Para Sudáfrica 2010, Alemania era más un cúmulo de dudas e incertidumbres que una promesa en sí misma. La lesión de Ballack de última hora y su consecuente baja para el Mundial hacía preveer una debacle histórica para una selección acostumbrada a los podios mundialistas y a ser protagonista de cada torneo que disputa. En ese contexto, una joven Alemania hizo una presentación memorable en Sudáfrica 2010 y, sin titubeos, despedazó 4-0 a Australia mostrando las bases de su nueva idiosincrasia futbolística y mostrándole al planeta que los chicos convocados por Löw estaban listos para dar el salto al gran escenario del fútbol internacional. Podolski, Klose, Müller y Cacau firmaron la goleada ante un rival que poco pudo hacer para evitarlo.
Monólogo alemán de principio a fin
La primera alineación de Löw mostraba a Arné Friedrich, lateral derecho nominal, colocado sobre el centro para hacer pareja con Mertesacker, con Lahm por derecha y el joven Holger Badstuber por izquierda. Schweinsteiger y Kedhira harían el doble pivot sobre el centro para que Özil cargara con el asunto creativo. Podolski iba por izquierda, Müller por derecha y, como punta de lanza, el gran artillero Miroslav Klose. Australia, por su parte, juntaba dos líneas de cuatro muy cerca de Schwarzer con Emerton acompañando a Tim Cahill en el frente de ataque.
El partido arrancaba con un dominio territorial de parte de Alemania casi absoluto.
El partido arrancaba con un dominio territorial de parte de Alemania casi absoluto. Con el pitazo de Rodríguez, los teutones se pararon en todo el terreno rival y comenzaron a rotar el balón con mucho criterio y a una velocidad vertiginosa, lo que provocaba el desconcierto del rival y la desubicación defensiva de sus piezas. Müller tendría el primer disparo a puerta al minuto tres y Schweinsteiger probaría de larga distancia al seis, pero Schwarzer respondía a buen nivel en ambas acciones.
Pero, sin esperar más, al 8', una gran acción individual de Özil sobre la derecha, le permitio quitarse a Grella de encima y filtrar el balón a la espalda de Culina para la llegada de Müller, quien mandaría un centro raso que cruzaba toda el área. El balón era interceptado por Podolski sobre la izquierda y, con un endiablado zurdazo, batía la resistencia de Schwarzer ante la llegada tardía de Neill en el relevo. Se abría el marcador y se comenzaba a presagiar una auténtica goleada ante el vendaval en el que estaban convertidos los alemanes y el aturdimiento notorio que tenían los australianos ante el desconcierto ofensivo que la movilidad rival les generaba.
Podolski y Müller encontraban auténticas autopistas por sus carriles y trepaban con total facilidad.
La reacción australiana intentó llegar en la siguiente jugada, tras una falta de Kedhira sobre García y el envío largo de Cahill que Neuer atrapó de forma espectacular. Sin embargo, ante los espacios generados por el adelantamiento de líneas de los canguros, Podolski y Müller encontraban auténticas autopistas por sus carriles y trepaban con total facilidad. Es así como, al 23', una tremenda acción de Schweinsteiger en zona media le permitía habilitar a Podolski sobre la izquierda, quien sacaba un centro raso que Klose punteaba pero, increíblemente, el balón se iba apenas desviado del poste izquierdo de Schwarzer.
La revancha del goleador histórico alemán llegaría solo cinco minutos después con un balón controlado por Schweinsteiger en zona media. El "7" alemán tocaba para Lahm por derecha, quien levantaba la vista y enviaba un centro exquisitamente milimétrico para el salto de Klose, quien anticipaba la salida de Schwarzer y, a su mejor estilo, colocaba de cabeza el 2-0 en el marcador. Alemania dominaba, arrollaba y dejaba sin opciones a un equipo australiano que no parecía tener contemplado en sus planes la versión futbolística que el equipo de Löw estaba mostrando.
