No hay partido comparable al Classique en Francia. El enfrentamiento entre OM y PSG supone una rivalidad inigualable que trasciende el ámbito deportivo para pasar al social. El partido entre partidos divide al país galo, pues ambos clubes son de marcadas tendencias opuestas, representan a las dos ciudades más importantes, es un duelo Norte-Sur con todo lo que eso significa, con los condicionantes propios de la idiosincrasia de Marseille y París.

El gran clásico llega en un buen momento tanto para parisinos como para marselleses. El PSG y el OM han empezado bien la temporada, situándose en la parte alta de la clasificación de la Ligue 1. En Europa la historia es bien diferente, mientras el PSG vence y convence, el OM está siendo incapaz de sumar en el grupo de la muerte.

Dominio del OM en el global de los enfrentamientos

En el registro histórico de enfrentamientos entre OM y PSG, los marselleses se imponen ampliamente a su rival. 31 victorias marseillais por 20 triunfos parisiens, más 17 empates en un total de 68 clásicos en Ligue 1 decantan la balanza a favor de los sureños. Si reducimos el dato a los partidos disputados en Marsella, los locales se impusieron en 17 ocasiones, mientras que los capitalinos solo lograron alzarse con la gloria en territorio enemigo cinco veces, además de 7 empates. Sin embargo, la temporada pasada en Le Vélodrome se vivió un frenético empate a 2, con el duelo goleador entre Ibrahimovic y Gignac, y en el Parque de los Príncipes el PSG ganó por 2-0.

OM: en busca de la ansiada estabilidad

El nuevo proyecto del Olympique de Marseille, el club más grande a nivel histórico y social de Francia, ilusiona por la conjunción de talento y juventud que tiene Elie Baup en sus manos, destacando los fichajes en este mercado estival, como Thauvin, Payet, Imbula, Lemina o Mendy, todos siguiendo la línea de futbolista ilusionante y con proyección de futuro. Parece que al fin el club sureño encuentra un camino serio y empieza a construir una base sólida, buscando la estabilidad que ha brillado por su ausencia en los últimos años, sobre todo en lo que a los dirigentes de la institución se refiere.

Pese a tener mimbres suficientes, de momento el OM no está practicando un juego atractivo, pero sí se está mostrando como un equipo realmente competitivo y efectivo, que no tiene problema alguno para resols trabados, al igual que su eterno rival. Se puede decir que los marselleses vencen pero no convencen.

El de Baup es un equipo más bien contragolpeador, que prefiere un ritmo de partido lento, optando por replegarse y defender cerca de su portería, pero también con una calidad importante y diferencial de centro del campo hacia adelante, por lo que busca dinamizar y acelerar la circulación en la zona de tres cuartos. Su sistema predilecto es el 4-2-3-1, con una base muy clara.

El OM no está mostrando un juego muy atractivo, pero sí está siendo fiable y competitivo

Mandanda es un portero de grandes reflejos, pero con cierta tendencia al fallo. Su defensa es algo frágil, pese a la presencia de N'Koulou, uno de los mejores centrales del campeonato francés, y sus laterales (sobre todo Mendy) son largos y asumen bastante peso en fase ofensiva. El doble pivote Romao-Imbula destaca por su presencia física, capacidad para abarcar campo y recorrido, aunque se echa de menos un punto de creatividad.

Por delante se encuentra la línea más fuerte del equipo. Valbuena es el eje creativo desde la mediapunta. El diminuto enganche francés pasa por el mejor momento de su carrera, y debido a su talento, dinamismo y desborde es uno de los futbolistas clave del cuadro sureño. Por la derecha se sitúa Payet, que llegó este verano al OM y está dejando buenas sensaciones, extremo de calidad y buen golpeo de balón. Con Thauvin aún lejos del punto de forma ideal, desde la banda zurda en principio partirá André Ayew, hijo de Abedi Pelé, leyenda marseillais, y jugador referencial, un portento físico, de gran recorrido y trabajo.

Gignac llega recién recuperado de una lesión, pero apunta a titular como delantero centro. Si no es así, Jordan Ayew, un extremo natural, profundo y rápido, o Khalifa, que sí es '9', podrían ocupar su lugar. La única baja del OM es Morel, el lateral zurdo, al que tras sus últimas actuaciones poco alentadoras no parece que se le vaya a echar en falta, y más teniendo en cuenta la irrupción de Mendy.

