Tan solo un día después de la tremenda dosis de emoción ofrecida por Bayern de Múnich y Borussia Dortmund, donde el equipo de Klopp se convirtió en el primer finalista de la DFB Pokal, la eliminatoria “pobre” de las semifinales entraba en escena. El Arminia Bielefeld, de tercera división, retaba al todopoderoso Wolfsburgo, en un partido de favoritismo claro pero de resultado incierto. Mérito éste que el Arminia se había ganado a pulso, pues no todos los días un tercera es capaz de eliminar a nada más y nada menos que Schalke, Hertha y Borussia Monchengladbach en un mismo torneo.

Sin confianzas

Tras dos decepciones muy seguidas, en Bundesliga y Europa League, el Wolfsburgo no se confió y saltó mandón al SchücoArena. Haciéndose con el balón desde pronto, los lobos monopolizaron el primer tramo del encuentro. Con paciencia, moviendo el cuero de un lado al otro del campo, tratando de conectar con su trío de mediapuntas, los de Hecking no se fiaban de su rival y fruto de este dominio, llegaría el primer gol tempranero del encuentro.

Los locales, superado ya el miedo, empezaron a crecer, empujando a los lobos a su campoCaligiuri robó en campo rival, avanzó hasta la frontal, se giró, esperó y cedió para que Arnold, con un maravilloso disparo a la escuadra, pusiera el primero en el electrónico. En prácticamente la primera oportunidad del partido, los lobos daban el primer golpe sobre la mesa. El tanto causó su efecto el partido, que tras unos primeros instantes de claro dominio visitante, empezó a igualarse. Los locales, superado ya el miedo y con el marcador en contra, empezaron a crecer, empujando a los lobos a su campo. El partido entraría entonces en su fase más igualada, con el Arminia tratando de elaborar y el Wolfsburgo más pendiente de contragolpear.

El partido estaba abierto, pero las ocasiones se echaron en falta. Los unos, incapaces de generar nada más allá del juego a balón parado, y los otros, fallones como nunca en el último pase. Y así, fueron pasando los minutos hasta llegada la media hora de juego, cuando Caligiuri, mejor jugador lobo hasta el momento, forzó una falta peligrosa en el lateral del área. Rodríguez sacó, Naldo tocó en el segundo palo y Luiz Gustavo, muy liberado, cabeceó al fondo de las mayas.

Sin excesivos alardes, y con De Bruyne totalmente desaparecido, los visitantes cobraban una ventaja muy sustanciosa. El segundo pareció afectar más a los de Bielefeld, que perderían algo de protagonismo merced a un Wolfsburgo que, despacio, meció poco a poco el partido hasta llegar al descanso.

De nuevo Dani

El tiempo de asueto pareció sentar muy bien al conjunto local, quien, haciendo gala de una entereza notable, recuperó las buenas sensaciones de la primera mitad y cerca estuvo de recortar distancias. Lowe sacó la falta y un mal colocado Benaglio vio como el balón se estrellaba contra la madera. Fue la mejor ocasión para los locales, que de nuevo parecían engancharse al partido. Pero entonces, reaparecería el hombre del partido: Daniel Caligiuri. Y es que Caligiuri, con sus virtudes y sus defectos, es un jugador diferente al resto. Puro nervio, intensidad, despliegue. Un hombre sacrificado para quien el esfuerzo no es negociable.

Perisic, durante la celebración del tercer gol | Imagen: foxsports

Caligiuri es un jugador diferente al resto, para quien el esfuerzo no es negociableAsí mismo, en el minuto 51, Caligiuri recibió dentro del área de manos de De Bruyne, centró raso hacia el interior del área y Perisic, que llegaba en el segundo palo, anotó a placer. 0-3 y nuevo golpe anímico para los locales, que solo cuatro minutos después verían como la eliminatoria quedaría cerrada por completo. Era el minuto 55, Caligiuri recibió lejos del área, arrancó con la pelota en un eslalon maradoniano, driblando a varios rivales a su paso, y cedió atrás a Arnold, quien a la segunda, cerró la eliminatoria. 0-4 y eliminatoria resulta para los lobos, quienes ya se dedicarían únicamente a reservar fuerzas y ver pasar los minutos hasta llegar al final del partido.

Y así fue la historia de un partido en el que diferencia real entre ambos equipos quedó claramente reflejada, pues el Arminia, pese a contar con grandes intenciones y plantar cara prácticamente los 90 minutos de partido, se fue con un tajante 0-4 en contra. Será la primera gran final de este ambicioso proyecto de los lobos. Una final donde, paradójicamente, se cruzará el inicio de un proyecto ilusionante como el de los lobos con el final de otro, el del Dortmund de Klopp, que tendrá en ese partido su gran oportunidad de despedirse por todo lo alto.