RB Leipzig y Wolfsburgo medían fuerzas en la POKAL en el Red Bull Arena de Leipzig. Los lobos llegaban en un momento de forma implacable mientras, que los toros llegaban totalmente descolgados de las posiciones de ascenso.

Al descanso con ventaja y el susto en el cuerpo

Tanto RB Leipzig como Wolfsburgo saltaron al césped del Red Bull Arena con la intención de dominar el partido y llevar la iniciativa desde el principio. Tanto toros como lobos ejercieron una presión muy adelantada en campo contrario sobre el rival. Gracias a esto, y al hecho de que ambos conjuntos pretendían salir con el balón jugado, se pudieron ver bastantes robos.

Una vez superada la presión, los espacios en el medio campo eran abundantes

La mayor cantidad de ocasiones se vieron gracias a esa presión conjunta y a las ocasiones en las que el poseedor de balón lograba superar esa primera línea de presión. Pues una vez superada, se encontraba con un mediocampo muy despoblado en el que abundaban los espacios. Ni que decir hay que dichos espacios eran como un caramelo en manos de un niño para jugadores como Schürrle, De Bruyne o Caliuri.

Schäfer, el lateral izquierdo del Wolfsburgo, fue un permanente quebradero de cabeza para el RB Leipzig con sus constantes subidas por banda. En su primer desdoblamiento provocó un córner que Bas Dost acabaría rematando sin encontrar portería. En una jugada casi calcada en la que Schäfer volvía a doblar a Schürrle, centraba raso entre Coltorti y su defensa. Dost de nuevo llegaba a zona de remate pero no conseguía conectar el disparo y el balón se marchaba directamente fuera.

Tras un primer tramo dominado por el Wolfsburgo, llegó el turno del RB Leipzig. Tras superar la línea de presión en la medular con una pared, Jung lanzó una diagonal a la espalda de la defensa y Emil Forsberg conectó una volea que acabó blocando Benaglio. Pero la mejor ocasión llegó a manos de Klostermann. El dorsal 16 de los locales remató un centro lateral completamente solo y el balón se marchó rozando la cepa del poste.

Cuando mejor estaban los locales llegó el mazazo

Cuando mejor estaban los locales llegó el mazazo. De Bruyne asistía a Caliuri y este dentro del área reventaba la pelota que entraba algo centrada. A partir de ahí el Wolfsburgo y sus mediocentros tomaron la batuta del partido y los de Dieter Hecking gozaron de una muy buena oportunidad. De Bruyne en una contra sentaba a Sebastian y cuando ya enfilaba la portería defendida por Coltorti Rodnei llegaba desde atrás para arrebatarle la ocasión.

Gol rápido y jugar con la ventaja

El RB Leipzig comenzó los segundos 45 minutos con dos cambios en sus filas con la esperanza de cambiar el devenir del partido. Rebic y Heidinger sustituyeron a Sebastian y Damari. Este segundo asalto comenzó de manera similar al primero. La única diferencia era que los locales estaban más volcados y los visitantes especularon algo con la ventaja obtenida en el primer tiempo.

Los locales estaban más volcados y los visitantes especularon algo con la ventaja

A los diez minutos de la reanudación del juego, el Wolfsburgo asestaría un golpe definitivo con el gol de Klose. El central remató un córner prácticamente en el área pequeña y anotó el definitivo 2-0. Visto lo visto, Alexander Zorniger agotó los cambios en el minuto 65 dando entrada a un atacante como Reyna, que sustituía a Demme.

Pero nada más lejos de verse una reacción, el partido fue tomando un olor a lobo cada vez más evidente. El cronómetro corría a favor de los visitantes que además lo manejaron de forma perfecta. El RB Leipzig fue volcándose más y más al ataque y cada vez tenía menos jugadores en la parcela defensiva. Algo que más allá de propiciar más oportunidades, generó muchos espacios que el Wolfsburgo aprovechó a la perfección pero los cuales no supo materializar. Fruto de estos espacios y el paso del tiempo, llegaron la ocasión de Guilavogui y las numerosas oportunidades para Schürrle, que no estuvo afortunado de cara a gol.

Una falta directa que acabó en córner y un posterior disparo en un rechace de Kimmich representaron las ocasiones más destacadas para un RB Leipzig, que vio como el tiempo se acabó consumiendo con los cambios de Hecking, llegando el choque a su fin.