El OM no es favorito y está lejos del potencial del PSG, pero en su estadio, en el ambiente Vélodrome, saliendo extramotivado a medirse al gran rival y dispuesto a continuar el buen momento y a asaltar el liderato de la liga francesa, es una certeza que competirá y pondrá las cosas muy complicadas a los todopoderosos parisinos.

PSG: poderoso caballero es Don dinero

Hasta la llegada de QSI, el grupo inversor catarí, el PSG pasaba por un momento complicado, lejos de las grandes victorias, la grandeza y los títulos, desilusionando temporada tras temporada e incluso coqueteando con el descenso en sus peores años. De la mano de la tremenda inversión, el club rápidamente ha logrado repuntar y consolidarse no solo como el mejor equipo en Francia sino como incluso un aspirante a la Copa de Europa.

Ancelotti creó una base sólida y un colectivo competitivo, recuperó la Ligue 1 para las vitrinas del club, y dejó un gran legado para Blanc en la parcela técnica. Laurent llega al equipo de Ibrahimovic y Thiago Silva para trabajar sobre los cimientos que construyó Ancelotti, rodeado por estrellas como Cavani, Verratti, Lucas Moura o Lavezzi, y jugadores fiables, casos de Matuidi, Jallet, Motta o Maxwell.

Cabe destacar que los inicios de Blanc en el banco parisino no han sido fáciles. A su aparentemente débil posición en el club (llegó como última opción tras la marcha de Ancelotti) se suma que al equipo le ha chocado una de las principales ideas del libreto del ex-Girondins. El PSG es un cuadro ciertamente pesado y lento en la circulación de balón, por lo que a la hora de practicar el juego de posesión le cuesta crear en espacios cerrados.

Los inicios de Blanc en el PSG han sido dificultosos por su aparentemente débil posición en el club y las dificultades para asimilar su estilo

El entrenador de Alès ha cambiado el sistema a un 4-3-3, con la introducción de Motta como pivote, buscando una salida de balón más cómoda y mayor solidez defensiva. Un planteamiento en el que Verratti, el mediocentro de la plantilla parisina más capacitado para generar fútbol en base a fases largas de posesión, tiene una importancia capital.

Además, este modelo potencia la figura de Ibrahimovic, que retrasa su posición, influye en la gestación de la jugada y es activo en muchos metros, movimientos con los que abre espacios para las rupturas de Cavani y Lavezzi o Lucas. Todo tiene su punto negativo, y es que Lucas Moura, el segundo jugador de más talento del PSG por detrás de Zlatan, se ve perjudicado por el nuevo sistema. Cavani prefiere el costado diestro, la zona de influencia del brasileño, y Lavezzi se adapta mejor a jugar por la izquierda, por lo que parece que el Pocho parte en ventaja. Si bien partido a partido los parisinos van mejorando sus prestaciones, de momento resuelven los encuentros por su pegada, potencial ofensivo y poderío a balón parado, sin excesiva brillantez, aunque cada vez asimilan mejor el juego de asociación que pretende Blanc. El equipo de la capital es, sobre el papel, superior a su archirrival, y llega en el papel de favorito, pero en un partido así, condicionado por el ambiente y la extramotivación, las distancias tienden a acortarse.

Para la visita a Marsella el PSG cuenta con la sensible baja de Thiago Silva por lesión. El brasileño, uno de los mejores centrales del mundo, vuelve a perderse la gran noche como le ocurriera ya la temporada pasada. Su ausencia condiciona todo el sistema defensivo del equipo, pero la pareja Alex-Marquinhos es fiable. Por otra parte, la polémica ha vuelto a salpicar a Jeremy Ménez, cuya mala relación con Blanc desde los tiempos de éste como seleccionador francés es conocida públicamente. El controvertido extremo decidió abandonar el banquillo antes de tiempo en el último partido de Champions ante el Benfica, acción por la que el técnico ha decidido dejarlo fuera de la convocatoria.

Convocatorias

Olympique de Marsella: Mandanda, Samba; Diawara, Fanni, Mendes, Mendy, Nkoulou; Cheyrou, Imbula, Romao, Valbuena, Thauvin, Lemina, Payet, André Ayew; Jordan Ayew, Gignac, Khalifa

Paris Saint-Germain: Sirigu, Douchez; Jallet, Maxwell, Camara, van der Wiel, Marquinhos, Digne, Alex; Matuidi, Motta, Verratti, Rabiot, Lucas, Pastore; Lavezzi, Ibrahimovic, Cavani y Ongenda

Posibles alineaciones