Tarde de jueves, tarde de Europa. La Europa League daba el pistoletazo de salida esta semana a los dieciseisavos de final de esta competición. Al Lyon le sonrió el sorteo y le emparejó con el Chernomorets ucraniano, equipo a priori inferior al francés. Se dice a priori porque en el partido de hoy se ha visto algo totalmente distinto, ya desde el planteamiento inicial.
Planteamiento defensivo
No se sabe cuál era la intención de Garde con la alineación plagada de suplentes de hoy (cosa que, por otra parte, ya se esperaba). Que el técnico le da prioridad a la remontada liguera es un hecho que parece más que evidente con la selección de jugadores de hoy. Lo que realmente cuesta de asimiliar es cómo el técnico del equipo, repito, a priori superior, sale al campo de un equipo ucraniano con una defensa de cinco. Probablemente, la idea inicial fuera salir con tres centrales y Tolisso y Zeffane de carrileros, pero lo cierto es que fueron de todo menos ofensivos, por lo que quedaba una defensa de cinco clara.
Por otra parte, el planteamiento del equipo local fue bastante atrevido, juntando a Leo Matos con Dje Djedje en la línea de mediapuntas por detrás de Antonov, dejando claro que, si no podían tener el balón, cada vez que gozarán de oportunidades lo harían en las botas de sus hombres más talentosos.
Chernomorets golpeó siempre
Dejando a un lado el primer golpe que se suele decir que se da con las alineaciones, lo cierto es que el Chernomorets salió un poco a ver qué hacía el Lyon, que no esperaba esa dejadez en los locales y que con Malbranque a la cabeza intentaba crear alguna tímida ocasión o buscar algún desmarque del siempre peligroso Briand.
Pero a medida que pasaban los minutos, el control del equipo local fue total. El trivote formado por Gai, Bobko y Kovalchuk se comió al medio campo del Lyon y permitía que tanto Leo Matos con Dja Djedje pudieran aparecer por bandas, más centrados, incluso más adelantados que la referencia en ataque Antonov. Poco a poco iban creando peligro a la zaga de cinco defensas del Lyon y obligaron a Vercoutre a hacer un par de intervenciones de mérito, pero la ocasión más clara de la primera mitad estuvo en las botas de Malbranque, que falló un mano a mano con Past.
La segunda parte se hizo larga
Lo cierto es que el Lyon salió con otro chip en la segunda mitad. Quería ser más protagonista y quería sobre todo golpear primero, pero ni Danic ni Briand parecía que estuvieran por la labor, ya que su partido se puede resumir en un par de jugadas aísladas y poco más, al igual que todo el conjunto francés, que jugó un partido más bien gris.
En cambio, los locales vieron que podían hacer daño y seguían con la misma intensidad que en la primera mitad. La calidad técnica del mediapunta del Odessa obligó a que cada vez que recibía cerca del área saliera alguno de los tres centrales a su paso, hasta que lo fueron minimizando poco a poco. El Lyon aguantó bien la estocada del equipo local y los últimos diez minutos parecía que ambos equipos daban por bueno el 0-0, que incluso el equipo ucraniano le parecía bien tener que jugarse la clasificación a Gerland.
El mítico estadio francés será el que dictará sentencia y dirá quién de los dos equipos pasa, que por el moment, no han hecho ningún mérito para lograrlo, sobre todo el que actuará de local en suelo francés.