El 2-0 no hizo más que terminar de hundir a Australia que, a partir de ese momento, se encomendó a Schwarzer y a la buena fortuna de ver fallar incontables ocasiones alemanes. Ejemplo de ello es la que Özil dejó ir al 29', tras una gran asistencia de Müller, pero el disparo por encima del meta rival fue despejado por Neill cuando el balón estaba a punto de ingresar a portería. Luego, al 38'. una gran habilitación de Özil para Lahm por derechaba terminaba en centro que Kedhira cabeceaba desviado de portería. El primer tiempo cerraba con el balón en los pies de Alemania y una Australia desconcertada y consciente que estaba a las puertas de una goleada en su debut mundialista.
Reacción australiana molida a goles
Con el inicio del segundo tiempo, los alemanes parecieron bajar un poco el ritmo y buscar el control del partido mediante la monopolización del esférico y la ocupación territorial en zona rival. Sin embargo, al 50', Grella cedía para Culina quien disparaba ligeramente desviado ante la estirada de Manuel Neuer. Pero, al 52'. una tremenda pared entre Lahm y Müller terminaba en centro del lateral derecho para el propio Müller quien remataba a puerta pero Schwarzer mandaba a córner con lo último de su mano izquierda. El acoso continuaba al 59' con una gran asistencia de Özil para Klose quien controlaba de zurda y remataba de derecha pero Schwarzer volvía a tapar el disparo.
Golazo con la firma de toque corto y explosividad con balón dominado de esta nueva Alemania.
Podolski y Klose se combinaban al 60' sobre el sector izquierdo del área chica, pero el centro de Lukas era desviado a tiempo por Neill antes de la llegaba de Klose solo sobre el centro. La jugada servía de anticipo para que, al 68', una acción de toque corto y rápido entre Schweinsteiger, Klose y Podolski permitía que éste último se escapara en diagonal hacia el centro, tocara para la llegada de Müller a la espalda de García y, con un fino recorte sobre el cierre de Neill, rematara de derecha un disparo raso que se colocaba en la base del poste izquierdo de Schwarzer y entraba al fondo de la red para firmar el 3-0 en el marcador. Golazo con la firma de toque corto y explosividad con balón dominado de esta nueva Alemania.
Alemania colocaba la cereza a su pastel de goles en un debut soñado
El torbellino de goles daría su golpe final solo dos minutos después, al 70', con un pase fenomenal de Badstuber cruzando todo el sector izquierdo para la espacaba de Özil sobre ese carril. El pequeño volante germano colocaba un centro de primer intensión para el arribo del recién ingresado Cacau, quien solo empujaba el balón para sellar el 4-0 a pesar de la estirada desesperada de Mark Schwarzer. Alemania colocaba la cereza a su pastel de goles en un debut soñado para una nación teutona que veía como la selección más joven de su historia mundialista despejaba las dudas que se cernían sobre ellos a fuerza de goles, espectáculo, buen fútbol y una mentalidad ofensiva total.
Australia intentaría reaccionar para, al menos, colocar un gol a su favor en el pizarrón y, al 84', una gran acción de Culina terimaba en un centro al área que Hollman remataba de volea pero Neuer tapaba de forma increíble cuando el balón ya se colaba sobre la base del poste izquierdo. La respuesta teutona estuvo a cargo de Podolski, quien corrió sobre el sector zurdo con total libertad al 85' y mandó un centro venenoso que ni Gómez ni Cacau pudieron rematar ante un Schwarzer que lucía ya vencido en su puerta. Schweinsteiger lo intentaba al 89' desde tres cuartos de cancha, peor el meta australiano hacía una tapada para foto e impedía un auténtico golazo del mediocentro teutón, cerrando así las acciones del partido.
El marcador firmaba un 4-0 claro y sin apelativos. Sorprendieron a su rival, Alemania mostraba una cara ofensiva letal, con movimientos tácticos sumamente interesantes y una vocación de poseer el balón diferente, con mayor verticalidad y una orientación más punzante en el área rival. Los extremos volaban, los volantes se multiplicaban y la defensa jugaba tan lejos de su portería que recuperaban el balón con absoluta falicidad y rapidez. El partido ante Australia en 2010 fue la presentación en sociedad de una joven bella, inocente pero altamente atractiva, que prometía títulos y que no tardaría mucho en obtenerlos.