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Efectividad a falta de brillantez

Gran victoria del Bayern de Múnich de 0-4 sobre el Werder Bremen en un partido donde los de Guardiola apelaron a su precisión frente al arco más que a su brillantez característica. Debut de Pepe Reina, doblete de Lewandowski y partidazo de David Alaba y Thomas Müller para redondear el triunfo.

Efectividad a falta de brillantez
Los jugadores del Bayern celebran el primer gol del partido. // (Foto de fcbayern.de)
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Por Jonathan Josué Laguán

Muchas veces los grandes equipos tienen tardes grises y espesas. Es ahí donde, en un instinto de supervivencia casi divino, aparece la magia de la pegada, el valor de la efectividad y el incalculable e imprescindible requisito de la definición para que un equipo puedo mantener el tren de victorias que le permita alcanzar el título. Justo esa ecuación básica es a la que tuvo que recurrir este día el Bayern de Múnich para imponerse 0-4 a un Werder Bremen punzante, encarador, valiente y aplicado, pero que poco pudo hacer ante la increíble puntería que mostraron este día los de Guardiola. Detacable actuación de Alaba y Müller en el partido que también fue el debut de Pepe Reina en Bundesliga y el regreso de Lahm a la actividad futbolística.

El Bremen de Skripnik y su declaración de guerra

El partido arrancaba con la sorpresa del día. Manuel Neuer, por decisión técnica, era enviado a las gradas para dar entrada al debut de Pepe Reina en el fútbol alemán. De igual forma, las ya conocidas bajas de Robben y Ribéry ubicaban a Bernat como extremo zurdo y a Müller cargado sobre derecha, dando paso a Rode como acompañante de Schweinsteiger y a Benatia en remplazo de Badstuber. Skripnik, por su lado, no alteraba su idea y dejaba todo en la velocidad de Selke y el acompañamiento de Bartels para sorprender en velocidad, con Junuzovic como plataforma de lanzamiento.

Fue el equipo local el que salió a por todas con un interesante desdoble táctico entre presión alta y posicionamiento de líneas en el fondo de su campo

En dicho contexto, fue el equipo local el que salió a por todas con un interesante desdoble táctico entre presión alta y posicionamiento de líneas en el fondo de su campo. Es así como, en el primer minuto, Selke dejaba en velocidad a Bernat y cedía hacia atrás para el disparo de Öztunali que se iba desviado. A la siguiente jugada sería Gebre Selassie quien llegaría tarde al centro de Selke, dándole oportunidad a Rafinha de despejar el esférico. El Bayern veía como el Bremen le complicaba la salida y, una vez los bávaros lograban salir, el terreno de los verdes se poblaba de jugadores locales y volvía espeso el tránsito de la pelota.

La reacción del Bayern vino sobre minuto siete con un balón filtrado de Schweinsteiger que quedaba demasiado amplio para Müller, presagiando así el espacio defensivo que el Bremen regalaba sin darse cuenta. Al 13', una gran jugada entre Müller y Rafinha permitía el centro del brasileño para Lewandowski dentro del área, pero la enorme reacción de Wolf impedía la apertura en el marcador. Un minuto después Schweinsteiger ganaba el salto a Vestergaard pero su remate se iba directo a manos del meta local. Boateng lo intentaba al 18' desde fuera del área, pero Prödl llegaba providencial al recorte salvando las acciones en su portería.

Un gol a lo Robben de parte de Müller en el segundo remate a puerta de los bávaros. La efectividad rompía el buen despliegue táctico de Skripnik.

Sin embargo, el gol llegaría al 23' cuando, en una acción rápida al contragolpe, el Bayern encontraba el espacio necesario para romper la paridad en el pizarrón. La jugada la inició un desborde en velocidad de Lewandowski que tocó sobre la derecha para Müller. El alemán se escapaba de Gebre Selassie y disparaba de derecha, pero Wolf alcanzaba a tapar con su pierna. El rebote lo ganaría Götze quien tocaría nuevamente para Müller, quien se acomodó para su pierna izquierda y sacó un balazo a la escuadra que ni el vuelo de Wolf pudo contener. Un gol a lo Robben de parte de Müller en el segundo remate a puerta de los bávaros. La efectividad rompía el buen despliegue táctico de Skripnik.

Con el gol, vino el control del Bayern de las acciones del partido, obligando al Bremen a retroceder metros y a dejar su intento por desdoblarse entre presión alta y saturación defensiva. Desde ese momento, la figura de Vestergaard fue clave para los locales al cortar múltiples intentos de pared entre Götze, Müller, Lewandowski, Bernat y Alaba y evitar una caída mayor en su portería. Al 34', Benatia lo intentaba a cobro de falta de Schweinsteiger, pero su cabezazo se iba totalmente desviado de portería. Luego, al 36', Müller intentaba una volea en el área pero su remate se iba sin dirección y sin generar peligro en la cabaña de Wolf.

