estado de forma de jugadores como Huntelaar o Choupo-Moting. En defensa en cambio, siguen viéndose las mismas dudas y problemas. Y es que al margen de lo que al juego se refiere, el Schalke ha sufrido varias lesiones en la zaga.

Imagen: Schalke

En lo que a la competición europea respecta, el Schalke ha conseguido el pase a los octavos de final tras vencer en el último partido al Maribor. Pese a todo, los mineros no han llegado a convencer, ya que ganaron al Sporting de Portugal, a su rival directo, con un penalti inexistente en el minuto 90 anotado por Choupo-Moting y perdieron 5-0 contra el Chelsea de Jose Mourinho. El siguiente rival de los de Gelsenkirchen en la Champions es uno de los favoritos para ganar el torneo, el Real Madrid.

Con esta eliminatoria, el Schalke tiene la oportunidad perfecta para vengarse de la eliminatoria del año pasado, aunque todo apunta a que será una tarea más que complicada. Más que complicada, ya que el Schalke ha mostrado una terrible debilidad contra esos equipos que están un peldaño por encima de los mineros. No ha sido capaz de competir contra ninguno de ellos y ha caído estrepitosamente en más de una ocasión este año. La afición y la entidad son conscientes de que no están a la altura y no se va a pedir al equipo que consiga el pase, pero sí que plante cara y caiga con honor.

Así pues, en una temporada en la que se prevé un final como en la anterior, el Schalke deberá mejorar y tratar de arreglar los problemas en la zaga. Terminar en puestos Champions es un obligación, algo primordial para las aspiraciones de cara al futuro del conjunto minero.