El Niza cayó ante un Montpellier que está empezando a coger forma en el partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada de la Ligue 1, disputado en La Mosson. Parece que Courbis ya ha dado con la tecla, que sumado a la aportación de Niang está haciendo que el Montpellier viva su momento más dulce desde principio de temporada.
El partido empezó entretenido y con intensidad, como todos los del Montpellier, empezó con un Cabella que dirigió el juego local desde los primeros compases del partido. Courbis apostó por un XI muy ofensivo, que demostró su rapidez durante todo el encuentro. El Niza intentó penetrar en el área rival, pero la defensa local estuvo muy sólida todo el encuentro.
En los primero veinte minutos los de Languedoc-Roussillon dieron un gran espectáculo, Cabella abrió balones a la izquierda mientras que Mounier y Niang permutaron posiciones, haciendo un juego muy atractivo visualmente. Finalmente Cabella, envió un balón aéreo a Mounier que hizo lo propio con Niang que engañó a Ospina, y envió el balón al fondo de las mallas en el minuto 30'. Ante esta perspectiva, el Montpellier siguió atacando. El ataque del Niza estuvo en jaque toda la primera mitad y durante la segunda la situación no mejoró.
La defensa local fue determinante en la victoria
Al comenzar la segunda parte, los ''pailladins'' volvieron a su juego de ataque, esta vez Cabella, distribuyó por la derecha que obtuvieron tanto éxito como por la izquierda. En un saque de esquina, Cabella centró, Mounier remató, Congré dio un pase, Ospina salió a por uvas y Hilton anotó con la pierna derecha, corría el minuto 54'. El Niza no se quiso ir sin decir nada, así que en la primera que tuvo, en un saque de falta, Bosetti batió a Jourdren con un balón cruzado en el minuto 69'. Los locales se lanzaron al ataque y casi al final del encuentro, en el minuto 81', Camara cazó con el pecho un centro de Montaño y batió la portería de Ospina por última vez.
Hay que destacar enormemente a Rémy Cabella porque es quien hace jugar al Montpellier, sin su aporte seguramente el resultado hubiera sido otro, esta victoria le ha servido al Montpellier para empezar a afianzarse en la liga y coger confianza de cara a la copa, al Niza como aviso de que si se descuida, los de abajo subirán y su categoría peligrará.