Este fin de semana volvía a tocar día grande pare el fútbol holandés. Después del grandioso partido del pasado domingo, de nuevo dos equipos que pelean por el título se veían las caras. Y de nuevo, el partido no decepcionó a nadie que se precie de ver buen fútbol.
Empezaba el encuentro sin mucho movimiento en las áreas, y con un Feyenoord sabedor de lo que esperaba su público. Por eso comenzaron desde el inicio presionando muy arriba, y esta presión casi se mantuvo en esa línea durante todo el partido. Esta fue una de las claves por las que el Vitesse estuvo muy lejos de su mejor versión. También afectó claramente a los negroamarillos la falta de su referencia arriba, Bony, que llevaba la friolera de nueve partidos seguidos marcando. El recurso de lanzar un balón al marfileño y que éste se fabricara la jugada no estaba disponible, así que la escuadra de Fred Rutten optó por alinear una línea de tres delanteros arriba con Kakuta, Ibarra y Reis en punta, estrategia que no tuvo el efecto deseado.
La primera ocasión clara surgió de las botas de, cómo no, Pellè, pero Velthuizen rechazaba a córner. Pasarían minutos hasta que vieramos otra oportunidad, ésta vez del Vitesse: internada rapidísima de Ibarra, Kakuta lo ve y le cede el balón, pero el disparo del sudamericano lo acaba repeliendo Mulder. La verticalidad de ambos equipos se pudo ver durante estos minutos, aunque las imprecisiones en los pases arriba no nos dejaron ver las ocasiones que el encuentro se mereció.
En la zona de ataque feyenoorder empezaban a carburar el dueto Pellè - Schaken, uno peleón en banda, un incordio; el otro bajando balones largos. El equipo estaba funcionando como se le suponía. Tanto es así que en el minuto 39, Nijhuis pita penalti de Kalas por manos en el área, que se encargaría de transformar Pellè. Gol merecido a una gran primera mitad.
Los segundos 45 minutos fueron la contrastación de la superioridad de los de Rotterdam. Y en minuto 50, vino la confirmación de este hecho: Pellè baja el balón, pone un balón estupendo a la carrera de Schaken, éste dispara y el portero lo rechaza, pero Immers caza el rebote y anota el segundo tanto, tras una rápida incorporación al ataque, acrecentando su fama de centrocampista llegador. Los feyenoorder imponían su ley.
Mientras tanto, el Vitesse se hallaba descompuesto del medio campo para arriba, sin capacidad para trenzar una jugada ganadora. El ritmo del partido era en todo momento el impuesto por el conjunto local. Tras el segundo gol, la intensidad del choque decayó, y el Vitesse seguía aletargado, fallando pases en el centro del campo que normalmente no suele fallar.
En el minuto 66, Janmaat se recorre toda la banda y acaba en el área, rematando un balón que casi acaba en go. Muy buen partido del joven lateral holandés. Entre el y Schaken desbordaron completamente la zona izquierda del Vitesse.
A partir del minuto 70, el Vitesse pareció darse cuenta de lo que suponía la derrota, y empezó a venirse algo más arriba, arriesgando más, aunque sin mucho éxito. Kakuta era de los que más parecía querer que su equipo reaccionara, pero parecía ser ya demasiado tarde, y el Feyenoord aguantó atrás sin demasiados apuros un resultado que le permite empatar a puntos con el PSV, y quedarse a cuatro del Ajax de Amsterdam a falta de cuatro jornadas para completar la fase regular de la liga holandesa.