La octava jornada de la Ligue 1 se presentó en el último fin de semana de septiembre con expectación y con el Mónaco en lo más alto de la tabla, con 17 puntos, perseguido de cerca por el PSG con 15, el Olympique de Marsella con 14 y varios conjuntos más, como el Lille y el Rennes, entre otros, acechando una ajustada zona alta del encuadrado, y también con combinados como el Ajaccio y el Bourdeaux, situados en la parte baja, pero muy cerca del Lorient,a los que pretenden arrebatarle el puesto.
El OM, que llegaba tras vencer por dos tantos a uno al Saint-Étienne en la última fecha y con la baja notable de Gignac, y los de Christan Gourcuff, que arribaban tras perder en Toulouse, pero con ganas de resarcirse y salir del pozo, abrirían la programación en el Stade du Mostoir en un encuentro que pudieron llevarse ambos.
Encuentro que pudieron llevarse ambos
El partido dio comienzo y, aunque los de de Élie Baup eran en el papel claramente superiores, fueron los locales los que mejor imagen dieron en los primeros compases de la contienda tanto en juego, exponiendo su apuesta por el toque, como en ocasiones. Las más claras, las de Akoubakar en el 1’ con un disparo lejano, en el 5’ con un gran desborde de Monnet Paquet por la derecha, que llegó a Jouffre dentro del área, pero que éste disparó contra un defensor, y en algunas jugadas a balón parado que quedaron en nada, pero que les permitieron tomar la batuta.
El partido transcurrió y los de la Bretaña fueron bajando el ritmo, al contrario que los del sur de Francia, que despertaron en los últimos minutos gracias, en parte, a un buen Valbuena. El atacante francés guió a los suyos y éstos pudieron consumar sus mejores momentos, aprovechando también el bajón de sus rivales. En el 35’ cabalgó dentro de campo contrario y se sacó un pase alto por encima de las cabezas de la zaga local hacia la carrera de J.Ayew, pero éste controló escorándose un poco y el disparo salió muy defectuoso.
El Marsella despertó al final
En el 38’ los de C. Gourcuff reaccionarían por última vez antes del descanso, a través de una buena jugada por el flanco izquierdo aprovechando la velocidad de Pelé. Centraron y, en el despeje, Mendez dio un susto rechazando hacia su portería en una jugada que, finalmente, acabó en córner.
A partir de ahí, el peligro se tintó de azul. En el 39’, un incansable Valbuena llegó por la derecha apoyándose en Ayew, que se la devolvió, y el francés sacó un disparo que se marchó fuera. Primer aviso. El segundo intento llegaría en el 45’. Payet abrió para A. Ayew, que desbordó por la izquierda y conectó con Valbuena, pero éste, dentro del área y con todo de cara, remató desviado.
Con ocasiones, pero sin ningún gol, se extinguieron los primeros 45 minutos.
Llegó el gol
La segunda mitad fue la continuidad de los últimos instantes de la primera, con los marselleses apretando, pero también con unos hombres de Christian Gourcuff que no se rindieron y gozaron de oportunidades, aunque poco después se llevarían una derrota excesiva.
Golpeó primero el OM en el 48’. Jordan Ayew encaró a Baca, se plantó en la frontal del área y disparó, pero Audard reaccionó bien y despejó a córner. El Lorient no tardaría en responder, un minuto después concretamente, y acecharía el arco contrario en una jugada que pudo ser más, pero que acabó controlando mal Pelé en la frontal y quedó en nada. Alguna más tendrían, pero no estuvieron finos y lo pagaron caro.
Un Marsella que había empezado mejor el segundo tiempo que el primero, vería como su hombre clave, Valbuena, volvería a aparecer en el momento indicado. Generaban peligro, pero no definían y, en una falta de distancia media por la frontal, el internacional francés se sacó un tiro certero que acabó en las redes para subir el primero al marcador.
El Lorient quiso pero no pudo
Ante esto, los del noroeste francés reaccionaron, pero fue un "quiero y no puedo" continuo que les amargó durante todo el encuentro. En el 65’, Pelé entró por la derecha, se abrió hueco y se sacó un disparo flojo que atrapó sin problemas Mandanda. Jouffre, sobre el 70 de juego, lo intentaría varias veces sin suerte.
Khalifa había entrado en el 57’ por J.Ayew y tendría tiempo de dejar su huella con un disparo desde la frontal que se marchó por poco, y el Lorient continuaría intentándolo. Primero, Pelé recogió el rechace de un saque de esquina, remató desde la frontal fuerte, pero centrado y atrapó Mandanda. Después, Aboubakar intentaría una jugada en solitario por el centro, pero Nkoulou y Mendez estuvieron mucho mejor en el segundo tiempo y aguantaron bien las embestidas hasta que llegó la tranquilidad.
En el 91’ se endosaría el remate final a unos locales desquiciados, en un balón largo que peinó Khalifa y que remató André Ayew, llegando por el flanco zurdo y batiendo con una buena definición a Audard, para certificar los tres puntos.
En poco, tras esto, se pitó el final y el OM se llevó una victoria sin lucirse demasiado, pero que consumó gracias a una gran eficacia y que le sirve para mantenerse otra fecha más en el podio de la Ligue 1. En cambio, en el bando local, no pudieron continuar aferrándose a su fortín, donde todavía no conocían la derrota hasta hoy, y deberán esperar para acabar de reaccionar y resarcirse de un inicio poco productivo.