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David venció a Goliat

El Arminia Bielefeld se clasifica para las semifinales de la DFB Pokal al ganar en los penaltis al Borussia Monchengladbach, en un partido muy igualado.

David venció a Goliat
Los jugadores del Arminia Bielefeld celebran  el gol de Junglas.   Foto: Kicker.
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Por Álvaro García Alcázar

David contra Goliat, o lo que es lo mismo, un equipo de la tercera división alemana contra todo un equipo de la Bundesliga. De esta forma se presentaba el partido de cuartos de final de la DFB Pokal entre el Arminia Bielefeld y el Borussia Monchengladbach. Las estadísticas apuntaban en dirección a los visitantes, que no perdían con el Arminia Bielefeld desde marzo de 2003, en aquel partido el Arminia goleó por cuatro goles a uno al Monchengladbach. Más reciente es la victoria por dos a cero del Borussia frente al Arminia en un amistoso de pretemporada de enero de 2015. Con la opción de clasificarse para semifinales de copa, ambos equipos saltaron al césped.

Con todos los protagonistas sobre la hierba, la lucha por un puesto en las semifinales de la DFB Pokal comenzó. Los primeros minutos del partido sirvieron para que locales y visitantes empezaran a conectar. Fue el Borussia Monchengladbach el que gozó de las primeras ocasiones de gol, pero fueron en vano. Con el paso de los minutos, los visitantes empezaron mostrar su superioridad de calidad y poco a poco se fueron haciendo con el control del esférico. Pese a esto, el Arminia no se amedentró y siguió luchando por el balón. El partido dió un giro cuando en el minuto veintiseis de la primera parte, un balón que llegó a los pies de Junglas, y este con mucha sangre fría mandó el esférico al fondo de la portería defendida por Sommer. Saltaba la sorpresa, un equipo de tercera división había marcado un gol frente a uno de los equipos favoritos para llevarse la copa. Antes del gol,los jugadores del Arminia habían recriminado un posible penalti por mano en la portería del Monchengladbach. Con este gol, el Borussia volvió a despertar y otra vez, a controlar poco a poco el balón. Con el control del balón en pies de los visitantes, llegó la jugada que cambió otra vez el partido, el árbitro señaló un penalti a favor del Borussia, que Kruse se encargó de transformar para devolver la igualdad al marcador.

Kruse transforma el penalti. Foto: Kicker

Otra el marcador empatado, y ahora llegaba el turno de los porteros, que solventaron con grandes paradas tiros muy peligrosos. Estuvo especialmente bien Schwolow, portero del Arminia Bielefeld, que salvó a su equipo en más de una ocasión, siendo un desquicio para los jugadores del Borussia. Con un gol para cada equipo y cuarenta y cinco minutos (mas una prórroga si fuera necesario) para decidir al semifinalista, se llegó al descanso.

La primera parte estuvo igualada

El ambiente en el Schüco Arena era digno de elogio, un estadio lleno hasta la bandera que no dejó de animar durante todo el partido. En el momento en el que ambos equipos saltaron al campo, un fondo del estadio hizo un increíble tifo con un A, símbolo del Arminia Bielefeld. Cabe destcar la gran presencia de aficionados del Borussia Monchengladbach, que ocupaban prácticamente un fondo del estadio.

La segunda parte comenzó de forma parecida a la primera, salvo que solo quedaban cuarenta y cinco minutos para que uno de los dos equipos marcara un gol que les diera el pase a las semifinales, sin tener que recurrir a la prórroga. Ambos equipos propusieron un estilo de juego muy similar, lo que favoreció a la igualdad. El Borussia propuso un estilo de tocar el balón hasta ver la oportunidad de llegar a la portería, mientras que el Arminia buscaba sorprender al contragolpe. Los primeros minutos de la segunda parte fueron para el Borussia Monchengladbach, pero poco a poco el Arminia Bielefeld se fue metiendo en el partido hasta controlar gran parte de la segunda parte. Fueron ellos los que gozaron de más ocasiones, pero la entrada de Traoré en el Monchengladbach la que revolucionó los últimos minutos. El guineano tuvo dos claras ocasiones que erró de forma estrepitosa. Los últimos minutos estuvieron marcados por el ir y venir de ocasiones para ambos equipos, pero sin llegar a materializarse en el ansiado gol. Con la igualdad finalizaron los noventa minutos y el partido se fue a la prórroga.

Foto: Kicker

El cansancio y el miedo a que marcar un gol el equipo visitante fue la nota dominante en la primera parte de la prórroga. Apenas hubo ocasiones claras de gol, prácticamente ambos equipos vivían a base de jugadas aisladas o de un pelotazo con suerte. Fue el Borussia Monchengladbach el que puso más empeño en llegar a la portería, pero la defensa local se sobrepuso al cansancio y paró en seco las llegadas de los visitantes. Traoré siguió en la misma línea desde que saltó al campo, fue un quebradero de cabeza para la defensa y tuvo una clara ocasión que se fue rozando el palo. El partido dejó una fea estampa cuando Burmeister y Xhaka se enzarzaron en un cruce de miradas, que no llegó a más gracias a la intervención del árbitro. Los jugadores estaban muy cansados y esto afectó al desarrollo de los últimos segundos de la primera parte, marcada también por los tirones y calambres típicos de este tipo de situaciones.

El cansancio condicionó la prórroga

Foto: Kicker

Muy precipitado salió el Arminia Bielefeld en la reanudación de la prórroga. Se le veía falto de ideas, solo con la mentalidad de marcar un gol. Los locales tuvieron una gran oportunidad en el minuto ciento siete, un córner magistralmente botado que no encuentra rematador y se pasea por el área de Sommer. Sobre el campo, el Borussia Monchengladbach parecía más fresco, pero las ocasiones las servía el Arminia Bielefeld. El intercambio de llegadas a las porterías empezó a bajar de intensidad. Poco más dejó la segunda parte de la prórroga, que acabó como empezó, con los goles que se marcaron en los primeros cuarenta y cinco minutos. Con todo por decidirse, los jugadores buscaron ese silencio que ayuda momentos antes de lanzar un penalti. Todo el esfuerzo realizado durante todos los partidos de la DFB Pokal se iba a ver reducido a un chute desde once metros.

Schwolow fue el héroe de la noche

En los penaltis comenzó lanzando el Arminia Bielefeld, el encargado del primero fue Klos que marcó engañando a Sommer. Raffael fue el primero en tirar para el Borussia, pero su disparo se fue fuera rozando el palo. Turno para Dick, que marcó casi de Panenka para los locales. Johnson fue el encargado de transformar el primer penalti para los visitantes. A continuación Ulm marcó el 3-1 para el Arminia en los penaltis. Xhaka marcó el segundo para el Borussia, a pesar de que Schwolow adivinó el lado. Brinkmann anotó el cuarto para los locales, pero luego Brouwers puso el tercero para el Monchengladbach, 4-3. Sin embargo Sommer adivinó el disparo de Lorenz y lo atajó. Todo estaba en pies de Kruse, si marcaba su equipo seguía vivo, y eso hizo, mandó a ambos equipos a la muerte súbita. En ella empezó tirando el Arminia, que mediante Burmeister se ponía por delante. Ahora todo el peso del partido recaía en los pies de Traoré y en los guantes de Schwolow. Y en este instante, donde toda la presión estaba sobre el joven portero del Arminia, decidió tirarse al lado justo al que iba el disparo de Traoré, atajando el balón y llevando a la gloria de las semifinales al modesto Arminia Bielefeld.

Foto: Kicker