El partido poco a poco daba la noción de irse con la ventaja mínima de los bávaros hasta que, al 44', tras una falta sobre Götze al borde del área, David Alaba sellaría un verdadero golazo de tiro libre, clavando el balón en la escuadra superior izquierda de Wolf y poniendo el gol con el que se cerraría la primera parte con el 0-2 en el pizarrón. Un Bremen laborioso veía como su meta se derrumbaba ante la enorme precisión del Bayern que, a falta de sus jugadores más desequilibrantes, generaba un fútbol menos espectacular y más pragmático, más efectivo e, incluso, más vertical para saber aprovechar al máximo cada oportunidad frente a marco rival, algo que estaban logrando hasta ese momento.

Goles para endulzar el desborde de temperamento

El segundo tiempo arrancaba con un Bayern más encimado en la puerta del Werder Bremen en un intento por definir el partido rápidamente y congelar las acciones con la monopolización del balón. Sin embargo, poco a poco, el equipo local sacó las garras y comenzó a llevar el partido a un terreno más físico y con un mayor énfasis en el juego brusco, terreno en el cual el Bayern pierde sus estribos y experimenta una desconcentración que ya lo ha puesto en peligro en otras ocasiones. Lewandowski lo intentaba con un disparo desde el sector izquierdo en diagonal hacia el centro al 54', pero su intenta se iba desviado. Luego, Rode y Müller trepaban por derecha pero ambos centros eran bien rechazados por Vestergaard.

Poco a poco, el equipo local sacó las garras y comenzó a llevar el partido a un terreno más físico y con un mayor énfasis en el juego brusco

Al 58', Junuzovic intentaba encontrar a Selke a la contra en uno de los pocos pero mortales intentos del Bremen, que terminó en el buen rechazo de Boateng a tiro de esquina. Al 61', una serie de entradas duras terminó en una ronda de amonestaciones y una serie de discusiones que ensuciaron el juego, hasta que, al 63', Fin Bartels desbordaba por la banda de Rafinha y mandaba un balón complicado ante un Reina salido que alcanzaba a despejar el balón con lo último de su mano derecha. Un minuto después, al 64', un centro al área era sancionado con mano de Prödl e invalidaba el gol de Bartels tras una mala salida de Reina, en una jugada donde se pudo sancionar penal por un tirón de camiseta de Boateng sobre el central austríaco del Bremen.

El Bayern volvía a apelar a su pegada en ataque en un partido que empezaba a complircársele, ahsta que lo rompió a fuerza de precisión.

El partido, ensuciado cada vez más por una serie de entradas al límite del reglamento, comenzaba a salírsele de las manos al Bayern, demasiado desencajado en el terreno físico y dándole el espacio al Bremen para que, con empuje e ímpetu, pudieran dar la sorpresa. Es así como al 73', un balón largo de Junuzovic encontraba a Selke que se sacaba a Boateng de encima pero, justo al momento de sacar el derechazo para vencer a Reina, Alaba recorría toda la cancha para cortar la acción de forma magistral, en una muestra de la polivalencia del joven austríaco que jugó en todos los sectores de la cancha en este partido.

Pero la jugada no sería más que el preámbulo para que, al 76', un recorte de Boateng y la floja marca del centro del campo del Bremen le permitía al central alemán salir jugando con balón dominado y tocar por encima de la defensa para Müller, abierto por la izquierda. El atacante bávaro llegaba a toda velocidad ante Wolf e, inteligentemente, tocaba el balón por encima del arquero para que, de cabeza, Robert Lewandowski empujara el balón al fondo de la red ante la imposible llegada de Vestergaard. El Bayern volvía a apelar a su pegada en ataque en un partido que empezaba a complircársele, ahsta que lo rompió a fuerza de precisión.

Tras el gol, el Werder Bremen bajó los brazos y se entregó al control del balón del Bayern y a esperar el final sin recibir un mayor daño posible. En esa secuencia del partido, Guardiola dio paso al regreso de Philipp Lahm a los terrenos de juego, con miras a una acumulación de minutos para el capitán y a un regreso a su mejor forma física para el cierre de temporada. Pero faltaba una fiesta más y, al 90', un pase filtrado de Rode para Müller, permitió que el alemán cediera para la llegada de Lewandowski sobre segundo poste, quien solo tuvo que barrerse para empujar el balón a la red y cerrar el marcador 0-4. Con este resultado, el Bayern amplía a 14 puntos la diferencia sobre el Wolfsburgo, quien deberá vencer en su partido de mañana para retrasar el ya casi confirmado alirón del Bayern en esta temporada.