Los primeros compases del año para el Bayer Leverkusen fueron muy contrarios a lo que el club, dirigido en ese momento por Sami Hyypia, se podía esperar al cerrar el año 2013. Una derrota en Friburgo al comenzar el año fue apaciguada por dos victorias ante Stuttgart y Mönchengladbach, que parecía hacer ver que lo de la primera jornada tras el parón era solo un mal espejismo. Sin embargo, un huracán de derrotas cambiaría totalmente la cara a Sami Hyypia.

Sami Hyypia fue destituido antes de acabar la temporada 2013-2014 (Foto: uefa.com).

Principios de año, entrenador nuevo

Una racha escandalosa de ocho derrotas y un empate en el tramo más definitorio de la temporada propiciaron la destitución del técnico finés. Entre esas ocho derrotas, se encontraban partidos muy importantes para el club, como los octavos de final de la UEFA Champions League ante el PSG, con humillación incluida (0-4 y 2-1), o las derrotas ante rivales directos como Schalke, Wolfsburgo, Mainz 05 o incluso el Bayern de Múnich, ya que hay que recordar que el Leverkusen llegó al parón de Navidad como segundo clasificado, por encima del Borussia Dortmund. Aunque el ex del Liverpool seguiría entrenando dos partidos más, con una victoria en Augsburgo y un empate ante el Braunchsweig, la derrota en Hamburgo por 2-1 sería el detonante definitivo.

Ocho derrotas y un empate propiciaron la destitución del técnico finés

Con solo cinco partidos por delante, y con la necesidad imperiosa de clasificarse para la Liga de Campeones, el club se encargaría de encontrar un sustituto que conocía bien el club y que ya había entrenado junto a Hyypia en la temporada 2012-13: Sascha Lewandowski. Con el técnico alemán, el equipo experimentó una gran mejoría, y no perdió ninguno de los partidos con el de Dortmund a los mandos.

Sascha Lewandowski fue el sustituto de Hyypia en el banquillo aspirinero (Foto: uefa.com).

A pesar del mal periplo de resultados, el Leverkusen fue capaz de revertir esta situación, ya que cuando Lewandowski se puso manos a la obra el equipo se encontraba quinto, pero empatado a puntos con el cuarto, el Borussia Mönchengladbach. Además, los continuos pinchazos de su principal competidor, el VfL Wolfsburgo, facilitaron mucho la tarea a las aspirinas.

Final de temporada con notable mejoría

Llegaría a la última jornada sin resolverse nada. Jugando ante el Bremen, tenían que ganar y que el Wolfsburgo (que jugaba contra el Gladbach) no superase su resultado. A pesar del susto de Selassie, que puso a los blanquiverdes por delante, los goles de Toprak y Son sirvieron para que el Bayer Leverkusen volviese a clasificarse para la Champions League, por segundo año consecutivo. En este periodo, también fue destacada la aparición del joven Julian Brandt, fichado del Wolfsburgo, y que colaboró a la hora de clasificarse para la máxima competición continental.

El Leverkusen remontó y consiguió clasificarse para la UEFA Champions League (Foto: zimbio.com).

En verano empezó a cocerse el nuevo proyecto del Bayer Leverkusen con la llegada del nuevo técnico, Roger Schmidt. El técnico alemán llegaba al seno del conjunto aspirinero tras dos campañas exitosas en el RedBull Salzbrg y desde el primer día dejó clara su rutina de trabajo y su estilo en el BayArena. Además, el Bayer se reforzó con fichajes de lujo y con vistas al futuro como el suizo Josip Drmic y Hakan Çalhanoglu, joven perla del Hamburgo. Además, el nuevo Leverkusen arrolló al Copenhague en la fase previa de la UEFA Champions League al superar la eliminatoria con un 7-2 global.

Roger Schmidt, pieza fundamental de un gran proyecto

Schmidt llegó en verano de 2014 (Foto: bundesliga.com).

El arranque de temporada del conjunto de Schmidt fue fulgurante, con dos victorias contundentes ante el Borussia Dortmund -en el Signal Iduna Park por 0-2- y ante el Hertha de Berlín -por 4-2 ante los aficionados aspirineros-. Sin embargo, esos dos partidos dejaron entrever que se trataba de un equipo marcadamente ofensivo y algo descuidado en defensa, y el Bayer atravesó una racha de seis partidos en los que ganó uno, empató cuatro y perdió otro, de manera clamorosa, por 4 goles a 1 ante el Wolfsburgo. Después de esto el equipo cogió algo más de solidez y acumuló cinco partidos sin perder en los que solo sumó un empate ante el Mainz 05. Luego, el Bayer volvió a sufrir al enfrentarse a equipos delanteros de la Bundesliga como el Bayern de Múnich –contra el que perdió por 1-0 y plantando cara- y el Borussia Mönchengladbach, con el que se disputaban la tercera posición y empató a un gol en casa.

Entremedio de eso, el Bayer consiguió clasificarse para los octavos de la UEFA Champions League como segundo de grupo tras perder solo dos partidos, ganar tres de manera consecutiva y empatar solo uno. En la DFB Pokal los de Roger Schmidt pasaron apuros para pasar de ronda y tuvieron que clasificarse en la tanda de penaltis ante el modesto Magdeburgo, con el que solo pudo empatar a dos durante el tiempo reglamentario y la prórroga. Finalmente, el Leverkusen cerró el año con una victoria ante el Hoffenheim y un empate ante el Eintracht que le permitieron llegar al parón navideño afianzado en la tercera plaza, con un punto más que el cuarto y a seis del segundo.

Schmidt ha conseguido crear un bloque muy sólido (Foto: telekomfussball.de).

El Bayer Leverkusen no solo cierra el año 2014 con buenos resultados futbolísticos. Roger Schmidt ha conseguido compactar el equipo y crear un buen grupo con jugadores de la calidad de Heung Min Son y Stefan Kiessling, consiguiendo un buen equilibro entre jugadores experimentados y con destellos de juventud como Wendell, Karim Bellarabi y Çalhanoglu. Además, el estilo y la propuesta de Schmidt ha convencido a gran parte de los aficionados del fútbol y ha hecho que jugadores que ahora están cedidos como Christopher Kramer quieran volver a Leverkusen para sumarse al equipo aspirinero.