Partido soñado para un Nantes que estaba cuajando una temporada brillante. El recién ascendido, octavo en Ligue 1 tras una mala racha, se ha encontrado toda la campaña lejos de los puestos de descenso y a poca distancia de la lucha por puestos europeos. Los de Der Zakarian tenían en su mano la posibilidad de disputar la segunda final de Coupe de la Ligue, venciendo al líder. 

El PSG, dominador absoluto de la competición liguera, llegaban a Nantes con la baja de Cavani por lesión y la duda sobre la titularidad de Cabaye. Finalmente el centrocampista fue suplente por decisión técnica. Los de Blanc partían como favoritos para alcanzar la final, en busca de su cuarto título copero.

Posesión aletargante

Los parisinos aprovecharon una cierta timidez local para hacerse con las riendas del encuentro, llevando el peligro al área de Riou desde los primeros compases. En apenas cinco minutos, Matuidi se las apañó para colarse por el medio, adentrarse en el área y servir un balón para que Lavezzi chutara al palo, con la izquierda.

Sin embargo, el gol estaba reservado para un elegido, que parece que la cosa nunca va con él, pero siempre acaba resolviendo. Riou recibió una mala cesión, despejó con apuros e Ibrahimovic se aprovechó para batir desde muy lejos, con un solo toque con la izquierda, al guardameta local.

Tras el gol, el PSG se dedicó a arriesgar lo justo, manteniendo la posesión, con el Nantes defendiendo con todos los hombres por detrás de la línea del balón. Faltaban ideas en los visitantes, pero el paso del tiempo jugaba a su favor y los de Blanc siempre confían en la calidad individual de la plantilla, que era lo único que conseguía desarbolar la defensa del Nantes.

Lavezzi tuvo en sus botas duplicar la ventaja, pero se topó con Riou en el mano a mano. Tambien Djilobodji pudo igualar el marcador. El central remató un saque de esquina en el que Douchez falló en la salida, pero Verratti sacó el balón bajo palos. Los locales reclamaron penalti por mano del italiano, pero el colegiado no señaló la infracción.

El genio

Tras el descanso, los de Der Zakarian salieron más activos, conscientes de que dejar pasar los minutos encerrados en su campo podía ser un suicidio. El Nantes ganó terreno y el PSG perdió el control del partido, aunque tampoco sufrían defensivamente. Ibrahimovic no entraba en juego y las jugadas se perdían en un ida y vuelta poco fructífero.

Gran parte de la segunda mitad fueron tanganas, entradas feas, imprecisiones y cambios, que poco cambiaron. Sin embargo, una de las sustituciones sí fue clave. En concreto la de Nkoudou, que a falta de pocos minutos sirvió un balón raso que Veigneau remató llegando desde atrás para poner el empate en el marcador, en una de las pocas ocasiones de que gozaron.

Con el Nantes crecido, lleno de moral y visiblemente más fresco que el PSG, apareció el de siempre, Ibrahimovic. Lucas Moura puso un centro perfecto que el ariete sueco remató a placer, llegando solo, para dar la victoria a su equipo en el último minuto de tiempo reglamentario. Como de costumbre, hasta en un partido gris brilla con luz propia.

De esta forma, el PSG espera rival para la final de la Coupe de la Ligue, que saldrá del enfrentamiento entre Lyon y Troyes. Los de Laurent Blanc disputarán la quinta final de este torneo del equipo capitalino, que ya cuenta con tres títulos. De conseguir el cuarto sería el club con más entorchados. El Nantes volverá a centrar sus esfuerzos en Ligue 1, con la cabeza alta después de una actuación más que digna.