Extremos en el Ródano. El derbi del conocido río francés acabó con una dura derrota del Olympique de Lyon a manos de uno de sus históricos rivales, el Saint-Etienne. Y es que los 'verts' fueron superiores de principio a fin, pasando por encima de su rival en todo momento y cuajando el mejor partido de la temporada en el momento más indicado. La grada vibró con el juego de los suyos, rápido, vertiginoso, fugaz. En el otro extremo, los lioneses, incapaces de hacer daño a su rival y con muchas lagunas defensivas. El fallo de Lacazette en el penalti deja bien a las claras lo que fue el conjunto de Lyon en el día de hoy: quiero y no puedo, y no me dejan...

Partido entre dos equipos con aspiraciones europeas y además con mucha rivalidad. El conocido 'derbi del Ródano enfrentaba a los dos equipos más representativos de la región Ródano-Alpes y para más inri, ambos partían muy cerca en la clasificación. Los locales algo rezagados en esta lucha en las últimas jornadas con tres empates consecutivos aunque con la intención de asaltar a los lioneses. Los otros, secundando la lucha de los 'grandes' como son Olympique de Marsella y PSG y mostrando su mejor versión desde hace años.

Vertiginoso ritmo local

El partido empezó sin demasiada intensidad aunque con un gol, bien anulado, a Lacazette, por mano previa. Parecía que sería el Olympique el que llevaría la iniciativa, pero no fue así. Y es que el Saint-Etienne era un vendaval cada vez que salía a la contra con velocidad o por las bandas, especialmente la zurda, tremendamente explotada por los pupilos de Christophe Galtier, algo que pareció pillar desprevenido al conjunto lionés.

Tabanou, y los hombres que le apoyaban en banda como Gradel, fueron un continuo quebradero de cabeza para Jallet y sus compañeros de cobertura. Un centro del jugador francés, fácil para la zaga lionesa, acabó convirtiéndose en una jugada de peligro y es que un espeso Bisevac a punto estuvo de enviar el balón al fondo de su propia portería. Instantes después, una nueva llegada por la zurda acabó con un remate de Van Wolfswinkel al palo. La defensa liones hacía aguas ante el potente ataque del Saint-Etienne.

Poco después, antes del minuto 20, llegó el gol local. Córner botado por Gradel y Bayal Sall remató a la perfección, con potencia, precisión, midiendo perfectamente los tiempos, para adelantarse a Bedimo y anotar el primero de su equipo. Perfecta ejecución de una jugada a balón parado para poner por delante a los locales.

El gol relajó a los 'verts'

El gol llevó al partido por el camino oscuro, lento, previsible. El Olympique asumió la total iniciativa pero apenas tenía ideas para traspasar el muro verde que tenía delante. Ni la movilidad de los puntas, ni el toque de los cuatro centrocampistas ni las subidas por banda inquietaron apenas a la defensa local. A pesar de todo, rozando la media hora de juego, el conjunto liones tuvo dos buenas ocasiones. La primera para Fekir, tras una gran jugada de Bedimo, quien hizo una pared con Lacazette para acabar colgando el balón. El centro, pasado, lo recogió Jallet en la otra banda y puso un buen balón al corazón del área chica, donde Fekir remató estrellando su disparo en la pierna de un defensor que logró despejar. Un minuto después, Bisevac no lograba conectar un buen remate en una falta lateral.

Tras unos minutos de transición en la que unos se dedicaron a defender sin apuros y otros a atacar sin ideas llegó el segundo de los locales. Robo y salida a la contra con velocidad por la zurda. Esta vez con un balón largo que Gradel convirtió en una opción de peligro. El delantero marfileño le cogió la espalda a Bisevac para ganar unos metros y acabar poniendo el balón, raso, a la entrada de Van Wolfswinkel que definió fácil, con el portero y la defensa prácticamente derrotados. El Saint-Etienne se crecía y el Olympique tenía esa sensación de querer y no poder. Y con esa sensación se iban a los vestuarios. Mucho que arreglar en el bando de Hubert Fournier.

Misma tónica en el segundo periodo

Comenzaba la segunda mitad con un Olympique que dejaba espacio a la esperanza. Comenzó más incisivo, con una gran ocasión de Lacazette que se marcó una gran jugada individual pero cuyo disparo era detenido por Ruffier. Pero fue eso, algo fugaz, como el ataque 'vert' que volvió a hacer de las suyas. Salidas rápidas, combinaciones ligeras y con mucho balón al espacio para llegar rápido al área rival. Lo mismo que en el primer tiempo.

Las ocasiones no tardaron en llegar para los locales. Una falta botada por Gradel era rematada por Perrin al travesaño. De todas las formas posibles el Saint-Etienne le hacía daño a su rival sin que estos fueran capaces de detener la avalancha local. Las imprecisiones del Olympique se acentuaban con la presión intensa y motivante del Saint-Etienne que nada más robar tenía las cosas bien fáciles. Los de Christophe Galtier jugaron con su aférrimo rival como un niño con su nuevo juguete. Tabanou entraba por enésima ocasión. De nuevo por su banda y finalizando él mismo pero Lopes estuvo atento para evitar el tercero.

Desesperación lionesa

Se animaban los visitantes con varias jugadas de estrategia pero sin inquietar en exceso a Ruffier. Jallet remató tímidamente en una córner pero el guardameta local, contagiado del carácter de sus compañeros, despejaba con el pie. Gradel fue otro de los grandes quebraderos de cabeza. Hizo lo que quiso con Bisevac y Jallet y fue el mejor del partido. Una jugada individual del marfileño, donde pecó de individualista, a punto estuvo de convertirse en la sentencia definitiva. Igual que el posterior disparo del propio Gradel que rechazó Lopes con una gran intervención.

Avasallado. Así podría denominarse el ataque 'vert' en la segunda mitad. Y entre estas, cerca del 70´ de juego, llegó el tercero. Fallo en el despeje de Tolisso, recuperación de Cohade en el área. El media punta local recortó y engañó al portero ajustándola al palo corto. Golazo de calidad y de visión para completar el partido de los sueños de todo seguidor del Saint-Etienne.

De ahí al final, poco más. El conjunto visitante intentó acabar el partido con honor, marcando un gol que evitara la goleada pero fue imposible. Hoy no era el día lionés. La racha acabó la semana pasada y el mal fario rondaba el sur del Ródano. Penalti de Ruffier sobre Fekir, quien cayó tras ser derribado claramente por el portero francés. Pero Lacazette, la gran estrella de los visitantes, marró el lanzamiento enviándolo fuera. El propio Lacazette iba a gozar de la última del encuentro con un cabezazo que se estrelló en la madera. Hoy no era el día, hoy no.

Y así se llegaba al final del encuentro. Entre los 'olés' del público y los rostros cariacontecidos de los jugadores lioneses. Un baño terapeútico en el Ródano para el Saint-Etienne que se convirtió en el rey del Ródano. Y es que el conjunto del norte le ganó al del sur por segunda vez consecutiva.

El Saint-Etienne se cuela quinto, a solo un punto del Olympique que se queda tercero pero pierde esa racha que le llevó a estar diez partidos sin conocer la derrota.

Puntuaciones VAVEL

Saint-Étienne (3) Olympique de Lyon (0)
Ruffier 5 Lopes 5
Bayal Sall 7 Jallet 4
Perrin 7 Bisevac 3
Pogba 6 Umtiti 4
Theophile-Catherine 6 Bedimo 4
Clement(53´) 5 Ferri(66´) 4
Lemoine 6 Gonalons(76´) 5
Tabanou(83´) 7 Tolisso 4
Cohade 6 Malbranque(56´) 5
Van Wolfswinkel(73´) 6 Fekir 5
Gradel 8 Lacazette 4
Remplaçants
Diomandé(53´) 6 N'Jie(56´) 5
Monnet-Paquet(73´) 5 Ghezzal(66´) 5
Brison(83´) - Mvuemba(76´) 5